Otros relatos femeninos

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La directora de cine Liliana Paolinelli es una de las representantes más destacadas del cine cordobés, pionera en poner el foco en historias que abordan el universo femenino en variados aspectos, como el lésbico.

Ejemplos de ello son las películas “Amar es bendito” y su nuevo largometraje “Margen de error”, que presenta en Córdoba con gran expectativa. Radicada en Buenos Aires, siempre mantiene temáticas que protagonizan personajes de Córdoba o con locaciones de la docta. Egresada de la Escuela de cine de la UNC, inició su carrera con cortos a mediados de la década de 1990 y fue parte de la tercera generación de Historias Breves, donde compartió cartel con directores de la talla de Andy Muschietti y Santiago Loza. Según dice el dicho “tres son multitud”, pero en este caso entrevistamos en simultánea a Liliana y a las protagonistas de la película: Susana Pampín y la cordobesa Eva Blanco. Y tres se hizo plenitud. Además, de contarnos sobre su nueva película, las tres hacen un profundo análisis de los hechos artísticos en Córdoba y el país.

¿Esta historia está basada en hechos reales o es invención pura?

La invención es relativa porque el acto de creación se nutre de distintas fuentes. En este caso hay cosas que me han pasado o que me han contado. Había dos o tres cuestiones que me estaban rondando en la cabeza, una de ellas es llegar a la edad de una de mis amigas de cuando yo era joven. Era un grupo de lesbianas en los años ‘90, con la que nos juntábamos cada dos fines de semana, hacíamos asado, charlábamos un rato. Este, más otro sucesos, dieron vida al argumento de la película. Que es una mujer de cincuenta y pico (Iris) que vive en Buenos Aires y recibe a la hija de una amiga que viene a estudiar a la facultad. Con el correr de los días cree que la chica se está enamorando de ella. El personaje de Iris se hace la cabeza de un posible amor, entra en un estado de enamoramiento por esta confusión y la película cuenta la historia de este equivoco.

¿Por qué elegís el género comedia para contar esta historia?

El género viene adosado a la historia, no es que lo elegí de una paleta de géneros. Si lo hubiera premeditado mucho no hubiera salido, en todo caso me dejé llevar por lo que el argumento me dictaba y, en general, el tema del “equivoco” está un poco asociado a la comedia. Entonces me parece que esta historia encajaba mejor con la comedia. Además, tiene componentes de drama, para mí la comedia que es buena es la que tiene un sustrato dramático.

¿Cuánto tiempo te llevó escribirla y cómo fuiste trabajando los personajes?

El guion se terminó de escribir en dos años, mientras tanto ya tenía en mente el deseo de trabajar con Susana (Pampín ), le mandé el guion, ella me hizo una devolución. Con Eva (Blanco) lo mismo y entonces de cada devolución yo iba haciendo reescritura y re direccionaba algunas cuestiones, hasta que tuve una versión que me pareció presentable. Cuando estábamos en la etapa de espera de la respuesta del Instituto de Cine (INCAA), hice un cambio de locación de un viaje que hace el personaje de Iris con las amigas, primero iba a ser en México después en Mendoza, también en los Esteros de Iberá y finalmente terminó siendo en una estancia en Buenos Aires. Ahí descubrimos que el viaje no era solo por vacaciones sino porque dos de las amigas se casaban y lo celebraban en la estancia y era momento para que se desataran una serie de conflictos. Entonces el guion es un elemento muy maleable que se transforma en el proceso.

¿El final era ese el que habías pensado desde un primer momento o manejabas otros?

No, era el que siempre estuvo en el guion.

Y vos Eva, ¿Cómo compusiste tu personaje?

Mi personaje es el de pareja de Iris (Pampín), que aunque no viven juntas son estables porque llevan años juntas .El guion era muy sólido estaba claro como era ese personaje y por otro lado estuvo bueno el encuentro con Susana para que se diera el feeling justo para lo que requería el personaje. También fue fundamental la claridad que tenía Liliana de lo que quería en cada toma que es fundamental para la interpretación. Fue un trabajo de grupo entre todas las actrices. Fue un desafío pero no como algo de ceremonia, sino como algo más lúdico.

¿Cómo creen que va a ser la recepción de la película por el público cordobés que suele ser un poco más conservador que el resto?

Liliana: La película no es difícil en ningún sentido, he visto a la gente pasarla bien y se engancha mucho con la historia.

Yo la he visto en Buenos Aires y entre los comentarios la gente observaba que no hay hombres en el reparto…

Liliana: Es una película de lesbianas y la verdad nada tiene que hacer un hombre. Y si vos ves en algunos ámbitos son todas mujeres, en un colegio de monjas u otros. Entre ese grupo de mis amigas que te contaba que me inspiró la historia que todavía se juntan, no hay varones. Es algo real que sucede.

Susana: Yo veo que en muchas películas temáticas donde todos son hombres nadie se pregunta porque no hay mujeres. Es como que la cabeza esta ya está diagramada en que si tiene que haber hombres y no se nota si no hay mujeres. Pero este universo era de mujeres y no era necesario, vivimos en un mundo patriarcal que nos lleva a preguntarnos porque no hay hombres y no porque no hay mujeres en otras películas.

Creo que también el tema era otro, cuando ves la película queda en primer plano el amor y la diferencia de edad, lo otro se hace secundario…

Liliana: Está bueno que lo señales porque a mí me preocupaba que la diferencia etérea no se notara, que sólo los comentarios fueran si había hombres o mujeres .

Susana: Es un foco muy particular que esto fuera entre lesbianas, una señora grande y una jovencita, siempre se da el caso de un hombre mayor con una chica joven .


…Es una película de lesbianas y la verdad nada tiene que hacer un hombre. Entre ese grupo de mis amigas que […] me inspiró la historia, todavía se juntan y no hay varones. Es algo real que sucede…

Eva: Sí, es verdad, y mira que yo observo mucho las devoluciones y fueron muy festivas, se notaban que veían la película no como algo pasatista si no como un viaje que se hacían. Y no hubo ningún rechazo a situaciones que pueden ser prejuiciosas y creo que ese es un hallazgo de la película. De todo lo orgánico y de lo que ahí sucede. Este grupos de mujeres ya está en otra etapa de la vida, son grandes, no tienen conflictos consigo mismas, tienen un buen pasar económico, están conformes con la vida. Eran en cosas que no se sentían fuertes como cualquier ser humano y me parece que en ese sentido la historia está muy bien contada.

También es un acierto el enganche que te genera con la historia romántica, te da ganas de que terminen juntos y no te detenés en si es pareja homo o heterosexual…

Susana: Sí, y mucha gente mayor también se la tomó muy bien a la película. El gran hallazgo es que pinta un mundo muy particular pero a la vez muy universal, porque hay cosas que cualquiera se puede identificar, cosas del amor, de la vida. Como la ilusión y el deseo del amor, es eso proyectarse en esa persona más que nada, pensando que eso es recíproco, que puede terminar en decepción o no.

¿Cómo fue preparar tu personaje de Iris, la señora madura, que se enamora de una joven?

Susana: Muy divertido, porque a mí me parece lo más lindo cuando hay personajes que son un entramado de capas, entonces esto de contar de alguien que está, levemente cegado por algo, entonces no está viendo desde una perspectiva clara. Y es muy divertido eso, como actuar lo que ella ve y lo que no ve, y entre medio de eso, tener que mentir. Y al mismo tiempo que eso sea verosímil y la lógica de la situación. Sí, claro la novia le creyó es muy divertido actuar eso y también eso, mis compañeras eran fantásticas y el guion es algo como “uh” te metía en una como “sí, vamos a jugar”.

Vos Susana sos actriz de teatro, ¿Hay un trabajo que tenés que hacer cada tanto de readaptarte como actriz para hacer cine?

Sí, claro, es otro modo de actuación aunque hago cosas en tele o cine, nos toca un bolo este año y un bolo el año que viene y el cuerpo se olvidó de cómo era, cuando teníamos la cámara, cuando la tenés acá, bien cerca. Y como actriz de teatro se gesticula mucho, (risas) usás todo el cuerpo. En el cine no, es como que eso es mucho, y el director te va marcando , diciendo “un poquito menos, un poquito menos”, por ahí hablás más fuerte y el desafío del cine totalmente distinto e igualmente maravilloso.

Liliana, en una nota tuya decías que el cine nacional estaba en peligro…

Sí, porque bueno con toda la situación del INCAA y de esta administración que hizo políticas, no políticas de fomento, hace dos años que es terrible no se dieron créditos, desarmaron algunos parches de subsidios, se cobra muy tarde, con el asunto que tenemos en este país, es imposible recuperar la inversión. Todo el presupuesto publicado, se puso en un fondo de inversión, en un plazo fijo y es plata no que se iba destinada al fomento del cine y no se ven películas. Bastante mal trecho se viene el cine, creo que se va notar el año que viene probablemente y bueno, sobre todo, las que han perdido más son las productoras de películas independientes como la nuestra.


…El cine argentino viene dando muestras de que tiene mucha diversidad, que nos representa muy bien en todos los festivales del mundo. Pero siento que cuesta más hacer películas ahora que cuando empecé…

A nivel creativo, ¿Ves evolución desde que empezaste hasta ahora?

En el cine documental me parece que están pasando cosas muy interesantes y buenas, la verdad que todo va de la mano de las posibilidades de producción y el cine documental está mucho más castigado que el cine de ficción todavía. Además no se han nombrado jurados de comité, entonces hay una cantidad de proyectos acumulados, y si un proyecto documental, que registra una realidad va cambiando y a lo mejor, después de tres años, ya no es lo mismo. Por otra parte el cine argentino viene dando muestras de que tiene mucha diversidad, que nos representa muy bien en todos los festivales del mundo. Pero siento que cuesta más hacer películas ahora que cuando empecé.

¿Por presupuesto?

Liliana: Sí, porque no sé porque cada vez las restricciones son más, entonces una piensa que con experiencia acumulada que algo allanaría el camino, que una ya ha andado y ya ha dado garantías de terminar la película .Yo me pongo de ejemplo, de que no me voy a fugar con el dinero, ¿no? Entonces cada vez está más restrictivo la política de fomento, entonces eso hace que sea cada vez más difícil filmar y ahora, después de esta película, estoy haciendo un documental con muy pequeñito presupuesto, como cuando empecé a hacer cine, en la escuela de cine en el 87.

Eva sos una de las grandes actrices de Córdoba, ¿Cuál es tu punto de vista de cómo está el cine de córdoba?

Sí, ya estoy grande (risas). Y al cine de Córdoba lo veo activo, a pesar de todo hay gente que está encontrando recursos también económicos en el extranjero. Y veo como muy prometedor. Hay mucha gente filmando y ahora también están apareciendo guionistas, gente que tiene algo para decir y que está trabajando en ese ámbito que me parece que es el cimiento de todo, de un cine fuerte y de un cine interesante. Para mi es cuestión de tiempo, pero el cine en Córdoba esta vivito y coleando.

Y vos Susana, ¿Considerás que en la actuación faltan oportunidades a veces tienen que generar más que elegir?

Yo vengo del teatro independiente y en Argentina es como que necesitamos de subsidios para producir. En otros países los actores, primero tiene que estar la garantía de la producción, tiene que estar la plata. Y eso hace que no sea interesante lo que se está produciendo. En España los actores, donde hay mucha gente interesante, actores y actrices, empezaron a copiar el modelo argentino de la crisis eterna. Eso de decir “che, yo quiero hablar de lo que me gusta, nos juntemos y lo hagamos”. El año pasado con Paola Barrientos, Alejandra Flechner y Eugenia Guerti produjimos como cooperativa una obra de teatro, que había sido en su momento producida por el teatro Cervantes. Después nosotras devolvimos todo al teatro Cervantes. Pusimos plata nosotras, como cuando éramos una cooperativita en los inicios, que poníamos 10 pesos cada una, bueno, ahora podíamos poner mil pesos cada una o más, porque ya todas trabajábamos e hicimos esa obra, porque queríamos hacerla. El Estado tiene que apoyar esas iniciativas, porque es eso, la cultura no es un negocio, la cultura es cultura, la cultura es formación, educación y aquí, a veces hay momentos que eso, como que no se ha entendido. Por ejemplo ahora, que pasa todo esto, que pasa con el cine, en el teatro, como es esta cosa del cuerpo a cuerpo, mi tía me dio los sillones, la otra no sé qué, vamos y lo hacemos. En el cine no, necesitás poner mucha más plata, muchísima.

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