“Soy, como dice la Mona, un muchacho de barrio que no tengo horarios cuando hay que cantar. La primera vez que nos presentamos en el Quality la gente pedía más títulos de tango que otra cosa y fuimos canturreando con el público, a veces sale con la banda o sale a capella, ojalá que salga algún cuarteto, a mí me gusta mucho”, palpita el cantante que este viernes presenta su disco Así! con el que se consagró ganador del Premio Gardel en la edición 2017 como Mejor Nuevo Álbum Artista de Tango en Quality Teatro (Córdoba).
Oriundo de la ciudad de La Plata, cuenta con más de quince años de trayectoria como solista y posee un vigoroso registro vocal, si bien desde chico se vinculó a la música como DJ y luego como batero, un día debió elegir entre la música y su incipiente carrera de futbolista. “Hice muchas inferiores en muchos sentidos, me iba a buscar una batería que me prestaba un amigo con un auto prestado, un platillo que me prestaba otro, lo único mío eran un par de palillos. Por suerte tenía mi equipito de sonido para pasar música y eso a veces lo usábamos para tocar, y cuando me compré mi primera batería fue todo un acontecimiento, similar a cuando me compré mi primer auto. Todas esas cosas sirven porque les das mucho más valor a todo”, cuenta a RANDOM. Tras participar y conquistar semana a semana al público y jurados de la segunda temporada del ciclo “Elegidos, la música en tus manos”, se consagró ganador y recibió como premio un contrato con Sony Music para grabar su disco solista. “Elegidos fue una bisagra porque tuve la suerte que me pudo ver un país, la televisión tiene ese poder. Yo soñaba que alguien me escuche y pasó esto del programa, pero lo bueno fue que lo disfruté mucho”, recuerda.
¿El tren te agarró con las valijas listas?
Sobre todo fui con la misión de disfrutarlo y aprender sobre todas las cosas. Y el tema del tango fue un desafío, me pasó que en un momento la gente decía que me favorecía con el tema del tango pero desconocían que yo había tenido una banda de cumbia y de cuarteto durante mucho tiempo, cantábamos en fiestas y la gente que me conocía de los lugares que me presentaba me tenía de ahí. Después que pasamos por un programa de televisión quedamos como desguarnecidos, pero tuvimos la suerte de grabar el disco con Sony y lo ayudamos a caminar.
Fuiste un antecesor de lo hoy conocido como cumbia canchera…
En aquella época agarrábamos las canciones melódicas y la transformábamos en cumbia, también me sirvió mucho el hecho de pasar música porque pude descubrir desde las bandas de Córdoba todas porque tengo vinilos de Chébere, Gary, Trula, etc, acá mucha gente conocía “Elizabeth” porque yo la cantaba, hacíamos Puerto Montt de Los Iracundos, algún tema de Camilo Sesto, todos en versión cumbia. Los que no me conocían creían que me favorecían al darme tangos para cantar en el certamen.
Descuento que nunca imaginaste llegar a ser uno de los mejores cantantes de tango…
En mis comienzos me imaginaba tocando la batería en una banda de rock, fue de casualidad que empecé a cantar porque quién lo hacía dejó de hacerlo y mis compañeros me incitaron a que fuera yo. Nunca me había programado cantar, iba a ver las bandas y miraba los bateros. La música la interrumpí muy poco tiempo, en la época que jugaba en las inferiores de Gimnasia me complicaba poder pasar música y de tocar no me imaginaba nunca. A los 18 años me salvó la vida en ese sentido porque volví a pasar música, me invitaron a tocar la batería y lo hice con una prestada, fue todo muy loco.
Las diagonales que toman la vida, ¿Tu destino podría haber sido otro, no?
Me anotó mi hijo, tampoco lo tenía en mis planes, está bueno a veces dejarse sorprender por estas cosas de la vida, hay tantas cosas feas que cuando te toca una cosa linda dejarse sorprender. Sobre todo ir detrás de los sueños, cuando se concreta eso te pone feliz, sabiendo que son más las puertas que se te cierran que cuando se abre una hay que aprovecharla. Cuando estaba en la pista me imaginaba pateando un penal, trataba de asegurarla por más que se me fuera un cachito afuera.
Tu formación de DJ, ¿Fue clave para saber lo que el público quería escuchar?
Sí, me sirvió de mucho, escuchar mucha música, abrir la cabeza y nutrirme, justo me tocó pasar música en la época que nacieron los mejores grupos de rock nacional, las mejores bandas internacionales, curtirme con todo eso. En el caso del cuarteto mi admiración por las voces como Gerardo Farías de La Sonora Bonita, el Toro Quevedo o Fernando Bladys, etc. En los shows en vivohacemos ejercitar a la gente la memoria con temas desde Nino Bravo o Serrat. Tangos escuchaba desde que tengo uso de razón porque mi viejo los ponía desde los 4 años. El Negro Juárez era como escuchar a Elvis y después empecé a descubrir muchos cantantes que admiro. Ahora tengo la suerte de cruzármelos y no me guardo hacérselos saber.
Vázquez compartió escenario con artistas de la talla de La Sole, Franco De Vita, Raphael, Marco Antonio Solís, Camilo Sesto, Cacho Castaña y Dyango. Además, acaba de estrenar su single “Cuando muerde el amor”, una balada que lo muestra en una faceta más romántica.
