#NotaDeTapa | Juana Viale en su gran año

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Un par de días antes de esta nota, una publicación de esas mal llamadas del corazón –ningún eufemismo de lo afectivo de nuestro órgano más irracional- sacaba una tapa con una imagen de la actriz con una amiga.

Con eso le alcanzaba para hacer poner en duda su sexualidad y para que unos cuantos miles compraran esa nueva edición.No es este el lugar para un debate sobre la ética y el consumo, siquiera sobre la pizca de objetividad que debe tener cada información, en este país ya es utópico pedir que se asemeje a la verdad. Los guiones de tantas investigaciones no sólo que se camuflan de falacias sino que tampoco se toman el trabajo de resultar verosímil. Así y todo compramos como verdades lo difundido y cualquier chisme de vereda se consume en una verdad tajante. Cuando pensaba en Juana recordaba una de las tantas frases célebres de Federico García Lorca: “El hombre famoso tiene la amargura de llevar el pecho frío y traspasado por linternas sordas que dirigen sobre ellos otros”. ¿Cuánto realmente se sabe sobre la esencia de un famoso del tipo de Juana? De esos que no se hicieron de un día para otro en, por ejemplo, los laboratorios de un reality o de un concurso de baile con formato de sueños. De esos que crecieron acosados por la guardia “periodística”, creciendo en el qué dirán. Otro coro sostendrá que “no se quejen que gracias a eso ganan más que ninguno”. O “por algo será” y surgirán las infaltables comparaciones. Para algo en este país se hace carne molida con un tal Messi, por ejemplo.

Foto: Nacho Ricci
Foto: Nacho Ricci

“Los que alimentan las fotos…No me quiero imaginar la falta de creatividad en la vida. Miren más para adentro y no tanto para afuera!”, twitteó Juanita. Hicimos esta nota un rato antes que la actriz viajara a Brasil y, otra vez, resultara fotografiada y siendo “noticia”, esta vez acompañada por su (supuesto) novio. Me había contado sobre sus expectativas sobre esas merecidas vacaciones, no recuerdo que me dijera que le encantaría ver publicada esta experiencia en algún medio. A pesar de este lado B de donde se alimenta la fama, Viale quizás esté despidiendo su año más prolífico y el que más gratificaciones laborales le ha dado. Su elogiada participación en la obra “La sangre de los árboles” que cerró temporada en Buenos Aires entre presentaciones en el Centro Cultural San Martín y “El Picadero”, la elevó –según mi opinión-en la consideración como artista. Si bien ya había sido reconocida por papeles en televisión y en cine, en las tablas ha maximizado sus virtudes, sus capacidades interpretativas. “Es muy gratificante llegar a estar en el Centro Cultural San Martín, ir a Montevideo, a la sala Verdi, volver a Buenos Aires en el teatro El Picadero. Y todo lo que nos queda por recorrer. Estoy agradecida de la gente que la vio, de los críticos, de los amigos, la familia y de todos los que apoyaron este sueño”, me cuenta.


 

-La obra que protagonizás investiga la imposibilidad de conocer al otro en su esencia. Algo que indudablemente ha ocurrido con tu vida. ¿Puedo arriesgar que estás gozando un gran momento de plenitud?

-Estoy pasando por un buen momento. Creo que siempre están pasando cosas y uno es responsable de darles valor. En mi caso, por mi presente, que lo disfruto mucho. Este año me han pasado muchas cosas, laborales y personales, me he mudado de país, he trabajado con mi hermano, bailé, cumplí mi sueño de hacer una obra con mi amiga Victoria Céspedes. Una gran actriz (enfatiza)…Y muchas cosas más, de aburrido no tiene nada, así que el 2015 para mí ha sido un año lleno de contenido.

Estoy pasando por un buen momento. Creo que siempre están pasando cosas y uno es responsable de darles valor. En mi caso, por mi presente, que lo disfruto mucho.

Foto: Nacho Ricci
Foto: Nacho Ricci

-Debe ser una de las pocas obras que en tan poco lapso de tiempo se presentó tres países, incluso es una obra que no tiene techo por la universalidad del tema que plantea…

-Eso se debió a que los integrantes de la obra pertenecemos a esos tres países. Estrenamos en Chile de donde es Lucho (Barrales Guzmán) y Ángela (Acuña) ―la chelista que ahora fue reemplazada por Jakie que es argentina― y ya pasamos por Uruguay, estuvimos en Buenos Aires y a principios de febrero regresamos a Montevideo. Y se está analizando una eventual gira por Uruguay. Como decís no tiene techo, es una obra no localista, puede ser interpretada en muchas culturas. No tiene tiempo ni espacio, es comprendida por el sólo hecho de ser humanos.

-¿Qué le incorporaste de vos a este personaje tan rico?

-Este personaje fue construido en nueve meses. Tiene mucha experimentación, mucha búsqueda, mucha sensibilidad. Fue un trabajo que pusimos mucho de cada una.

-Por estos días se estrena Estocolmo, una nueva serie de calidad de TDA, ¿Cómo fue el rodaje que en tu caso tuvo el plus de trabajar con tu hermano (Nacho Viale) como productor y realizador?

-Fue un trabajo muy cautivador. Un grupo maravilloso, no sólo de los actores, sino todo lo que el espectador no ve. Se armó un grupo muy lindo, se trabajó durísimo (asevera). Pero valió mucho la pena.

-Tu personaje es una periodista en un submundo denso, repleto de oscuridades. Si bien es un trabajo de ficción, un tema tan fuerte como la trata de personas queda impregnado… ¿Cómo fue esa composición del mismo?

-Mucho fue guiado por el director y lo que estaba escrito, después está el componente de las noticias, digo, es un tema que en Argentina se ha hablado mucho. Y ahora está de vuelta en boga. Marita (Verón) fue quién le quitó la máscara a muchos. Y es una lucha dura y constante.

Foto: Nacho Ricci
Foto: Nacho Ricci

-¿Cuáles papeles te han marcado? ¿Con quiénes anhelás trabajar?

-Todos los papeles interpretados tienen una melancolía del recuerdo. No me gusta mucho pensar con quién anhelás trabajar. Son muchos. Creo que es parte del recorrido que una va haciendo mientras va construyendo este camino.

-Hace unos días expresaste: “Hoy es un perfecto día para tomar decisiones que cambien el rumbo habitual de la vida de uno…”, finalmente, ¿Ese día las tomaste?

-(Se ríe). Sí, las tomé, acertadas o no. Las que me han llevado donde y como estoy hoy.

-Este año se habló demasiado sobre tu decisión de no tener televisión en la familia, ¿Qué valores o costumbres esperás que incorporen tus hijas?

-No me gusta hablar de mi vida y menos de la cola que tuvo una decisión como esa de la televisión. (Piensa un instante y responde cordialmente) Son varias decisiones, son simples. Y hacen de la vida de mis hijos y de la mía una vida maravillosa.

Foto: Nacho Ricci
Foto: Nacho Ricci

No me gusta hablar de mi vida y menos de la cola que tuvo una decisión como esa de la televisión.

-¿Qué actividad es infaltable para energizarte? Al pensar en titular la nota aparece siempre ese estereotipo de rebelde. En todo caso, ¿Quedaría mejor Rebelde con Causa?

-Soy una mujer con mucha energía, te cuento que debo hacer deporte para bajar esa energía. Caminar y estar en silencio mucho (remarca). Lo de rebelde me lo han dicho mucho ustedes, los periodistas. Así que si querés cambiar el adjetivo podés hacerlo.

-Prometo intentarlo pero creo que ya se imprimió la portada ¿Cuáles son tus próximos objetivos? Y ¿La materia pendiente?

-Mis vacaciones son esenciales para conectarme con mis hijos y conmigo. Descansar para poder crear. Tengo varias propuestas para el año que viene. “La sangre de los árboles” continuará recorriendo el mundo. Y dentro de los proyectos que tengo, hay dos que no me quiero perder.

-Como es lógico ni te pido que me lo cuentes. Tampoco sobre la frase que twitteaste hace unos días: “Quisiera meterme en tus sueños, y convertirme en tu realidad”…Si tuviera confianza te preguntaría sobre la misma…

-Pero como no tenés tal confianza no podés preguntar (se ríe y luego hace una pausa). Pero sí podés, eso sí, yo no voy a contestar.

Foto: Nacho Ricci
Foto: Nacho Ricci

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