Es la protagonista de la primera “lockdown fiction” hecha en Argentina que se estrenó hace muy poco por Amazon Prime con singular éxito. La actriz, modelo y conductora se pone en la piel de una justiciera en una serie donde se luce la producción que apuesta a una estética comic poco usada por estas pampas. Junto a ella repasamos todos los aspectos del rodaje y de su carrera.
Las cámaras se habían enamorado de ella quizás antes que se diera cuenta. La presencia hipnótica que posee Cecilia, moldeada especialmente para la pantalla grande o ahora para el reino del streaming, se exterioriza aún más en la gran dupla creativa que hacen con su pareja, Leo Damario, director y multi función de esta serie argenta rodada en pandemia, y que ya se sumerge en la aldea global de las plataformas. Cecilia craneó con Leo un personaje a su medida, rodeándose de un gran elenco, varios de ellos en personajes poco frecuentados. Justamente con Damario charlamos con RANDOM apenas había concluido el rodaje y nos anticipó sobre el gran trabajo que realizó Peckaitis y que deja entreabierta la posibilidad de una nueva temporada.
Cecilia irrumpió como bomba de MTV en la época en que ese canal era amo y señor de Latinoamérica, tanto que le permitió tener una temporada en Los Ángeles y ser host también de Cosmopolitan TV. La mujer, que también inspiró obras del gran fotógrafo Marco López o del artista plástico Diego Gravinese, posee una larga trayectoria en campañas de moda y publicidad. Formada en la actuación por maestros como Norman Briski, Mónica Bruni, Edda Bustamante y Ricardo Bartís; a punto estuvo de convertirse en musa del agente 007 pero ahora se toma revancha con creces en la acción y en la aventura, en capítulos que no dan respiro.
Su personaje Victoria es una especialista que desarrolló su propio dispositivo experimental y clandestino. Consultada por otras mujeres víctimas de violencia de género implementa un “tratamiento” que lleva a cabo a través de una extrema web terapia en la que enfrenta a la víctima con el victimario, al que mantiene secuestrado hasta resolver “el caso”. La trama plantea desde el comienzo que Victoria trabajó de modelo hasta ser víctima de abuso, como tantos casos que ocurren en la industria de la moda y son desconocidos. “Cuando al denunciar a sus abusadores fue silenciada, sufre un colapso y es internada en una clínica psiquiátrica. Ahora prófuga, mantiene su identidad y paradero ocultos hasta que un lejano conocido del pasado comienza a rastrearla”, resume la sinopsis.
¿Qué mejor que debutar con un protagónico con un personaje como Victoria? ¿Cómo tomaste ese tremendo desafío de rodarlo encima en Pandemia?
Es un sueño hecho realidad, no hay otra manera de tomarlo para mí, y sobre todo por estar respaldada por Leo. Sin él no se podría haber hecho toda esta aventura que nos iluminó en un momento tan difícil. Es muy especial para mí que hayamos podido hacer Victoria juntos. Es mi primer protagónico y pude abrazar el proyecto por completo desde su génesis (dos cosas que en general no se dan juntas) y fui además dirigida por Leo, que no solo es mi pareja sino que es un director talentosísimo al que siempre admiré mucho.
Hasta ahora siempre había trabajado más como modelo y conductora, pero siempre quise ser actriz y me formé con distintos maestros de actuación como Norman Briski y Ricardo Bartís.
Como modelo trabajé desde muy chica como cara de muchas marcas internacionales como Coca Cola y Stella Artois. También como conductora trabajé para Cosmopolitan y La Nación +, pero sobretodo en MTV fue donde estuve varios años y eso fue lo que me dio una proyección más internacional y tuve la oportunidad de viajar a Los Ángeles donde formé por un tiempo parte de una agencia que se llama Click y ha manejado carreras con esa doble faceta, de modelo y actriz (Isabella Rosselini o Uma Thurman formaron parte de su staff en el comienzo de sus carreras). Tenía agencia y manager muy interesados en mi proyección, vivía en Silverlake, tenía mi auto, estaba muy focus en hacer el crossover a la actuación mientras trabajaba como modelo pero al mismo tiempo no me soltaba mi vida en Buenos Aires donde también tenía una casa, una pareja que no me apoyaba nada, más bien me la hacía difícil porque era muy celoso de mi profesión (No le gustaba que me hubiesen convocado en L.A una agencia y cuando en alguna reunión alguien se interesaba en trabajar conmigo no le gustaba nada. Peor aún disimulaba una situación de falsa comodidad que con el tiempo por suerte salió a la luz). Cada paso que daba en mi carrera siempre era minimizado y solo pretendía que lo acompañe a él o esté para sus necesidades. Eso me detuvo mucho, no por amor, porque yo sabía que no estaba enamorada y no sabía cómo terminar la relación, sino porque era muy joven y sentía muchas presiones. Y además mi familia que estaba pasando un momento complicado.
“Leo me insistió mucho, mucho, en que tenía que retomar la actuación y me devolvió las ganas de actuar, también de confiar en que el amor de verdad te potencia…”
Estuve un tiempo en Los Ángeles trabajando y estudiando, perfeccionando mi inglés y tomando clases de actuación con Ivana Chubbuck (que no me gustó nada, aprendí más leyendo a Eric Morris). Ahí me llamaron para la audición de “chica Bond”, hicieron una preselección enorme y les gustó mucho mi “physique du rôle”, la audición fue en las oficinas de Universal City Plaza que es la torre de Universal al lado de los Universal Studios. Yo ya estaba pensando en volver a Buenos Aires y luego mi agente me avisó que no obtuve el papel y a pesar de que querían que me quedara, de hecho me seguían enviando a audiciones, me volví a Buenos Aires. La verdad hoy me doy cuenta de que no estaba bien acompañada en ese momento y se me hizo (o me hicieron) difícil instalarme allá. A la vuelta me fui alejando de mi profesión y la Cecilia actriz se fue apagando con los sueños que tenía de chica. Hoy entiendo que el patriarcado actúa internamente en las mujeres de un modo más peligroso de lo que creemos. Yo lo viví, sin entrar en más detalles porque prefiero reservarme, solo puedo decir que: “Sentí una goma de borrar gigante y estuve mucho tiempo sin encontrarme a mí misma”. Así me alejé de todo lo relacionado al medio. Hasta que apareció Leo. Una mañana, así con su charme seductor entre vampiro y gitano, en una reunión de trabajo para una serie, leyendo un libro de Serge Gainsbourg, vestido de negro y sus características gafas. Él estaba en pareja, yo no quería saber nada de parejas después de haber estado muchos años en una relación abusiva. Después de esa charla donde tuvimos muchísima afinidad y sintonía, Leo se fue de viaje, pero quedamos en contacto, a su vuelta, unos meses después, nos volvimos a encontrar ya más en plan cita y no nos separamos más.
Leo me insistió mucho, mucho, en que tenía que retomar la actuación y me devolvió las ganas de actuar, también de confiar en que el amor de verdad te potencia, que podés tener un compañero. Trajo muchísimas cosas muy bellas a mi vida, tanto que además de Victoria, tuvimos a nuestra hija Amatista Fedra y formamos una familia ensamblada (junto a su hija Amanda Rubí y mi hijo Oliverio). Me animé a este protagónico porque fue de la mano de él. Le voy a estar siempre agradecida por haber confiado en mí, si bien la idea original de Victoria la desarrollamos entre los dos, Leo podría haber convocado a la actriz que quisiera y me insistió mucho en que sea yo. Estoy muy muy feliz. Es lo opuesto a cualquier hombre que haya conocido: Leo es muy seguro, fuerte y me acompaña en todas.
Es extraordinario todo el laburo que hicieron todos los implicados pero ¿Cómo resolvieron tan magistralmente el hecho de rodar tantas escenas en diacronía?
Ahí se lleva todas las palmas Leo, yo lo vi trabajando con los actores por separado, en rodaje, resolviendo todo, luces, sonido, prácticamente no había equipo técnico por cuestiones de protocolo, muchas madrugadas en casa ( que fue una de las locaciones donde más filmamos), estábamos los dos solos haciendo los planos de Victoria en la terapia y yo le hablaba a un otro que no estaba ahí, pero actuando que sí y tal vez Leo todavía no lo había filmado a los otros actores de la escena y lo filmaba días después. Pero en su cabeza ya tenía toda la escena y sabía cómo filmarnos a cada uno, su trabajo como director fue genial, él es muy contenedor. Leo estaba prácticamente solo en rodaje pero no estaba solo, tenía el apoyo de Gisela Asmundo de Little Bull que fue la productora ejecutiva, la única que confió en que este proyecto podía salir adelante en un contexto muy difícil y fue la única productora que dio trabajo en esos meses tan duros del 2020, en el momento de más aislamiento. También fue muy importante el trabajo de Nora Mazzitelli en guion ya que permitía ser filmado así y la edición de Hernán Siddham que junto con Leo transformaron la diacronía de la experiencia de rodaje en sincronía. Fue una gran apuesta, se creó un dispositivo que nos permitió filmar en pandemia (por eso es la primer lockdown fiction).
¿Es verdad que se enteraron con Leo que serían padres a punto de comenzar a rodar? ¿Cómo se distribuyó el set hogareño y además cómo lograron canalizar todo lo emocional que sería un torbellino en esos momentos?
Sí, filmé toda la serie embarazada, se sumó al estado de vulnerabilidad general en el que nos ponía la pandemia la revolución hormonal del embarazo. Por supuesto que Amatista es fruto de la pasión de una cuarentena que también fue cómo una luna de miel para nosotros. Sin dudas todo eso está plasmado en Victoria. Realmente fue una experiencia que fue más allá de cualquier cosa en la que haya participado antes. Creo que para todos formar parte de Victoria en el momento en que se hizo va a ser muy difícil compararlo con otra cosa. Hubo mucho arrojo de parte de Leo capitaneando y todos nosotros que nos embarcamos en esta aventura con él. Nuestra casa se transformó en un set disponible para filmar 24×7, la verdad es que con Leo Damario cumplimos la fantasía de jugar a ser Cassavetes y Rowlands durante los meses de filmación de la serie.
Fue un rodaje muy atípico y eso también influyó en la composición, por momentos fue un trabajo muy en solitario porque no hacías todas las escenas con tus compañeros, muchas se filmaban en solitario, yo me fui encontrando a Victoria y vivía en ella las 24hs. Con los demás actores se filmaba en diacronía para respetar el protocolo del cupo mínimo de personas, la sincronía se logró después en el montaje. En las jornadas de filmación Leo dirigía, hacia cámara, foto, sonido directo y tenía en la cabeza el resto de la escena que se había filmado antes o se estaba por filmar después, fue una experiencia muy intensa. Él me pedía filmar en cualquier momento del día según su inspiración. Me proponía que yo esté maquillada y lista 24/7 y así también estaba él con la cámara. Si leía un libro o amanecía él veía una toma en su cabeza y para plasmarla armaba el set con pantallas y luces en la habitación y me filmaba. Mi trabajo terminó siendo muy genuino y real, cuando Victoria duerme, duerme de verdad, cuando lee, lee de verdad, lo mismo el final cuando sufre un ataque de pánico. Mis escenas fueron retratadas de un modo muy auténtico. El me buscaba con la cámara todo el día, me hablaba detrás del lente, si cenábamos a la luz de las velas y veía un gesto mío que lo inspiraba, enseguida sacaba la cámara. Yo como actriz siento que Victoria es un primer pasito de una obra que empiezo a forjar.
Todo lo que viven las féminas de la serie produce una empatización instantánea. Me imagino que todo lo que ocurría con las historias quedaba de algún modo impregnado en la piel incluso al terminar de grabar, ¿no?
Cuando estábamos ideando la serie pensamos a Victoria como una heroína feminista pero ligada al mundo de la ficción más absoluta, una fantasía total escapada de un cómic, una mujer que sale vestida con estética dominatrix a cazar machirulos. Pensamos que como contrapunto a todo ese lenguaje de artificio propio de los géneros con los que conversa Leo, los casos de cada episodio, que son todos caso de violencia de género, debían ser muy reales y reflejar la violencia cotidiana que sufrimos las mujeres, violencias y abusos de todo tipo. La idea era visibilizar esto de una manera muy real. Creo que todas las mujeres nos podemos identificar con las mujeres de Victoria y empatizar como vos decís. La agenda de género por suerte tiene mucha visibilidad en los medios y a nivel institucional se han logrado avances importantes, la IVE en nuestro país es un hecho histórico en las luchas de los feminismos. Pero todas estas victorias, toda esta visibilidad, no hizo que bajaran los femicidios o las denuncias por abuso de género, al contrario, en la pandemia se dispararon. El contexto de encierro profundizó la vulnerabilidad de las mujeres, el mapa cambia pero el territorio está cada vez peor.
Las historias que se cuentan en Victoria no quedaban en nuestros cuerpos después de interpretarlas sino que están ya en nuestros cuerpos desde antes, hay mucho de biográfico en ellas, hay mucho de mí y mucho de las otras actrices que trabajaron mucho las historias que se cuentan y cómo se cuentan con Leo y -a su vez- con Nora en el guión.
Por otro lado, que se hayan inspirado en Karen Mulder es otro gran acierto, si bien gran parte de lo que ocurre bajo la moda se esconde bajo la alfombra, ¿Creés que es interesante que más voces se levanten contra la tiranía de los estereotipos o de ciertos personajes que tanto lastimaron o lastiman a las modelos?
Lo que le pasó a Karen Mulder cuando a principios del 2000 denunció en televisión que había sido víctima de abusos de parte de uno de los jefes de su agencia, Elite, es escalofriante. Como todo se tapó y ella terminó internada. El año pasado otras ex modelos de la agencia se sumaron y se comprobó finalmente que fue así como ella lo denunció hace tantos años. En su momento la trataron de loca y la internaron en un psiquiátrico. “Tratar a la mujer de loca” es una frase que dice uno de los personajes de Victoria. Justamente el guión está atento desde el micro al macro machismo. Y a todas nos pasó. Por supuesto que es necesario que sigamos levantando la voz y denunciando los abusos. El abuso de poder y la violencia de género se da en todos los ámbitos sociales, es algo que nos atraviesa lamentablemente como cultura.
¿Cuáles son esos momentos que más te han gratificado en tu carrera? Que quizás así sea en los pequeños detalles significaron mucho en tu vida…
Lo más gratificante es este presente con Victoria en Amazon y toda la aventura vivida con Leo para concretarla.
La pareja que hacen con Leo emula a la de tantos otros grandes binomios creativos del cine, ¿Cómo lograron compatibilizar lo creativo con lo doméstico? Pienso que es una dupla que se repetirá muy a menudo tanto en streaming como en pantalla grande… ¿Verdad?
(Sonríe) Ya tenemos pensada la temporada 2 de Victoria. No nos damos mucha cuenta como lo compatibilizamos, porque es cómo lo mismo para nosotros y es verdad que nos inspiran mucho las parejas del mundo del cine o del arte en general que pudieron hacer una vida y obra en común, es algo que nos une (como muchas otras cosas) desde incluso antes de conocernos con Leo, es por esas cosas que nos sentimos tan afines al momento de conocernos en persona.
Te digo que ya quiero ver la segunda temporada, arriesgo que debe estar lleno de bocetos la casa que comparten con Leo no? Ah, y no quiero dejar de mencionar la gran participación de Rubí, que la rompe toda también en la serie…
Yo la grabé a Rubí una tarde en casa para el off con la voz de Victoria de pequeña. Estaba jugando con sus LOL (que es fanática) y la llamamos para pedirle que nos hiciera la voz de una secuencia animada híper dramática. Le fue tan sencillo, la hizo en dos tomas, entró en la escena y salió como si nada. Lo hizo con mucha naturalidad. Para la próxima sumamos a Amatista y Oliverio también.
¿Qué cosas echas de menos de la antigua normalidad? Y al ser una mujer que de algún modo tuviste un vida de película, conductora, estadía en LA, producciones increíbles, ¿Cuáles son tus nuevos sueños tanto para la carrera como con Leo?
No sé si es una vida de película, pero es la vida que siempre quisimos y lo incluyo a Leo. Una vida donde la profesión, el amor y la familia van de la mano y forman un todo. En lo personal siempre quise dedicarme de lleno a esto con todos los riesgos que implica. Encontrar una pareja, un artista con el que jugamos a John y Yoko y vivimos apasionada y tiernamente lo que el azar del arte nos propone, que es una dicha con sus ups and downs (que también los hay). Y más por todo lo que pasamos hasta encontrarnos. Creo que siempre nos estuvimos buscando. Por ahí nuestra película podría ser Drácula o “Sólo los amantes sobreviven” de Jim Jarmusch.