Ella tuvo un sueño y fue por él.
Con una avasallante personalidad, conceptos y valores claros, determinante al hablar y con la valentía necesaria para irrumpir en la escena de la moda argentina, lista para romper con los estereotipos de belleza. Su lucha hoy, es la lucha de varias mujeres del mundo, que desde la moda, buscan concientizar sobre la necesaria inclusión y valoración de toda mujer, más allá de su peso, más allá de las formas. Es Brenda Mato, tiene 26 años y es una de las modelos XL referentes en la lucha por la inclusión en el mundo fashion. Por eso mismo la aplaudimos. Por eso mismo, es nuestra MUJER DEL MES.
¿Cuándo surgieron por primera vez tus ganas de acercarte al mundo del modelaje y cómo se fue dando?
En realidad desde chiquita siempre fui muy artista, por decirlo de algún modo. Siempre con música, bailando y actuando para mi familia. Mis papás por suerte siempre me motivaron y vieron que a mi me encantaba todo ese mundo, así que comencé a ir a clases de danza, pero siempre muy relajado, para disfrutar y aprender. Sin exigencias ni esperando que sea la primera bailarina del Colón. Después, como lo que veían que más me gustaba era actuar, me mandaron a la escuela de Julio Bocca donde estudié durante 5 años Comedia Musical. Así que siempre me gustó todo lo que tuviera que ver con expresarme, mostrarme y estar arriba de un escenario. El modelaje entonces surgió como una pata de todo esto, porque empecé haciéndome fotos para mandar a castings, bien naturales. Esas fotos tuvieron buena repercusión y una amiga que tenía una marca de ropa me ofreció que sea la imagen de campaña. Empecé a subir todo el material que hacía en redes sociales, y vi que a la gente le gustaba lo que hacía y me felicitaban. Así que así empecé hace tres años de manera más oficial.
¿Existen posibilidades profesionales en la Argentina para modelos de talles grandes o todavía no está tan instalado?
La verdad es que todavía es muy chiquito. Las marcas que ahora están rompiendo con el paradigma de los talles y que están empezando a incluir son las marcas más pequeñas, las más independientes. Son ellos los que están empezando a priorizar la pluralidad de talles y los que nos están de a poco generando trabajo a los modelos XL. Si bien no es muy buen pago, está bueno que existan estas marcas que son las que nos están ayudando a crecer. Marcas grandes realmente hay muy pocas. Existen algunas como por ejemplo Ver, que si tienen un mensaje más positivo, incluyendo modelo de más edad tal vez, pero siguen buscando aún cuerpo muy estandarizados.
¿Qué creés que pasa en el mundo de la moda, que llega al límite de que una modelo con cuerpo delgado, siga siendo “gorda” y busquen chicas con pesos extremadamente flacos?
Yo creo que eso también habla de un inconformismo completo. Parece que siempre hay algo de qué quejarse. Es parte de la industria y de lo que vende. Es el concepto de que nunca vas a ser feliz y vas a tener que seguir luchando continuamente. Siempre lo vas a tener ahí, pero nunca lo vas a llegar a agarrar. Si llega el día en que una se siente completa y que no le hace falta tener más nada, eso es justamente lo que no le conviene a la industria (todas las industrias en general). Ese día dejaríamos de consumir y de necesitarlos.
¿Cómo está recibiendo el mundo de la moda en nuestro país, esta nueva tendencia de romper con los estereotipos de belleza? En el mundo, cada vez pega más fuerte este concepto…
Acá todavía están muy reacios, realmente. Me ha tocado compartir notas con prestigiosos diseñadores o incluso representantes de modelos muy reconocidos, y que solamente les preocupe mi salud. ¡Cómo si la conocieran! Hablan de obesidad, pero ninguno conoce mis resultados médicos. Creen que no está bueno lo que nosotros promovemos por ser un mal ejemplo hacia la sociedad, desde el punto de vista de la salud. Y se defienden diciendo que ellos toman la moda desde el lado aspiracional, que ellos quieren seguir usando modelos estandar porque eso es la moda para ellos. Aunque tal vez en sus locales tengan otros talles, no les gusta mostrar en sus campañas ni desfiles, otro tipo de modelos. Así que aun hay mucho rechazo en la Argentina. Algunas marcas, como Tramando, incluyen gente “común” en sus desfiles, que no son modelos. Pero es una marca entre miles.
Surge dentro de toda esta movida, el término mujeres reales. Lo podemos ver en distinas publicidades comerciales de televisión. ¿Creés que está bien utilizado ese el término?
¡No! Me parece horrible. Se utiliza para describir a las mujeres más gordas o con curvas, como si una mujer flaca no fuese real. Está mal utilizado y así se está discriminando para un lado y para el otro. La idea es romper esterotipos, no cambiarlos. No es instalar ahora que las mujeres rellenitas somos hermosas y el resto no. Se trata de comunicar que todas tenemos nuestras posibilidades y estaría bueno que todas estemos incluidas. Así se va a lograr que cualquier persona que consuma campañas de moda o desfiles o publicidades, pueda sentirse reflejada en eso. Es super importante. Por ejemplo yo. Nunca fui flaca, no lo voy a ser, porque genéticamente soy así, como otros son genéticamente flacos y aunque coman de todo, no engordan. Una chica como yo, nunca voy a sentirme identificada entonces, con una modelo de 1,80 que pesa 55 kilos. A mi misma me pasaba que pensaba que si no podía ser como una modelo estandar, jamás iba a ser suficientemente bonita. Mi click sucedió cuando empecé a ver a modelos XL de afuera y el comienzo de todo esto.
¿Y cuáles son las repercusiones que tenés con las chicas que ahora ven lo que vos comunicás?
Recibo continuamente mensajes de chicas o mujeres que se sienten muy identificadas conmigo y con lo que muestro. Ahora ellas, se animan a hacer cosas que antes no. Creían que había muchas cosas que jamás podrían hacer porque no lo veían, porque no nadie lo hacía. Entonces es importante que se visibilice y que se generen ejemplos. Estamos muy acostumbrados a que si no lo veo, no lo puedo hacer, me corro y listo.
¿Cómo te tratan hoy en el ambiente? ¿Sentís discriminación?
Sí, la verdad es que se siente. Me pasó muchas veces con algunos fotógrafos por ejemplo. Cuando esperan a una modelo estandar y de repente llego yo, ahí se llevan una gran sorpresa y las caras no son las mejores. Si bien yo trato de tomarmelo con calma, se siente esa mirada. Es difícil realmente. Incluso aunque trabaje con marcas que me conocen y me convocaron, sigue habiendo exigencias con respecto a la altura, al tipo de cuerpo, etc. Esa inclusión entonces sigue siendo algo raro…
¿No creés que puede llegar el día donde todos estemos incluidos o es una utopía?
Creo que en algún momento va a suceder, aunque hoy lo veamos como inalcanzable. Pensá que hace 10 años atrás nadie imaginaba que chicas XL estuvieramos modelando. Creo que la sociedad sola está cambiando, está habiendo incluso un rechazo hacia esos estereotipos que antes glorificabamos. Ahora se aplaude mucho más a los actos de inclusión. Y creo que va a llegar un momento donde los que no lo hagan, se van a sentir acorralados y no les va a quedar otra opción más que incluir. Quienes no quieran hacerlos, que tienen todo el derecho de hacerlo, a la larga, van a ser ellos quienes se van a sentir excluidos. Estoy segura de que eso va a suceder y en algún momento va a darse el cambio.
¿Qué te pasa cuando salís a pasarela o hacés fotos? ¿Qué sentís, qué te moviliza?
Me da mucha felicidad. Es concretar un sueño que yo antes creía imposible de lograr. Lo disfruto mucho y sobre todo el saber que a la gente le gusta lo que hago y lo que le trasmito. Me hace sentir bien que mi mensaje llega y que lo que hago yo es importante para alguien más. Es muy lindo y gratificante. Y por eso también estoy muy agradecida a todos los que me brindaron alguna oportunidad por más pequeña que haya sido.
Contamos más sobre tu proyecto Plus Model Argentina…
Bueno, la idea nació el año pasado como un pequeño proyecto. Yo trabajo también para una ONG llamada “Anybody Argentina”. El año pasado hicieron una campaña para reclutar todas las sedes internacionales, y ahí yo empecé a tener un poco más de notoriedad. Lo que sentí ahí entonces es que me faltaba un poco el sentido de comunidad y sentir que no estaba sóla en esto. Entonces buscando, me contacté con dos chicas más y surgió la idea de fundar una agencia autogestionada, cooperativa y que nos sirva como vidriera. Nos pasaba mucho que sentíamos que nosotras éramos para los demás las gorditas simpáticas que se anima y nos contaba incluso a nosotras mismas llamarnos, modelos profesionales. Que en definitiva lo éramos, por cómo se hacían todos nuestros trabajos. Así que le dimos para adelante y en julio del 2015 lanzamos la agencia con muy buena repercusión. También brindamos seminarios para enseñarles a las chicas y chicos de todos los talles y tipos de cuerpo, todo lo que sabemos del modelaje. Fue increíble la repercusión, todo lo que lograron los alumnos y cómo se puede hacer feliz a alguien con sólo darle la posibilidad que nadie le daba.
¿Cómo manejás el hecho de ser un referente para esos chicos?
Es difícil. A veces no tomo dimensión de lo que pasó y lo que fui logrando. Está buenísimo pero también tiene toda una carga. Miro para atrás y no puedo creer dónde estoy ahora y todo lo que logré. Es increíble todo lo que puede influir en otro el ejemplo y la historia de vida que mostrás.
¿Qué esperás o soñás que pase con tu carrera?
Mi sueño es poder seguir viviendo de esto, que tanto me gusta, y que cada día pueda ayudar a cambiar los paradigmas de belleza. Pero por sobre todo eso, espero poder ayudar a ser más positivos, aceptarse y quererse más. Así como lo hice primero conmigo misma. Yo era muy negativa y quejosa. Soy muy consciente de que se puede cambiar y que puede ser para bien. Como yo pude, sé y confió en que muchos otros van a poder.
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