De niño soñaba con vivir en Hollywood y trabajar en la gran industria. Hoy que ya cumplió sus primeros objetivos, el cineasta rosarino cosecha reconocimientos por doquier con su gran obra Retrato Imaginario. “Creo que todos somos artistas pero en un momento decidimos o nos vemos forzados a dejar de serlo”, dice en una entrevista con RANDOM.
Para algunos los sueños son algo así como máquinas de significado que pueden dirigir el camino. Con cada etapa de la vida hay diferentes deseos y objetivos que nos planteamos. Desde los primeros que empatizan con algo que admiramos de niños, a ser determinantes en hacer que las cosas sucedan. Y aunque suene quimérico en ocasiones, la persona que sueña se debe hacer responsable de que sus anhelos se concreten. Los grandes sueños por supuesto que necesitan de un entorno que permitan la posibilidad de generar una oportunidad, que es muy cuesta arriba poder llevarlos a cabo si las condiciones son vulnerables y carecen de al menos una chance. No obstante, cuando la alternativa es viable después hay que hacerse cargo. Nada menos que eso hizo Felipe Martínez Carbonell, realizador audiovisual rosarino que construye una carrera sólida en la meca de la industria: Los Ángeles.
Felipe es nieto de una coleccionista de arte y de un dirigente del mítico teatro El Círculo. Tuvo una infancia donde el arte y la creatividad eran moneda corriente. Eso impulsó que le atrajera el teatro y sobre todo el cine donde lo deslumbraba un género particular: el terror. Ya a sus 8 años se deslumbraba por películas como El Exorcista, Scream y Chucky. Tanto que en su Rosario natal lo llaman Chucky por su fanatismo por esa saga. Mucho antes de estudiar producción de cine y televisión en la Escuela Provincial de Cine y TV de Rosario, filmaba películas con sus primos usando la cámara VHS de su padre.
A los 20 años creó Hemisferio Films, su productora de cine y contenido que dirige actualmente. Su último cortometraje “Retrato imaginario” es una obra inmensamente lograda con una calidad técnica digna de las mejores producciones. Por eso no resulta casual que haya sido seleccionada en los festivales más importantes de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, entre ellos, el Screamfest, el Grimmfest (En Reino Unido), Fantafestival y Buenos Aires Rojo Sangre.
Has contado que Retrato Imaginario se inspiró en movimientos feministas, ¿Cuándo empezaste con el proyecto de Retrato Imaginario?
Venía con la idea de contar una historia de terror desde que llegué a Los Ángeles en el 2014. Vine a estudiar cine a UCLA (universidad de California de Los Ángeles) y no tenía tiempo de sentarme a escribir y producir un film. En ese momento al mismo tiempo estaba trabajando en varias productoras de Hollywood como pasante, entonces no me quedó otra que seguir retrasando el guion hasta que tuve la posibilidad de volver a Argentina. Tanto en Argentina como en Estados Unidos los movimientos feministas como #NiUnaMenos y #MeToo fueron muy importantes y me inspiraron para agregar una dosis de justicia social al film. Quería contar una historia que entretenga pero que también nutra al público.
Desde la calidad técnica y artística hasta la actuación de cada personaje, ¿Cómo fue el proceso de preproducción donde se nota que atendiste hasta el mínimo detalle?
La preproducción la empecé en Los Ángeles, a la distancia. Con videollamadas fui formando al equipo técnico y artístico. El casting lo hicimos todo online por medio de vídeos y entrevistas. Una vez que llegué a Argentina, hicimos la selección de la locaciones y las reuniones con el equipo para discutir todo más en detalle.
¿Qué balance hacés de las grabaciones en una locación tan importante para vos?
Pongo mucha atención en las locaciones. La arquitectura, la zona, la distribución del espacio, tomo en consideración muchas cosas al elegir una locación para filmar. En este caso, con Retrato Imaginario, fue poder filmar en lo que fue la casa de mi abuelo. Mi abuela era coleccionista de arte y en la casa hay varias intervenciones artísticas de grandes artistas argentinos. Esa fue otra razón por la cual elegí filmar ahí. La locación aportó a la temática de la película que habla del arte y de la liberación.
¿Es cierto que ya a los doce años fantaseabas con vivir en Los Ángeles? ¿Cuándo descubriste tu pasión por el séptimo arte?
Sí, desde muy pequeño les hice firmar a mis padres una carta que decía que me iban a dar “permiso” para estudiar cine e irme a Los Ángeles. Cuando era chico a veces pensaba que quizás no iba a suceder en el futuro, por eso se me ocurrió la idea de hacer esa carta. Me quede más tranquilo después de que la firmaron. Quería ir a Los Ángeles y estar en los sets de filmación con productores, actores, sonidistas, etc. y experimentar lo que se siente estar filmando en Hollywood. Mi inglés no era bueno, iba a estar lejos de mi familia, mis amigos y mi cultura…Iba a ser todo un desafío pero lo quería hacer. Cuando cumplí 18 me anote a estudiar cine en la escuela de Rosario de cine donde me recibí. Pero al terminar seguía con mi sueño intacto de irme. Un día les dije a mis padres que me quería ir a Hollywood. Ellos me apoyaron y me fui. Me divierten los desafíos y fue uno grande, lo que no sabía en ese momento es que era solo el principio.
Estar rodeado de arte en tu infancia, entiendo que influyó notablemente en despertar la creatividad, verdad?
Siempre estuve rodeado de arte. Siempre escuchaba a mi familia hablar de arte. Eso me inspiró a querer vivir de ella. Creo que todos somos artistas pero en un momento decidimos o nos vemos forzados a dejar de serlo.
Si bien nuestro país tuvo grandes exponentes como Narciso I. Menta, en general no es muy explorado el género del terror, ¿Por qué creés que pasa eso y cuáles son tus referentes?
Creo que la industria audiovisual cambió con el tiempo como cambia todo. Ahora hay un gran énfasis en producir contenido que será consumido por las grandes audiencias. Hay una frase que se hizo muy popular en la industria en el momento de hacer un film que dice: “Dame lo mismo pero diferente”. Mis referentes son Guillermo Del Toro, Wes Craven, Stanley Kubrick y muchos más.
¿Cómo fueron los primeros pasos en la meca de la industria? Además demostraste que podías vivir del cine, contra tantos pronósticos que habrás tenido…
Estaba cansado de escuchar gente decirme que elija otra carrera, que no era cosa sería hacer cine. Eso me ponía de mal humor pero nunca cambié de idea, al contrario me dio fuerza para seguir adelante con mucho esfuerzo y mucho sacrificio. Dejar tu familia, tu país, tu cultura, amigos, etc es duro pero un sueño es un sueño y hay que protegerlo. Me fui a Los Ángeles, estudié cine, hice pasantías y conocí gente única que me enseñó mucho sobre cine y la industria audiovisual. Formé mi productora audiovisual, Hemisferio Films y empecé a trabajar en películas como productor de detrás de escena. Cuando me di cuenta estaba viviendo de lo que siempre quise: el cine.
En Hollywood arriesgo que te han pasado situaciones hasta que parecen de ficción, ¿Qué es lo que más te ha sorprendido del trabajo con grandes referentes de la industria?
Tuve muchos momentos que me llenaron los ojos de lágrimas pero de felicidad. La sensación que estaba haciendo lo que siempre quise y que lo había logrado en la ciudad que siempre quise estar: en Los Ángeles. Me acuerdo estar en la mansión y tomar café con Lydia Hearst, charlar con Francés Fisher, hacer el detrás de escena con Hilary Duff, entre otras.
¿Qué sentiste cuando el film empezó a ser nominado y seleccionado? ¿Cómo viviste todo ese proceso?
Me puso muy contento. Quedar en un festival significa que tu film va a llegar a nuevos espectadores, a nuevos horizontes. Para ser sincero, lo viví con bastante ansiedad. A veces hay que esperar meses para saber el resultado final. Me genera más ganas de seguir haciendo películas. Más ganas de seguir defendiendo el arte en todas sus formas. De invertir y enseñar a la futuras generaciones que el arte es tan importante y esencial como cualquier otra profesión.
Sabemos que estás preparando tu thriller, ¿Qué nos podés contar de este proyecto?
Ahora estoy pre-produciendo mi próximo cortometraje que se llama “Perseguidos”. Trata sobre una psiquiatra que persigue a su paciente que dice ser perseguido por una entidad maligna. El Rodaje será entre Julio-Agosto de este año. Mis máximos anhelos es seguir produciendo películas e inspirar a la gente que las vea.