Creada hace ya 46 años para darle a Catamarca una fiesta que destaque los valores culturales y sociales de la provincia –y especialmente sus afamados ponchos- la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho se convirtió rápidamente en el mayor evento de Argentina en la temporada invernal.
Este año el gobierno catamarqueño decidió extender las celebraciones por diez días en el enorme Predio Ferial de la ciudad de San Fernando, un complejo multipropósito que sin embargo se construyó prácticamente con el objetivo de alojar a los miles de visitantes que llegan cada año en esta festividad. Y vaya si lo hicieron. En el invierno más frio que le tocó vivir a los argentinos en los últimos 50 años, las autoridades anunciaron que la Fiesta del Poncho fue visitada por un número record de personas.
La mayoría de los turistas aprovecharon estas vacaciones de invierno para acercarse a Catamarca y disfrutar de este gran evento, pero también se le sumó la posibilidad de visitar otros atractivos que ofrece la ciudad y que cada año trabajan más y mejor para coordinarse con El Poncho.
La Secretaría de Turismo realizó una encuesta para tratar de analizar la afluencia masiva de visitantes a San Fernando del Valle. Los datos recabados arrojaron al casco céntrico, La Gruta de la Virgen del Valle y el Predio Ferial como los principales atractivos para los turistas. Así mismo, el 46,08% de los encuestados dijeron haber viajado a Catamarca por la Fiesta del Poncho mientras que el resto lo hizo por descanso o para visitar familiares.
En total se calcula que alrededor de medio millón de personas pasaron por el Predio Ferial y se generaron más de 90 millones de pesos para la Provincia en estas diez noches.
UNA FIESTA PARA LA PRODUCCIÓN
La Fiesta Nacional e Internacional del Poncho tuvo una importante agenda de números artísticos sobre el escenario y también una elección de reina, sin embargo, el verdadero objetivo del festival fue siempre ser una enorme feria de artesanías, gastronomía y producciones locales. Como el nombre lo indica el poncho catamarqueño es la estrella y toda la Fiesta gira en torna a la producción de esta prenda típica con exhibiciones, premiaciones y ventas.
En el gigantesco pabellón de Turismo de la provincia, más de 700 artesanos de todo tipo –y de todo el país- expusieron sus obras para la venta, mientras los municipios catamarqueños daban a conocer sus bellezas y experiencias turísticas.
Todos ellos tuvieron su momento de reconocimiento durante la última noche con los premios Poncho 2016 a los artesanos, que fueron otorgados por las autoridades de las Secretarías de Cultura y Turismo.
El trabajo realizado por el jurado se dividió en dos partes: por un lado, los especialistas del rubro textil, que estuvo en manos de Diana Rolandi del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, la diseñadora Manuela Rasjido y la Licenciada Margarita Melo.
En tanto, el maestro orfebre Emilio Patarca, la alfarera Fernanda Cauterucci, el artesano soguero Jerónimo Coll y Roxana Amarilla, Directora de MATRA del Ministerio de Cultura de la Nación, fueron miembros del jurado en General que tuvo la tarea de elegir a los ganadores de los demás rubros artesanales.
El premio mayor fue para la prenda de Poncho de Vicuña tejido por Ana de Luján Suárez, de Laguna Blanca, departamento Belén. La hilandera de 28 años, que no pudo estar presente, fue reconocida por el jurado como una de las mejores artesanas de la Provincia, realizando toda la producción desde la esquila hasta el tejido.
Por último, la Secretaría de Turismo también desarrolló el Show Gourmet en el Salón de la Cultura, el Festival Mayor, el Festival del Ponchito y el Poncho Diseño, iniciativas que resultron altamente provechosas para los artesanos y productores familiares, no sólo por la venta comercial sino también por la posibilidad de que sus productos formen parte de la elección de los catamarqueños y turistas, como las nueces, vinos y platos típicos.
