En otros tiempos, la manera más profesional de describir a una persona se encontraba en su biografía. Los que peinan canas (o las que las tiñen) coincidirán que la manera consensuada para mostrarse se resumía en el currículum vitae, casi en período de extinción.
Con la red social en su máxima expresión, por estos días prácticamente toda la información de la persona se encuentra en Twitter, en las cosas que postea o se exhiben en su muro de Facebook. Uno puede reunir excesiva información de la misma, apenas hurgando en el terreno virtual.
Cuando se tiene que entrevistar a una mujer impactante como la protagonista de esta producción de Random, la opción de buscar información en la web se maximiza por las posibilidades que ofrece. Es como que la triple W se somete ante mujeres como Laura Giovanetti. Y sin importar el género, arriesgo que tanto los hombres como las mujeres, primero moverán el mouse y harán click en la solapa de imágenes. Sobre el imán que provoca cierta belleza no vamos a ahondar, prefiero no correr el riesgo de la cursilería. Eso dejémoselo a Ricardo Arjona. Igual lo quiero ver al guatemalteco tratando de explicar a la Giovanetti. Menuda tarea. El saco le queda demasiado grande para su desangelada pluma.
El perfil de twitter de la entrevistada (@laugiovanetti) dice que es modelo, periodista y conductora, futura locutora del Instituto ISER y directora de “Pupa Estudio de modelos”. Podemos sumar que fue una de las finalistas del reality de modelos “Súper M” y que realizó numerosas campañas, desfiles y comerciales de televisión. Además, condujo envíos televisivos. Son demasiadas actividades para una sola persona. Pero es sabido que la mujer tiene la capacidad de multiplicarse y Laura no es la excepción. “Soy muy curiosa y eso me llevó a estudiar varias cosas y desarrollarme en distintos ámbitos. Mi día es bastante movido, entre la facultad, el laburo como modelo, la agencia. Son muchas actividades pero en definitiva todas se relacionan con lo mismo: la comunicación. Igual siempre me hago un tiempo para dormir la siesta algún día de la semana y para disfrutar de momentos de ocio puro”, me explica.
¿Qué fue lo que te motivó a estudiar locución en el ISER? Convengamos que al ingreso no entra cualquiera, ¿Hay algo de chica que te impulsó?
Me motivó las ganas de seguir preparándome para desarrollar una carrera en los medios cada vez más sólida. Hace seis años que trabajo en televisión de manera casi ininterrumpida y, a pesar de sentirme realmente preparada y segura en lo que hago como conductora, quise seguir adquiriendo conocimiento. Sobre todo, poder tener el carnet de locutora nacional, que es un plus muy prestigioso en el mercado laboral de medios. Además, siempre fui un poco locutora, presentadora, animadora. En casa teníamos un grabador con un micrófono y esa fue mi primera radio. Me la pasaba horas jugando a entrevistar a personalidades imaginarias y presentando artistas en el living de casa. Soy una comunicadora nata. Me gusta entretener y soy muy obsesiva con la palabra y el buen decir. Entrar al ISER (Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica) fue un logro muy importante para mí. El ingreso a la institución, que es la más prestigiosa del país, es bastante complejo y son miles los aspirantes. De aproximadamente 2500 personas, entran sólo 60. Tuve la fortuna de ingresar entre los primeros 10. ¡Fue un sueño cumplido!
No lo dudo, ¿Cómo fueron las primeras clases? ¿Qué descubriste de vos que te sorprendió?
Fueron maravillosas. Yo siempre trabajé más en televisión y en el ISER, más que nada, se hace mucho más hincapié en la radio. Estoy descubriendo un mundo nuevo y mágico. Y lo que más me sorprende es todo lo que puedo lograr con mi voz. Es un proceso artístico muy interesante el de ir buscando tu propio estilo, gracias a la adquisición de recursos vocales prácticos para lograr la versatilidad. A pesar que es una carrera exigente ―con respecto a la cursada― disfruto mucho de esta nueva etapa en mi vida.
Otros de tus rótulos twitteros anuncia que sos directora de modelos, ¿Qué te fue llevando a crear tu propia agencia?
Pupa Estudio de Modelos empezó como una ilusión, un “algún día”. Hasta que -con mi socia e íntima amiga Carina Monteleone (también modelo)- decidimos hacer realidad aquellas cosas que siempre quisimos hacer de manera diferente. En esta carrera -la de modelo- pasás por muchas cosas y no todas son siempre buenas. Por lo tanto, Pupa que es escuela -y está empezando ahora como agencia- es un proyecto lleno de amor y calidad. Nos preocupamos mucho por cada alumna, las alentamos y jamás nos olvidamos de la persona que hay detrás del maquillaje. Conocemos a sus padres, evacuamos sus dudas en persona y les enseñamos, desde un lugar de contención, como nos hubiese gustado que nos traten a nosotras en nuestro comienzos. Me gusta mucho enseñar, doy en persona algunos de los módulos del curso. Es otra forma más de expresarme y comunicar mi experiencia. Disfruto al ver los progresos de las chicas e insisto en consolidar una buena autoestima, que va más allá de lo estético. La mayoría de las alumnas son adolescentes que están en un momento clave de sus vidas, donde un comentario negativo puede generar traumas muy grandes. Apuntamos entonces a potenciarlas, a que se expresen, a que jueguen y se sientan lindas siempre y más allá del espejo.
Si hago analogía con un futbolista, al igual que la modelo su carrera es muy corta y su futuro está en la dirección técnica. Pero en tu caso, aún estás en actividad, ¿Qué le aportás a tus alumnas desde tu experiencia y tu trabajo actual?
Procuro que se fortalezcan para que puedan desempeñarse con seguridad en cualquier aspecto de sus vidas. Pese a que no se dediquen al modelaje, saldrán sí o sí fortalecidas del curso. En lo que más hincapié hago es en el valor que tienen como personas y en que se formen en otras carreras que pueden ser paralelas a esta. Yo estudié Profesorado de Ed. Física -me faltó un año para completarla-, soy periodista, estudio Locución y Programación Neurolingüística. Siempre estoy en formación y lista para cualquier nuevo desafío. Ahí está la clave. Ser constante con el objetivo y aunque a veces se puede perder el foco, rápidamente hay que recalcular y volver a andar hasta alcanzar la meta.
A veces impulsadas por su familia, muchas chicas ven en el modelaje una posibilidad de escala y de ascenso a la fama. ¿Cómo manejás esas ansiedades para que la familia lo vea sólo como una herramienta laboral y no sacrifiquen las etapas de sus hijas?
Ese suele ser un problema complejo, porque son fáciles de identificar aquellas madres que quieren vivir la vida de sus hijas. Es difícil de manejar, porque las chicas se sienten presionadas muchas veces. Lo que hacemos en el estudio es tener una reunión con los padres de cada alumna. A solas, tomando un café, podemos entendernos bien y contarles por dónde va nuestra idea de formación. No les vendemos espejitos de colores. Rápidamente, las madres de este estilo, saben que en Pupa no van a encontrar eso que ellas buscan. Lo nuestro va por otro lado.
Si bien las finalistas de Súper M no fueron escandalosas como otras modelos o mediáticas que vinieron después, vos fuiste unas de las de más bajo perfil. ¿Cómo viviste la etapa de reconocimiento post reality?
Después de “Súper M” todo fue muy raro. La vida te cambia muchísimo. La gente te reconoce en la calle y hasta tu entorno te trata distinto. Yo seguí haciendo lo mismo. En aquel momento estudiaba en el profesorado y seguí yendo como cualquier otra alumna. Pero las oportunidades, los viajes, la plata que empezás a ganar, todo eso te cambia indefectiblemente. Hice el trabajo mental de no marearme. Todo puede esfumarse muy rápido y lo que se consigue rápido, se termina rápido. Así que gracias a mi familia, que también me marcó el camino y a mi entorno, me mantuve con los pies sobre la tierra. Y sigo buscando mi camino y voy por muchos más logros. Sé que llegará todo lo mejor en el mejor momento. Mientras, me preparo…después volveré sobre la familia pero alguna vez diste tu ejemplo de discriminación en el ambiente. Y lamentablemente eso sigue ocurriendo y provocando también desórdenes alimentarios o creando un estereotipo que nada tiene que ver con la mujer real… ¿Cómo se puede educar en este ambiente?
Sufrí hostigamiento por parte del que era mi representante en ese entonces y de algunos diseñadores y productores de moda. Consideraban que no estaba en peso para ser modelo. Gracias a la contención de mi familia y a mi personalidad -mis valores y creencias me sostienen- pude identificar que el problema no era yo, ni mi cuerpo. El mundo de la moda es muy superficial y muchas veces vale más el envase que la persona. Eso es difícil de manejar.
Yendo a tu faceta de conductora, ¿Qué te atrae de la posibilidad de comunicar? ¿Cuál es el programa que te gustaría conducir?
Me nace, lo siento, me gusta. Amo estar frente a una cámara o un micrófono y comunicar. Me resulta un desafío interesante, armar el discurso y enlazar cada una de las partes que componen un programa. Para mí es un hecho artístico, es cómo actuar de conductora. Y si pienso en un programa ideal para mí, sería un magazine bien variado de interés general. Ahí podría desplegar todas mis armas.
Si mantengo al pie tu auto-calificación twittera, me falta hablar con la periodista… ¿Qué te atrae de este mercenario trabajo? (Sic) ¿Cuál rama del periodismo es tu fuerte o se acerca a tu pasión? Referentes como Mariano Moreno, Rodolfo Walsh o Roberto Arlt denunciaban y hacían literatura…
Estudiar periodismo me dio herramientas para manejarme en los medios desde otro lugar. No busqué, ni busco ser una figura del periodismo. Sí, siento que me complementa y que en realidad todo va conformando a una sola Laura: la comunicadora. Pero respecto de los dichos de estos referentes, puedo decirte que no me dedicaría al periodismo de investigación o de denuncia pura. No porque no lo considere importante, más bien todo lo contrario. Es un rol muy comprometido, que muchas veces conlleva riesgos que hoy, prefiero no correr.
¿Por qué en twitter no pusiste también que sos una gran jugadora de Vóley?
¡Uy! Hace muchos años que no juego. Con el vóley pasé los momentos más lindos de mi adolescencia. Los torneos, los entrenamientos, las fiestas del club. El deporte para mí es maravilloso. Me ayudó a forjar mi personalidad, a ser disciplinada, solidaria… La verdad es que lo extraño. Quién te dice, algún día vuelvo a ponerme las calzas y las rodilleras.
Cuando eras más chica dijiste que al vóley lo dejaste porque no te iba a dejar guita….No quiero pensar que hacés todo por dinero. Menos mal que Lucha Aymar no pensó lo mismo con el Hockey no? Digo, por ahí con un par de “Lauras” Giovanetti el deporte se hacía popular…
(Risas) ¡Puede ser! Cuando dije eso me refería a un momento en el que la vida me presentó dos caminos: seguir jugando al vóley, recibirme de “profe” de Educación Física o trabajar como modelo y entrar a este maravilloso mundo de los medios de comunicación. Uno se veía más tentador y prometedor que otro. Pero no sólo desde lo económico, sino desde las posibilidades de abrir puertas a nuevas cosas. El modelaje me trajo experiencias únicas y oportunidades magníficas que de otra forma, tal vez, no hubiese logrado vivir.
Da la sensación que en todo eras y sos muy competitiva ¿no?
Soy re competitiva pero sólo en cuanto a los deportes. No quiero perder ni a la generala. Y lo peor de todo, lo confieso, soy mala perdedora. Si me llegás a gastar mientras estoy perdiendo, se pudre todo. (Risas) Ahí sí que me salta la tanada. Para el resto de las cosas soy relajada. No miro los logros ajenos desde la envidia, más bien trato de ganarme a mí misma y conseguir mis objetivos sin puentear ni pisar a nadie. Pienso esto: “me costará más, pero lo voy a disfrutar el doble y encima, duermo tranquila con mi consciencia”.
¿Cuáles son los hobbies o actividades placenteras que hacés para desenchufarte?
Soy muy casera. Me gusta estar en casa. Vivo sola, con mi gata Vera, y juntas pasamos lindos momentos de paz (se ríe). Disfruto leer, escuchar música y reunirme con amigos. Tengo muchos amigos y solemos hacer grandes asados con guitarreada y todo.
¡Que tentador eso de los asados!, pero no me dijiste nada aún sobre salidas románticas. Voy a tratar de no ahondar en detalles porque no es una revista amarillista, pero, ¿Qué balance hacés de tu situación sentimental?
Llegamos al punto más lindo (larga una carcajada) Estoy muy, pero muy bien. Hace cuatro meses que estoy de novia y viviendo la historia de amor más maravillosa de mi vida. Estoy en un momento en el que tengo muy claro lo que quiero, lo que busco en un hombre y hacia dónde quiero rumbear mi historia. Y el destino me trajo al compañero ideal para andar este camino. Estoy súper enamorada y definitivamente quiero todo con él -espero que no se espante cuando lea esto- (más risas).
No lo creo, el hombre que logró conquistarte sabrá bien lo que tiene. ¿Sos del palo de la mina “Susanita” que al llegar el candidato va derecho al casorio o sos de la camada feminista que prefieren hacer su camino individual? ¿De qué lado estás Giovanetti?
(Risas) ¡Estoy del lado del amor! Me gusta compartir mi vida, tener un compañero con quien transitar por este mundo, en esta dimensión, pero sin dejar de lado lo que quiero para lograr una completa realización personal. Mi trabajo, mis sueños, mi crecimiento espiritual e individual pueden perfectamente acoplarse a la vida en pareja. Y claro que deseo formar una familia, donde el valor más importante sea el amor en todas sus formas. La alegría, la paz, la plenitud. Voy en busca de esa familia pero sin desesperarme. Disfruto del viaje…y lo mejor: recién comienza.
Esta última frase espero que en diseño lo pongan como en destacado. Ahora decime, como buena tana que sos, debes ser buena en la cocina y también como ama de casa. Pareciera que te estoy vendiendo para que encuentres esa familia que deseas formar…
Suena raro si lo digo yo pero (piensa) soy muy completa (vuelve a reírse, es la etapa en la nota de la risa fácil). Con los quehaceres domésticos me llevo muy bien, aunque como vivo sola, soy bastante relajada. O, más bien, desordenada. Y en la cocina, puedo deslumbrarte cuando quieras, con un risotto de pollo, panceta y hongos que te morís. Lo acompañamos con un buen torrontés riojano y “voilá”. Así terminé de enamorar a mi novio.
¡No lo dudo que habrá quedado impresionado! Eso sí, la tanada también tiene un costado en el carácter no? Cascarrabias, personalidad fuerte, “no me jodas que te la hago peor”. Cuesta imaginarse esto con tu cara, pero ¿podría ser así?
¡Uff! Sí, confieso. Me agarra la tanada y agarrate. Se me hincha una vena en la sien que es señal de que un torbellino se acerca. ¡A correr! (se vuelve a reír). Me pongo cabrona, no muy seguido, pero sí, me agarra. Igualmente con la misma velocidad que me enojo, trato de desenojarme. La mayor cantidad de tiempo soy muy divertida y tengo buen humor. Soy buena chica, che (a esta altura su risa es contagiosa).
Cuando mencionamos a la familia me quedó pendiente preguntarte sobre tu infancia…
Gracias a Dios tuve una muy linda infancia. Con una familia grande, mesas largas llenas de risas y amor. Pero ahora que ya crecimos todos, tal vez extraño eso: la despreocupación de la infancia. La inocencia. El mundo, cuando uno crece, a veces se va poniendo hostil y duele todo mucho más. Mis padres me dieron valores importantísimos que forjaron mi personalidad y, gracias a eso, soy honesta, transparente, amorosa y soñadora. Me enseñaron sobre todo a seguir adelante a pesar de las piedras que la vida ponga en mi camino. Aprender y seguir…de eso se trata.
A esta altura creo que me excedí en preguntas y quizás ya estás al borde del hartazgo, pero como lo tuyo va por el lado del periodismo. ¿Cuál sería la mejor manera de cerrar tu nota? Pese a las fotos, vamos a demostrar que no sos sólo una ¡cara bonita! Te dejo el desafío a vos…
¡Ah, bueno! Lindo desafío. Es complejo cerrar mi propia nota, sin caer en lugares comunes. Pero puedo hacer un esfuerzo. A ver (piensa y rápidamente sigue), Podemos cerrar así, corto, conciso y al pie: “una mujer que sabe lo que quiere, va en busca de eso y, seguramente, conseguirá mucho más de lo esperado”.
¡Que así sea!
Fotografo Mariano Michkin – Make up y Pelo Carla Sismondi – Productora de moda Sabrina Maroncelli – Asistente fotografia Andy Larsen – Vestuario NMD Normandie – Locacion Benavidez, Prov de Buenos Aires