El documental de Britney Spears, Framing Britney Spears, que se estrenó por Houlu y Fox, presentado por The New York Times, el 9 de febrero desde el comienzo deja muy claro el poder de los fanáticos en la lucha que lleva la artista contra su propio padre en el proceso de librarse de la tutela que él lleva sobre todas sus acciones en su vida personal y financiera, tanto así que la cantante ha decidido no cantar más hasta que esta situación se resuelva.
Este documental muestra cómo Spears, siempre estuvo presionada para ser exitosa y cubrir el deseo de ser millonario de su padre quién no se involucró de lleno en su carrera hasta que Britney colapsó y aprovechó para ir por todo.
En este film, queda muy claro que la artista siempre tuvo estuvo ubicada en tiempo y espacio en lo que hacía, tomaba sus propias decisiones pero el precio a pagar por ser una mujer triunfadora y tomando las riendas de su vida es un precio que se paga y caro. Es impresionante el asedio constante de paparazzis y el escrutinio de su vida, tanto que la esposa del entonces presidente de Estados Unidos opinó sobre la ruptura con Justin Timberlake y dijo que ella misma le dispararía con un arma de fuego por lo que supuestamente había sucedido. Y esto era que supuestamente, Britney había traicionado al cantante y él lo contó en un video, “Cry me a river”. Hoy casi 20 años después y con una sociedad con un cambio de posturas muy cambiado, dos días luego de lanzado el documental, Timberlake postió un pedido de disculpas por haberse comportado como un hombre cis blanco con tantos privilegios y haberse aprovechado de la situación.
Otro punto a destacar, es que son los fans quienes después de un audio de una persona desconocida que afirma que Britney Spears fue internada contra su voluntad en una clínica psiquiátrica por su padre y constatar esto con la ausencia prolongada de la cantante en redes es que la lanzan el movimiento #FreeBritney. Este movimiento aboga por la liberación de Spears del proceso de tutela de su padre, por el cual básicamente ella no puede tomar ninguna decisión en su vida, ni una tan básica como comprar un café, menos decidir un contrato a firmar. Lo llamativo del caso es que la artista paga por los abogados del padre y sus propios abogados, cuando Jamie Spears, debería pagarse los suyos. Otra cuestión llamativa, es que Kevin Federline, ex esposo de Britney, impuso una orden de restricción contra el padre de Britney por abuso de los menores y no se puede acercar a ellos.
Es tal la lucha, que la última noticia es que, el padre de Britney perdió la tutela completa sobre su hija y ahora la comparte con un abogado de ella, y en los papeles del juicio, la misma artista cantante agradeció a sus fans por la lucha que comparten con ella y por apoyarla en todo momento, es decir, todas las especulaciones y pensamientos que se conjeturaron a partir del #FreeBritney, ella con esto, las afirmó.