La degustación es una de las actividades de moda en el renovado mapa gastronómico actual. Con ellas se aprecian ciertos elementos de los alimentos o bebidas que ingerimos, incorporando los sentidos, la memoria y el olfato en el proceso.
Es un paso más allá en el bendito acto de disfrutar de un alimento. Si uno aplica estos conceptos y pasos básicos a otras actividades del quehacer diario, otro sería el resultado final de nuestro ánimo. Algo así nos propone “La madre del Borrego”, la banda mediterránea que se consolida con un logrado disco. Con letras que profundizan nuestros estados, nos conducen hacia el origen del sabor que los origina, a la raíz de las cosas, destacando los aspectos positivos de nuestra existencia.
“El sabor de la alegría” no es un disco más en el evolutivo circuito musical cordobés que en revista Random venimos subrayando, es un trabajo significativo de principio a fin. “Al menos hoy o para siempre, como una brisa que nos acaricia aliviando la tristeza”, sostienen con una mirada esperanzadora. Desde diversos géneros musicales que van desde el rock, el tango o el candombe hasta el folclore y reggae; “La Madre del Borrego” es una inagotable inquietud musical que se acopla a sus letras nacidas en la cotidianeidad. Por ejemplo, en una de ellas nos invitan a prender “la ilusión con las brasas encendidas…”. Algo que tranquilamente podríamos imitar al despertar. “Las brasas encendidas son calor, fiesta, energía, sudor, trabajo y son cosas que año tras año seguimos haciendo y así seguirá siendo. Es la forma en la que elegimos vivir y por suerte todavía nos queda para rato”, me dice Facundo Herrera, el guitarrista de la banda.
Me disculparán la obsecuencia pero “El sabor de la alegría” es un “discazo”, ¿Cuál es para ustedes la definición más acertada del mismo?
Es un disco que refleja perfectamente el momento actual de la banda. Es causa y efecto, es una travesía, una aventura, es lanzarse a lo desconocido desde lo conocido, es síntesis del crecimiento individual y grupal.
Sostienen que todo lo que cuesta en la vida provoca que permanentemente nos movamos para encontrarla, si bien no hay recetas mágicas, ¿Cuáles fueron los motores que los motivaron a explorar estos conceptos?
El movimiento mismo es algo que consideramos necesario para avanzar, ese es uno de nuestros motores, como así también el paso de los años que hace que podamos reflexionar sobre muchos aspectos de la vida. También momentos de quiebre en la banda, gente que se fue, la gente que llegó.
Mencionan que la angustia es un sentimiento que domina porque es “el vértigo de la libertad”, y la posibilidad de ser libres trae alegría, felicidad. Han dicho que cuando las cosas duelen hacen que surjan las canciones, ¿Lo plantean como una especie de catarsis colectiva o de parir después del dolor?
De ambas maneras, tanto como catarsis colectiva como también desde algo que dolió en su momento, el arte en general elige estas formas de expresión más allá de la música en particular. Igual no creemos que sean los únicos caminos para expresarse, pero nosotros los exploramos muy seguido y lo dejamos salir en canciones que dicen “vamos, sigamos…”.
Más del doble de las canciones para este disco fueron descartadas, ¿Cómo fue la elección y el trabajo para que haya un concepto lineal que las aglutine con tanta eficacia?
Eso fue un laburo que hicimos en un principio solos, y después con los productores ya más cerca de la grabación. Había canciones que se metieron en el disco solas de una manera casi inexplicable y las demás las fuimos encontrando entre todos. Teníamos temas de casi todos los músicos de la banda, había mucho material, pero era el momento de las canciones que quedaron.
Es notorio el aporte en el disco de productores de la Bersuit como Pepe Céspedes y Oscar Righi, ¿Qué les atrajo de la banda para aceptar producirlos y cuáles fueron las observaciones que ellos les propusieron?
Escucharon el disco anterior ‘’Sacudiendo Gritos’’ y les gustó mucho. Les mandamos las maquetas que teníamos para este disco y les encantaron las canciones, la formación de “La Madre” es muy parecida a la de Bersuit, y ellos saben muy bien cómo trabajar en este tipo de grupos. Corrigieron algunas cuestiones de sensaciones musicales, hablando de armonías mayores y menores, y se concentraron en la forma de las canciones: intro, estrofa, estribillo. Fueron muy respetuosos a la hora de proponer cambios y nosotros a la hora de aceptarlos también, fue un laburo muy lindo en todo momento.
Conciliar opiniones que pueden ser diferentes no es “moco e pavo” y ustedes son meticulosos con los ensayos y la pre-producción…
Llevar a cabo la realización de este disco fue un trabajo enorme, tanto de parte de los músicos como así también de parte de la producción de la banda, manager, etc. Fue un proceso de casi dos años de laburo, para después viajar a Buenos Aires y grabarlo en un par de meses. La pre-producción fue en Córdoba, vino Pepe y trabajamos unos días de febrero para en marzo entrar a Romaphonic. Después de eso, todo se fue organizando según el tiempo de los productores, turnos de estudios, etc.
Los shows, la mayor experiencia, los ensayos, naturalmente han contribuido a la madurez musical pero, ¿Cuáles fueron las vertientes que han contribuido al excelente momento actual?
Por suerte,más allá de ser un grupo de trabajo, somos un grupo de amigos desde los músicos hasta la producción, y estamos en constante contacto y esto permite fortalecer el grupo humano en otros espacios que creemos súper necesarios.Los años de la banda y el trabajo constante, sumado a consolidar un grupo humano con roles definidos y, claro, también el contexto. Hay herramientas económicas para mostrar el trabajo de las bandas, muchas gente apostando y atenta.
El mayor reconocimiento trae consigo además más responsabilidades, ¿Qué aspectos tienen en cuenta ahora con mayor profesionalismo?
Gracias por lo de mayor reconocimiento (suelta una carcajada). Al pasar los años vamos aprendiendo, como todos, cosas nuevas y también reafirmando otras ya trabajadas. En cuanto a lo ‘’profesional’’ puede pasar por muchos aspectos, desde la puntualidad de los horarios de shows, las personas que son necesarias en cada presentación, hacer prensa, hasta lo importante de tener buenos instrumentos, estudiar, etc. Son cosas que creemos que siempre se pueden ir mejorando.
Sus conciertos siempre te dejan la sensación de una mirada esperanzadora sobre la existencia con letras que poseen profundidad…
Tratamos siempre de dejar un mensaje, un anhelo, un poco de esperanza y también algunas incógnitas o cosas para que el público se quede pensando, sin tampoco olvidar que nos gusta mucho disfrutar bailando y generar esa comunión con la gente, que es algo que siempre tienen los shows en vivo.
Tanto en los discos como en los shows cuentan con invitados prestigiosos, ¿Qué le aportan al grupo?
Sí, en el disco contamos con varios invitados muy importantes como Fer Albareda (ex Fabulosos Cadillacs), Germán Wiedemer (actual tecladista de Calamaro), parte del plantel de La Bersuit y Adriana Beltrán. En el vivo dejamos por lo general espacio para algún invitado, ya sean de Córdoba o de afuera. Estamos en un momento donde la música de Córdoba está en plena producción y siempre está bueno compartirlo. Más si es arriba de un escenario.
¿Cuáles son, por decirlo de alguna manera, sus referentes?
Es un terreno muy grande, en lo musical -sobre todo- es inmenso. Somos ocho y muy distintos, estamos influenciados desde Bach hasta la Mona, pasando por temas de Caetano Veloso hasta temas de Daft Punk y no estamos exagerando. Y después podemos tener referentes del resto de las artes también.
¿Cuáles son los momentos más significativos de la banda?
Hay muchos, haber estado en dos ediciones del Cosquín Rock, en un Quilmes Rock, algunos shows compartidos con artistas como Café Tacvba, etc. Cada disco tiene sus momentos increíbles, pero éste último, sobre todo, creemos que es muy especial por los productores y sobre todo por los estudios en donde grabamos. Como decía, uno de ellos Romaphonic, ex Circo Beat, el emblemático estudio de Fito Páez.
¿Qué concierto o canción los sorprendió más allá de lo esperado?
Ha habido muchos, pero creo que los shows de presentaciones de disco son momentos muy especiales, donde muchas canciones nos sorprenden. Y también están esos shows para el olvido que de vez en cuando los recordamos con mucha risa.
Ahora quiero saber pero no somos cholulos, son una banda inquieta y ecléctica, me da la sensación que van a seguir explorando más géneros o fusiones musicales. ¿O me equivoco?
Tal cual, eso en La Madre está muy presente todo el tiempo, además somos muchos y cada cual deja su impronta musical para generar una sensación grupal mucho más rica.
Si admitimos que musicalmente están muy aceitados, para el mayor crecimiento aún, ¿Lo que falta simplemente es mayor difusión para que la expansión se consolide?
Sí, puede ser eso, y muchas otras cosas más. La difusión es algo tan intangible que es difícil medirlo, pero sabemos que es algo que siempre ayuda.
Mientras tanto con esta Revista Random de seguro habrá más seguidores…
Que así sea. Vaya de adelanto un fuerte abrazo de parte de toda La Madre del Borrego.