Federico Mordkowicz: Esa es la cuestión

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Posiblemente hay muchas profesiones y oficios de alto riesgo, de vasta complejidad en el mundo pero ser guionista de cine y televisión, ¿Quién dijo que es fácil? Además, con el ingrediente de que en este lado del mundo el contexto puede a llegar a ser inestable por momentos para todo lo que está relacionado al arte y producciones audiovisuales, en general.

Es difícil desempeñarse en el área cuando todavía no se ha consolidado como industria propiamente dicha, no solo es hacer sino permanecer. Pero a pesar de todo muchos elijen ese camino y se van enamorando de otras roles como la de director, productor y mucho más como la historia de Federico Mordkowicz.

Es un todo terreno de la materia, realizó su primera película “Eso que nos enamora” no solo como guionista y director, sino también como productor, editor, y hasta se encargó de hacer la música y los afiches. Entre sus comienzos como guionista participó en “Tumberos”, “Maestros de TV”, “Los Machos de América”, “Gladiadores de Pompeya”, “Historia Clínica”, “Mis Amigos de Siempre” producida por Pol-ka. En el exterior escribió las tiras: “Papá de Corazón” (Paraguay), “De Mil Amores” (Paraguay), “Infamia” (México) y las serie “Resaka” (Ecuador). También desarrolló contenidos para Televisa Internacional (México). Escribió junto a su padre, el reconocido guionista Jorge Maestro, el guion del largometraje “La Pelea de mi Vida” y realizó la edición de guion del film “Cuentos de la Selva”. Además, creó y dirigió la obra de teatro “Entre Cajas”. En los últimos años incorporó entre sus actividades las asesorías de proyectos y docencia en talleres de guion entre otros.

Entrevistar a Federico es permitirse reflexionar con sumo realismo y buscar, lejos de los lamentos la solución a las barreras que suele presentar el oficio de ser guionista y del área audiovisual en general. Si sos del palo te va a ilustrar y si no tenés nada que ver con esta profesión podrás conocer el apasionante mundo de los hacedores del entretenimiento audiovisual. La historia de Federico nos reafirma que la tarea no es fácil pero demuestra en la práctica que tampoco es imposible y vale la pena.

¿En qué momento laboral te agarra esta cuarentena, tenías muchos planes para el año?

¡Uff! tenía un montón de planes. Estaba en medio de un proceso de irme a Madrid a vivir por un tiempo, tenía pasaje para el 23 de abril. Quería ver un poco el mercado de afuera, participar de los festivales, hacer un networking diferente, iba ir por un tiempo largo sin pasaje de vuelta. Digamos que me agarró en pleno proceso de cambio y me tuve que adaptar rápidamente a estas nuevas normativas

¿Y orientaste todo por el lado de la docencia?

Sí, pero es algo que yo venía haciendo hace un tiempo y esta situación empezó a generar una demanda de clases online, usar zoom y otros canales que yo venía utilizando. Por ese lado, jugó a favor esto para lo cual yo estaba preparado. Siempre los artistas tenemos que tener un plan de negocios para adaptarnos y esto de formar gente es algo que yo venía haciendo y me gusta mucho.

“Cada vez que se empieza un proyecto es siempre es empezar de cero, […] Las historias no se pueden reciclar porque los problemas son siempre los mismos, pero replicar un éxito es difícil.”

¿Naciste para ser guionista?

Creo que hay gente que le pasa eso, que existen esos personajes que son diferentes, que están ahí, que tienen esa sensibilidad y está buenísimo. En el cine particularmente creo que es todo un trabajo en equipo, es mucha gente combinando muchas cosas y es una sinergia que si no sucede es difícil que se vea en un producto final. Por lo cual no creo en el talento nato, creo que hay algo que nos conecta con nuestra sensibilidad y que podemos desarrollar cualquier proyecto cualquier persona que se lo proponga. Distinto es cuando existe una destreza física como en el futbol, pero aún así hay muchos deportistas que con esfuerzo llegan. Entonces no es que nací para esto, esto estaba en el mundo y yo me encontré con el asunto. Es bueno desromantizar el arte desde ese punto de vista.

¿Que se despertó primero en vos, el guionista, el productor, el director?

Y me gustan todas, creo que esto es una forma de jugar, en lo audiovisual hay que saber un poco de todo. A mí siempre me gusto lo técnico editar, tener la cámara, hacer cosas o sea que pegaría más con la producción y dirección. Pero el guion también es la esencia, y si falla estructura y solidez la obra audiovisual no resulta, por eso es importante saber cómo hacerlo.

También estudiaste actuación…

Sí, bastante, estudié improvisación, también estudié clown, estudié en la escuela de Raúl Serrano, estudié con Agustín Alezzo e hice infinidad de talleres pero no con la intención de actuar, pero es una herramienta fundamental.

¿Y el hecho de que vos hoy te dediques a esto tiene que ver con una herencia familiar?

Claro, vengo de familia de artistas tanto mi papa (Jorge Maestro) como mi mamá son artistas, mis primos, mi tía, claro eso ha influenciado. Mis padres me marcaron desde lo profesional de diferentes maneras. Con algunas cosas que concuerdo y otras que no. Y el no acordar es otra forma de aprendizaje y de ver las cosas. Lo que me jugó a favor es no tener ese miedo que por ahí tienen los artistas de decidir de dedicarme a esto que es el arte. Y si por ahí juega en contra la expectativa que genera “ser el hijo de” de tener que cumplir cosas.

¿En tu infancia te atraía leer guiones por ejemplo? Supongo era habitual verlos en tu casa.

Sí, dibujaba atrás de los guiones y escuchaba las clases de canto que dictaba mi mamá y me crié en ese mundo. Compongo y tengo mi proyecto musical que voy haciendo y me gusta mucho.

¿Cómo es la cocina de un guion para una serie?

Cada proyecto es diferente, se puede gestar de diferentes maneras. En el caso de “Mis amigos de siempre” y el de “Historia clínicas” había un proyecto de producción que demandaba guionistas, porque la idea era de una productora para lo cual se convocó guionistas. Que no es lo mismo que si un guionista lleva y trabaja sobre una idea propia. Es decir que la productora decía que es lo que había que escribir porque se trabajaba sobre su idea, había una bajada de línea. “En mis amigos de siempre” tenía la particularidad de que había que sacar un capitulo por día de una hora en 140 episodios a lo largo de un año. Cuando las series convencionales hacen rato están caminando por otro lado. Era una puesta medio extraña, hacer algo que es entre una tira diaria y una serie. Pasa que la función que tiene la televisión de aire es vender público y se va adaptando a esas necesidades del mercado y en esta tira de jugadores de futbol pasaron a ser policías. Distinto es cuando un guionista hace su propio proyecto y se maneja como puede de acuerdo a sus posibilidades.

Recuerdo que tu papá Jorge, uno de los guionistas de “Mis amigos de siempre”, comentó que era complejo el punto de partida de esa historia porque les pidieron que hagan una fusión entre la serie “Amigos” y “La banda del Golden Rocket”…

Lo que pasa que si te piden que escribas algo para que sea un éxito, partir desde ahí es algo un poco imposible. La productora Pol-ka venia decayendo en su calidad artística, desde mi punto de vista. Estaba con una línea muy gastada desde hacía muchos años. En parte por la exigencia de que los contendidos funcionen, obvios que nadie quiere salir a fracasar, pero en esa búsqueda de sobrevivir se buscan cosas que ya funcionaron y es difícil repetir un esquema ganador en la televisión. Cada vez que se empieza un proyecto es siempre es empezar de cero, las cosas que son tendencia hoy dentro de un año no lo van a ser. Las historias no se pueden reciclar porque los problemas son siempre los mismos, pero replicar un éxito es difícil.

La productora Underground venía trabajando con un modelo distinto, más cerrado, series de tres a cuatro meses de duración que ya estaban todas grabadas, sin chance de especular con la respuesta del público…

Si, en ese caso se hacía desde la pasión de contar una historia y no se partía del resultado que de acuerdo a la respuesta estaba sujeta a mutar, lo cual cambiaba totalmente el espectro.

¿Cómo ves el futuro de la ficción en TV?

A mí me parece que la televisión de aire va a tener otra función, cada vez va a estar más alejada de la ficción que hoy se consume en plataformas como Amazon, Netflix. Creo que la ficción va a encontrar su nicho en esas plataformas, e inclusos en plataformas más chicas como Flixxo o UN3 y la televisión de aire se va a quedar con la tv en vivo, noticieros, magazine y eventos en vivo como mega recitales o partidos de fútbol. Algunos dicen que la TV nunca morirá y yo creo que va a transformarse en otra cosa. En algún momento internet va a ser gratis, y todo el mundo va a poder ver como se ve contenido gratuito en YouTube, para mí se va a poder ver también algún contenido gratuito en Netflix para promocionar y como lo hace Amazon video. Y todos van a buscar su modelo de negocio en función de brindar contenido gratuito y la ficción en la tv de aire va a quedar fuera del juego.

Entre cajas

¿Hacer películas comerciales en Argentina es tropezar más o menos con las mismas piedras que en TV de aire?

Y sí , porque tenés que partir del resultado, necesitás muchos espectadores, distinto es en Netflix que tiene suscriptores y si le va más o menos a una película o serie tenés a otras que le va muy bien y se equilibra la balanza. Hacer cine es muy caro y esta subsidiado en todo el mundo porque necesitás ese apoyo además de una política que acompañe la cultura, es sinergia. Y no pasa porque te den la plata para que te las arregles y listo, se trata de capacitar gente también para llevar adelante el proyecto, hay un montón de cosas que vienen detrás para hacer una película. Hace falta que el INCAA vuelva a tener un poder más grande en las producciones y un Estado nacional que cubra la demanda del mercado. No puede ser que vengan las plataformas de afuera, se instalen y no paguen un solo dólar de impuesto fuera de los impuestos tributarios de ganancias, no pagan a la cultura, a la misma industria. En ese sentido tiene que haber una política más proteccionista, está bien traer contenidos de afuera pero también producir contenidos de acá para exportar o también para la misma región. Porque por ahí las historias que pasan no sé, por ejemplo en Santiago del Estero, solo le importa a la Argentina y está bien que sea así. Entonces cubrirnos y trabajar sobre nuestro patrimonio sería bueno. Por lo cual si el cine no se pone las pilas en ese sentido le va a costar salir a la industria y comercializar sus contenidos.

¿Te parece que el guionista acá en argentina está bien valorado?

Creo que no está bien valorado en ninguna parte del mundo. En la película “Shakespeare enamorado” hay una escena que refleja mucho eso, un productor va caminando con un financista y este último pregunta y este quien es: y lo señala a Shakespeare y el productor responde “nadie, es el autor” (risas). Infobae había sacado una nota donde decía que para Netflix las estrellas eran los guionistas y decía que siempre fueron los postergados. Y siempre estuvieron en ese lugar de mártires que sufren de escribir. Lo decía Billy Wilder que para el dirigir era un placer y escribir una tortura, porque nadie baja a un set y te dice “che me parece que el HDMI (que es un farol muy potente) está alumbrando 45 grados en relación al espectro de radio”. O sea nadie te opina sobre eso pero sobre el guion opina hasta el de seguridad que está en la puerta y te puede decir “me parece que en el capítulo de ayer el personaje se comportó de una manera que no era de él, no quedo bien “. O sea todo el mundo opina del guion, todos se creen creadores de grandes ideas, cuando lo que hay que hacer es sentarse y desarrollar una idea con criterio y no es fácil. El rol del guionista está muy postergado y es la pata fundamental para que una historia funcione. Sino funciona desde el guion jamás funcionará en la pantalla, porque es trabajar con la nada por lo menos en la obra audiovisual.

“Por ahí hay que hacer menos películas pero que sean más potentes, o darles más difusión con algún canal. […] Lo que tal vez hay que hacer es no salir a competir sino coexistir.”

¿Qué es lo más complicado de ser guionista?

La ansiedad, sobre todo en este mundo donde todo tiene que ser ya, todo está a un click, a un touch y está buenísimo por un lado. Pero las historias necesitan profundidad, trabajo evolución, por eso la disciplina es muy importante en este trabajo y la ansiedad hay que trabajarla mucho. Para no adelantarse al proceso de creación, cuando estas escribiendo hay un sinfín de posibilidades que es difícil que salga de una todo.

¿Cuál fue el desafío más grande que viviste hasta ahora en tu carrera?

Hacer la película, no solo por todo el tramiterío que implica más allá de la obra en sí, sino porque yo la dirigí, la produje, la escribí, la edité, hice el afiche, la foto del afiche, hice la cámara, una canción, fue como mi tesis. Claro que lo puede llevar a cabo por todo lo que había hecho antes, mi experiencia previa en la serie que realicé, por lo que escribí, los discos que produje. Sin todo esto no podría haber llevado adelante el proyecto de la manera que lo llevé. Después te puede gustar o no pero empezó siendo una idea y terminó en el cine y eso ya es un montón.

¿Hacés un género que es el de comedia romántica que muchas veces se minimiza y más desafiante aun es que lo haga un hombre?

Sí, tiene mala prensa y es lo que vos decís, esta vista de un lugar que no es. Este género es comedia, tiene romance pero generalmente se trata de otra cosa, no solo del amor de dos personas. Habla de dos personas con características que los atraen, que les están pasando otras cosas en el contexto de conocerse de estar juntos o lo que sea. Pero habla de las emociones como tema principal. Las películas de terror también hablan de las emociones pero lo hacen de manera más metafórica, el género romántico explora las emociones de manera más tangible. Y hay un preconcepto de que cada vez que se menciona género romántico muchos piensan en que es el amor como hilo conductor y para mí pasa por otro lado.

Se lo suele confundir con cine pochoclero…

Sí, pero hay cine pochoclero que está buenísimo y hay cine que no es pochoclero y es malísimo. Hay de los dos en los dos lados. Mucha gente me pregunta cual es mejor si el cine comercial o el independiente y para mí el cine es siempre comercial. Nadie hace una película para sí mismo, la hacés para que se vea y eso implica oferta y demanda, y ahí estamos hablando de algo comercial. Por eso lo pochoclero, lo independiente, lo comercial, ya pasa por otro lado. Una película súper pochoclera es “Big Fish” y es súper profunda, salió millones de dólares, fue masiva pero inmensamente profunda. Por eso me parece injusto cuando le ponen ese sello.

Al igual que cuando se dice “es cine argentino”…

Eso pasaba mucho, por suerte empezó a cambiar. Es una realidad que se hacen mucha más películas de lo que la gente se entera, imagínate que en un año se produjeron 150 películas entre documentales y ficciones. Ese número es el promedio anual, puede ser un poquito más un poquito menos, pero ese cine no se ve pero volvemos a lo mismo, es una cuestión política. Por ahí hay que hacer menos películas pero que sean más potentes, o darles más difusión con algún canal. No sé, hay que sentarse a pensar, porque es muy difícil competir con Avengers 5. Pero está bien también, la gente tiene gana de ver eso y no la película que hice yo por ejemplo. Lo que tal vez hay que hacer es no salir a competir sino coexistir, tal vez que la entrada salga menos o poner un impuesto para las películas que más venden para que con lo que se recaude se hagan películas acá. Más allá de los fomentos que de eso hay mucho, con gente muy capacitada que da asesorías pero hace falta una mirada más global. Igual creo que en este momento el cine argentino está yendo para abajo, como pasa en el país y es cíclico. Bajamos, tocamos fondo, volvernos a subir y esto trasciende lo audiovisual, pasa en general. Un día estamos lanzando satélites y después tirando piedras. Y no hablo de los gobiernos, a nivel general somos así. Tenemos tendencia que no sé cómo definirla pero afecta al área del cine que sacamos películas extraordinarias y después bajamos.

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