“La cantante española más flamenca ancla su arte en Argentina tras muchos años de éxito en su tierra. Con canciones inolvidables a dúo con Enrique Iglesias, David Bisbal y Abel Pintos; nos enseña su nuevo disco “Te cuento un secreto” con el que busca crear un idilio definitivo con nuestro público.”
Muchos habrán conocido a India Martínez gracias a esa bella canción junto a Abel Pintos “Corazón hambriento” o en el dueto con David Bisbal “Olvidé respirar”. Y quien haya escuchado su exquisita voz, creerá que estamos frente a una artista milenaria o bien, esas cantantes que hacen de la filosofía zen, un culto. Su belleza autóctona le dio su apodo que expone frente a su nombre Jennifer Jessica Martínez Fernández y entre sus secretos más guardados, está haber sido la novia de Sergio Ramos, el rudo y actual defensor del Real Madrid; sus extenuantes sesiones de Crossfit y Funcional y haberse tirado en paracaídas en la provincia de Toledo. Toda la suavidad de sus letras con lo vertiginoso de su vida privada. Ganadora del premio Goya (el Oscar español) a Mejor Canción por “Niño sin miedo”, India Martínez es una caja de pandora que enamora con sus canciones y que eleva ese nivel de cercanía si se la conoce en la intimidad. “Es la cuarta vez que vengo a Argentina. Un país que amo y por el cual le pido a mi manager que me invente algún hueco para visitar. Vuestros artistas, ciudades, el mate, la comida, disfruto todo cuando vengo. El cariño de la gente jamás pensé que sería así. Amigos míos como Vanesa Martín y David Bisbal me habían comentado pero no imaginé que fuera así”, cuenta.
-Sabía que habías venido este verano para el Festival de Villa María, pero no de esas dos anteriores.
-Vine en el 2011 para grabar el documental “En busca del sonido del viendo” con Julieta Venegas, Jesús Antúnez, Marc Ros y David Otero. Nos adentramos en toda la Patagonia, en los pueblecitos internos y conocí toda la cultura mapuche. Cantamos en los caminos, en los parajes, al pie del Volcán Lanín, en el lago Huechulafquen. Fue una propuesta de Sony, una edición limitada que no creo que esté a la venta ya, pero en YouTube está completo para ver. Fue mi primer contacto con Argentina, tomé por primera vez el mate, comí comida autóctona. Fue un año donde necesitaba un cambio de aire y vuestro país me lo dio. Y la segunda vez fue para grabar con Abel Pintos en el Tigre. Me encantó ese lugar, de adentrarse por canales a las diferentes casas.
-El tema con Abel Pintos es simplemente maravilloso.
-Todo surgió de casualidad. Lo conocí en un concierto de Franco De Vita en México. Yo de España y él de Argentina. Coincidimos en camerinos y empezamos a mostrarnos la música que hacíamos, entonces yo me quedé fascinada con su voz, con su forma. Como una conexión de almas. Los dos veníamos del folklore y eso nos unió mucho. Y preparando el disco “Dual” me acordé de él y grabamos a la distancia. Quedó algo tan lindo que sentí la necesidad de hacer el videoclip.
-En Villa María cantaste frente a doce mil personas. Inmejorable debut…
-El escenario de Villa María fue increíble. Hice un resumen de lo que vengo haciendo, desde que empecé hasta mi nuevo disco. Me atreví a cantar “Zamba para olvidar” junto a La Sole. Me gusta mucha la música regional de vuestro país. El folklore me gustó desde siempre. Hice unas coplas flamencas también. Soy de quitarme el micrófono y cantar a capella.
-Es imposible no escuchar tu voz y no adoptarte como una de las nuestras…
-No me esperaba tanto cariño. Pensé que sería un volver a empezar. De caminar tranquila por la calle, ir a los restaurantes y comer sola con mi gente. O presentarme a los periodistas y contar quién soy y sucedió todo lo contrario. Ya en el aeropuerto había gente esperándome. Tener un club de fan, que me pidan fotos, que sepan mis canciones. Me gritaban “genia” (emula la tonada porteña).
-Aunque ahora cantes con Bisbal o Enrique Iglesias, tu origen es el flamenco más ortodoxo…
-Absolutamente. En mi familia había afición por el flamenco por mis abuelos. Ellos cantaban pero no de manera profesional. Recuerdo estar sentada en las rodillas de mi abuelo, cantando juntos. Esas cosas hicieron que amara el flamenco, que descubriera cosas que los niños a esa edad no acceden por sí solos. Cuando crecí, investigué mucho y ya me compraba los cassettes de Arcángel, de Miguel Poveda que arrancaba como valor joven, Tomatito, José Mercé y Terremoto de Jeréz. Y con once o doce años empecé a ir a las peñas flamencas. Iba a escuchar pero los cantantes me hacían subir al escenario.
-¿Desde siempre tuviste esa voz o fue algo que trabajaste con el tiempo?
-Mi voz se fue haciendo. De niña tenía la voz blanquita, poco hecha y con los años de estudio la fui colocando mejor. Recuerdo que me decían que parecía una viejita de doce años cantando flamenco.
-¿De adolescente nunca un disco de Alejandro Sanz o Miguel Bosé?
-Lo más moderno que escuchaba era Niña Pastori (sonríe). Al principio mis amigas me ponían Alejandro Sanz o Héroes del silencio, pero no me gustaba. Lo veía como sin sentido. O mismo el dance o el reggaeton. Me parecía fácil. No recuerdo si crítiqué a alguno de ellos pero sí me parecía todo light. Lo que yo cantaba le veía más esencia, más carne. Me pellizcaba al cantar. Después entendí que eran diferentes cuestiones y me acerqué mucho. Sobre todo a Alejandro Sanz que es uno de los artistas más importantes de mi país.
-De pequeña eras la joya de la abuela…
-Un poco sí. La gente enloquecía. Me agradecían porque se emocionaban con mis canciones. De hecho cuando me presenté en el programa de Teresa Rabal, “Veo veo”, en el casting la productora se puso a llorar porque canté una milonga de Antonio Molina, y le hizo recordar a su padre y automáticamente quedé.
-¿No tuviste ningún padrino musical?
-No tenía vínculo con nadie, comencé de a poco, con el programa, después cantando en todos lados, pero en mi primer disco ya conocí a mi productor José María Cortina que trabaja con Ketama y me vinculó con Estopa y todos lo que desconocía yo pero que eran furor en mi país (sonríe).
-Una carrera meteórica. ¿Nunca nada te hizo dudar?
-Nunca trabajé en mi vida que no sea de cantante. Nunca una recepción de una empresa, ni fui mesera, nada. No hice otra cosa que cantar. Sí en un momento dudé de mi voz, de donde colocaba mi registro, tampoco me sentía a gusto cantando en los escenarios y hasta dejé la discográfica con la que estaba. Necesitaba estar sola. Esos momentos de crisis personal y aproveché toda esa carga para lanzarme a componer. Así salió “Vencer al amor”, “Manuela”, le pedí “90 minutos” a Vanesa Martín que aún no era la artista que es hoy y así muchas más que en el disco de “Trece verdades” explotaron. Fue como mi relanzamiento. Esa mezcla de lo que soy con los sonidos actuales, logré llegar a más gente y me sentí feliz porque estaba haciendo lo que quería, pero sin perder mi historia, mis pasiones.
-Inimaginable tu voz con la de Enrique Iglesias pero en “Loco” fusionan perfectamente…
-Muchos de los dúos fueron de forma espontánea. “Loco” de Enrique Iglesias me gustaba mucho antes de saber que la iba a cantar con él. Y me la proponen para los Grammy Latinos en el que estaba nominada. Y a él la idea le gustó y fue tan linda versión que la grabamos para su disco y después me la traje yo a mi disco “Dual”. Porque nos dimos cuenta que teníamos muchas joyitas distribuidas en discos de otros artistas e hice mi playlist con los temas que quería tener. “Olvidé respirar” fue escrita exclusivamente para cantarla con David Bisbal, pero le gustó tanto que la pidió para el suyo. Lo lindo es que la mayoría de las peticiones fueron de los otros artistas.
-Contame de la India a la que no conocemos a través de sus canciones…
-Me gusta hacer Funcional, Crossfit y Capoeira. El tenis lo descubrí el año pasado y entresemana juego. También soy de ponerme música y salir a correr. Los deportes de riesgo me gustan también. Me tiré de paracaídas en Toledo, lo grabé en video y lo seguí con mis fans. Me ven tan tranquila que nadie se espera que me guste el jaleo y la adrenalina.
-¿Y luego de ese cansancio físico, como relajás?
-Me gusta mucho el cine. Me gustan mucho las películas de acción. Amo a los Avengers, pero también si el momento da, ver una romántica. Una de mis favoritas es “Siete almas” con Will Smith. Pero también una como “El origen” con Leonardo DiCaprio que te deja loco. No me privo de salir pero en horas en las que nadie sale. No para evitar a la gente sino porque soy muy tímida. Me da mucha vergüenza esos encuentros. Atiendo a toda la gente que me saluda pero si parezco seca es por la timidez. Me da vergüenza que la gente me mire.
-¿Antes de fin de año te tendremos de vuelta por Argentina?
-Sí, sueño con ese momento de tener un show integro donde poder mostrar todo mi arte. Arrancar bien arriba a pura caña y después cantar unas granadinas, unas alegrías, unas soleás o unas salidas árabes. Mis clásicos de siempre, más alguna copla o fandango. Los tarantos de mi querida Almería y alguna zamba argentina (sonríe).