No todo es Covid en Inglaterra por estos días, en la tierra de la Reina Isabel II, los músicos ingleses están en pie de guerra. No sólo por la segunda ola que ha sido más devastadora que la primera de coronavirus y los ha llevado a un confinamiento más severo sino, que debido al proceso geo económico que están en proceso, el Brexit, su futuro no se ve nada esperanzador.
El Brexit, al comienzo fue apoyado por la mayoría de los ingleses para separarse de la Unión Europea y verse libres para operar económicamente pero la pandemia asestó un golpe duro a las arcas de dinero de todos los países del mundo y el Reino Unido no fue la excepción, teniendo la crisis más grande de los últimos 300 años, entonces lo que antes se veía con excelentes ojos ahora se ve como un descalabro que no tiene arreglo en el corto plazo y su primer ministro, Boris Johson no tiene intenciones de echarse atrás.
Ahora, no sólo el repudio es masivo, sino que aquellos que siempre estuvieron en contra, los músicos, van a sufrir las consecuencias de este rompimiento y las mismas son devastadoras. Thom Yorke, de Radiohead, llamó al gobierno “imbéciles sin carácter”, mientras que Geoff Barrow de Portishead, lanzó el hashtag #BorisKilledMusic dado que las restricciones que el Brexit les impone tanto burocráticas como financieras, supone para los artistas para tocar en los 27 países de la Unión Europea son casi imposibles de llevar a cabo tanto para artistas consagrados y sería letal para artistas emergentes de la música británica.
Las industrias creativas de la U.E. tienen un fondo de casi 1,259 millones de euros y el Reino Unido no podrá disponer de esos fondos. Todo indica que el precio de los discos y mercancías de las bandas británicas subirá en Europa, ya que se perderán los beneficios fiscales de los que el Reino Unido goza dentro del bloque.
Los músicos se juntaron y figuras como Noel Gallagher, Louis Hamilton, Dua Lipa, Elton Jhon y 200.000 artistas más firmaron una petición para que tengan un permiso de libre circulación, el cual rechazado por el gobierno inglés y lamentaron que ellos al ser punta de lanza de la cultura británica a nivel mundial sean despreciados de tal forma.