Andrés Parra, el patrón del bien

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Andrés Parra es uno de los mejores actores colombianos. Interpretó múltiples papeles, desde personajes muy queridos hasta el odiado Pablo Escobar en la serie más vista de su país: “Escobar, el patrón del mal”. Desde que se emitió en la Argentina se transformó en una serie adictiva, si vale el término, ya que tuvo muchos fanáticos.

Su habilidad para meterse en la piel de todos sus personajes le ha permitido ganarse el aplauso del público y de la crítica. Por estos días presenta la nueva película que protagoniza: “La semilla del Silencio”, donde se luce en un papel de detective junto a su compatriota, Angie Cepeda.

– Tu personaje de Pablo Escobar fue cuestionado y ovacionado a la vez en varios países. ¿Qué significó interpretar a una persona antisocial y totalmente agresiva?
Me significó muchas cosas, sin dudas. No fue fácil, hubo muchas presiones desde el principio pero todo era un desafío desde el punto de vista artístico. Pablo Escobar es un personaje político y hacer este personaje me ayudó a entender más a Colombia, de saber lo que pasó y cómo seguimos siendo una sociedad tan desigual y tan injusta. Eso por un lado, por el otro, tuve que enfrentar señalamientos de personas que me preguntaban dónde había dejado mi ética al aceptar hacer el papel de una persona que tanto daño le hizo a Colombia. Esto no es ni más ni menos el reflejo de la ignorancia sobre lo que significa esta profesión. Nosotros, los actores, debemos saber interpretar cualquier personaje, sea bueno o malo, sea narco, ladrón o el mejor sacerdote del mundo.

Fotos: cortesía Prensa película “La Semilla del silencio, FICCI, Sergio I. Rodríguez y María Silvia Astudillo
Fotos: cortesía Prensa película “La Semilla del silencio, FICCI, Sergio I. Rodríguez y María Silvia Astudillo

– ¿No tenés miedo que Escobar te marque por años en tu carrera?
La verdad que no, los actores debemos acostumbrarnos que hoy hacemos un personaje y mañana otro. Una de las fortalezas profesionales es tener esa capacidad de transformarme. Cuando hice el “Anestesia”, en la serie “El cartel de los sapos”, pasó ese fenómeno, me quedé con ese estigma como cinco años hasta que llegó Escobar. Yo prefiero que mis personajes se maten entre ellos.

– Y, ¿cómo fue construir un personaje de semejante fama?
El trabajo fue arduo. Estudié muchos libros, me vi decenas de entrevistas, documentales, fue una reconstrucción muy detallista. Me obsesioné con Escobar hasta me tuvieron que poner un psicólogo. El trabajo fue abrumador, todos los días nos traían datos, anécdotas o noticias, entonces eso iba alimentando cada vez más el personaje.

– ¿En cierta manera pensás que las “narconovelas” están llegando a su fin?
Para mí las “narconovelas” son una moda televisiva, se sabe que muestran una realidad más dura, diferente de las novelas donde la chica pobre se enamora del chico rico. Pasaron más o menos 20 años para que se hablara del tema del narcotráfico y así hubo muchas novelas del tema que tuvieron mucho éxito como “El capo” o “Las muñecas de la mafia”, entre otras. Pero los canales lo ven como un negocio y si el público pide ese tipo de cosas el canal no se lo puede negar y tratarán de darle el gusto a su público. En general gustan ese tipo de novelas porque es una posibilidad catártica para el televidente de echarle una miradita a ese mundo extraño pero atractivo del narco, donde sacamos el voyevourista y lo ponemos a gozar conociendo ese mundo prohibido y excesivo. Se mira para escandalizarse pero también para reconocerse.

“… elegí hacer una película de bajo costo, filmé “Siempre viva”, una obra de teatro que la llevaron al cine.. ”

-El desafío de cada actor es saber interpretar cualquier personaje. En tu caso, ¿Preferís meterte en la piel de alguien real o en uno de ficción?
Me gustan más los personajes reales porque hay muchos más riesgos, es más complicado y eso es todo un reto para mí. En mi caso personal yo he disfrutado de los dos.

– Me contabas, antes de esta entrevista, que te gustaría interpretar a Hugo Chavéz. ¿Te gusta interpretar los personajes que son odiados y amados a la vez?
Me llaman la atención los personajes históricos, reales y que son poderosos porque reúnen todos los matices humanos: lo bueno y malo, la locura y el poder, y todos los secretos que tienen. Me interesa saber que tiene en la cabeza. Chávez es un personaje muy rico a la hora de interpretarlo.

– La película “La semilla del silencio” es tu último trabajo en cine, ¿Qué balance hacés de la misma?
Es una película, la primera de Felipe Cano, de género negro, muy realista, con unas atmósferas muy gastadas de una ciudad como Bogotá, que es caótica y que tiene mucha información visual. Es una película que tiene tres personajes de diferentes estratos sociales: el detective, el asesino y la víctima. La historia se centra en una fiscal de derechos humanos, que lo interpreta Angie Cepeda, que investiga la complicidad de un alto militar en la desaparición de unos campesinos. Mi papel es el de un detective que trabaja junto a la fiscal y se lanza a investigar quien está detrás del crimen antes de convertirse en próxima víctima. El papel de Angie y el mío están, a su manera, en la búsqueda de la verdad.

Fotos: cortesía Prensa película “La Semilla del silencio, FICCI, Sergio I. Rodríguez y María Silvia Astudillo
Fotos: cortesía Prensa película “La Semilla del silencio, FICCI, Sergio I. Rodríguez y María Silvia Astudillo

– ¿En qué instancia está el cine en Latinoamérica?
Pienso que está en un momento interesante, hay muchas producciones, mucho más que en otros años. Por lo menos acá en Colombia, ya hay una ley del cine que está ayudando mucho a las producciones pequeñas. Creo que estamos ante una nueva generación de nuevos creadores que está muy chévere y que tienen proyectos interesantes. El mundo mismo nos mira con más atención, hay películas que tienen protagonismo en varios festivales y eso vale mucho. Antes mirábamos una película gringa y decíamos: “Oh my God”! qué buena que está!… (Risas) Hoy tenemos súper producciones de México, de Argentina que es un referente, de Brasil. Tienes a “Relatos Salvajes” que es una película fenomenal y que nos está haciendo quedar bien a los latinos.

– ¿Qué tan importante es un Oscar para una película latina?
Es muy importante desde el punto de vista de la publicidad, de la distribución, del financiamiento. En cierta manera, ayuda a movilizar una maquinaria que implica muchas cosas. En definitiva es una vidriera importante pero tiene sus cosas buenas y malas como todo en la vida, ya que el hecho de ganar una estatuilla luego vienen las presiones, es como un equipo de fútbol que sale campeón, al campeonato siguiente tienes que ganar todo, lo mismo en el cine, si filmás y ganás, a la siguiente película también tiene que ser exitosa.

– Hace un año rechazaste una buena oferta para ir a Hollywood. ¿En este caso priorizaste lo artístico antes que lo económico?
En cierta manera sí. Hollywood es una palabra grande y peligrosa, no es algo que me quita el sueño. Es cierto, la oferta era tentadora, con una gran productora de Estados Unidos, directores y actores famosos, y un presupuesto enorme para hacer una serie de narcotraficantes. Me pagaban bien, algo así como 160.000 dólares al mes, no me podía quejar pero había algo en mi interior que me impedía hacerlo y era la parte de lo artístico. Sentí que me conecté con mi esencia y pude tomar esa decisión y no me arrepiento. Por eso, elegí hacer una película de bajo costo, filmé “Siempre viva”, una obra de teatro que la llevaron al cine.

Fotos: cortesía Prensa película “La Semilla del silencio, FICCI, Sergio I. Rodríguez y María Silvia Astudillo
Fotos: cortesía Prensa película “La Semilla del silencio, FICCI, Sergio I. Rodríguez y María Silvia Astudillo

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