El actor y director dirige la batuta de Bright, la superproducción exclusiva de Netflix que cierra el año con estreno mundial en simultáneo.
En plena gira de presentaciones y tras su visita a San Pablo para compartir un estreno en la última Comic-Con, se hace un tiempo para hablar con RANDOM con suma amabilidad. David habla en perfecto español y se pone serio al ser consultado sobre la tragedia del submarino Argentino, es que previo a su formación en la industria cinematográfica y televisiva, fue tripulante por muchos años en la Marina estadounidense. Desde la influencia de South Central de Los Ángeles, su inspiración con los actores, hasta la importancia de la Fe y sus nuevos proyectos en una nota en exclusiva.
“Era la primera vez que venía a Brasil y la gente ha sido muy amable, tienen los corazones muy grandes, son muy fanáticos y quieren mucho a las películas. Nos reciben súper bien a los actores y parece que la trayectoria de Brasil como un epicentro de cine y de cultura va creciendo”, reconoce.
Ayer, a días del estreno, dice que le encantó hacer una película que es más que entretenimiento. “Podemos plantear preguntas y abrirnos los ojos de lo que está pasando en el mundo o provocar que la gente hable de ciertos temas que a veces son incómodos”. Will Smith, Joel Edgerton, Lucy Fry (ver nota aparte) y Noomi Rapace encabezan el elenco de la película original de Netflix. “Son grandes estrellas y grandes acciones”, la califica Ayer. Bright sigue la historia de dos policías de Los Ángeles interpretados por Smith (Oficial Ward) y Edgerton (Oficial Jakoby) quienes pelean contra orcos y contra la duende villana poderosa interpretada por Noomi Rapace (Leila) para salvar el mundo como lo conocen. Batallando sus propias diferencias personales, así como el ataque de enemigos, tendrán que trabajar juntos para proteger una reliquia olvidada que, en las manos equivocadas, podría destruir todo. El racismo es tema central e insertarlo “ha sido con la técnica más vieja de todas, la de los cuentos, las metáforas. En vez de las razas y de los niveles económicos que existen, las criaturas de fantasía –los orcos- y los humanos muestran las diferencias que existen en la realidad”, agrega.
Will dijo que era una mezcla de “Bad Boys” y “El señor de los anillos”, ¿Cuáles fueron las influencias que tuviste?
El guionista escribió el libro como un homenaje a mis películas anteriores como “Día de entrenamiento”, por ejemplo. Aparte de añadir muchos elementos, como la mitología. La verdad que ahora que finalizó fue fácil pero terminar vaya que costó (risas). No sabía que iba a funcionar tener un actor en una máscara de goma sin hacer el ridículo, pero gracias a Dios funcionó y deja muy buena impresión.
El desafío era unir el thriller que tan bien conocés con la ciencia ficción, ¿Cuáles fueron las mayores dificultades que tuviste?
Los elementos policíacos me son bien conocidos, tengo mi experiencia de eso, pero un Orco, como se ve, como son, había que investigarlos. Hubo mucho ingenio, bastantes artistas haciendo cuadros con dibujos con las máscaras, costumbres y culturas. Muchas veces me esforcé en ser lo suficiente sensible, poner la máscara frente a las cámaras fue un gran experimento. Pero el día que nos dimos cuenta que ahí estaba la cosa fue gratificante. Se trata de estudiar, de equivocarse a veces, están los días malos también pero ahí está el resultado (se ríe).
Sabemos que tenés una largar relación con Will Smith, por ejemplo pero, ¿Tu pasado como actor hace que seas permeable y de escuchar a ellos cuando dirigís?
Me encantan los actores y yo soy generalista, tengo que analizar todos los aspectos a la hora de grabar una película. En el caso de Bright ellos se especializan en sus papeles, y su punto de vista para mí es muy valorable, los escucho porque tienen mucha experiencia, Will tiene credenciales increíbles (risas), sabe cómo armar una película, de lo que se trata. A veces no lo escucho pero muchas veces sí, si alguien me pueda ayudar en mi trabajo -que a veces es gigantesco e intimidante- es lindo tener la colaboración de los actores.
La banda de sonido es significativa, ¿Cómo ha sido trabajar con los videos del soundtrack? ¿Fue como un parto?
(Se sonríe) La verdad que fue como un parto, pero uno debe saber llevar la panza como algo normal. En cuanto a la música, después de la linda experiencia que tuve con el soundtrack de Escuadrón Suicida, es como que estuve más preparado para esta. Y volver al mundo de la música y trabajar con los productores, cantantes y escritores hace que cada vez entienda más su mundo. El soundtrack tiene mucho que ver con la película, no es ajeno, es parte de. Sigue la corriente de los mismos temas.
¿Tus vivencias en South Central se cuelan en tus películas?
Es mi mundo, lo conozco y lo traigo a mi alma y es donde me siento más cómodo. Es una gente muy linda la que vive ahí, tiene mala fama de violencia pero hay muy buenas familias, hay niños, hay comunidad. La verdad, la gente se quiere ahí.
Planteas que a la hora de alcanzar un objetivo hay un unirse al diferente, ¿Creés que es algo que debemos aplicar a todas las capas de la sociedad hoy más que nunca?
Exacto, creo que la diversidad nos hace más fuertes y juntar gente con sus puntos de vista diferentes, que han experimentados otras vidas. En vez de vivir como una cámara de eco, son muchas voces diferentes que se juntan a cantar algo mucho más lindo.
Después que terminár la película, obviamente viene este desgaste de la prensa, pero ¿Cómo se recarga la energía?
Me desquito con las pesas, correr y compartir con la familia pero soy una criatura de trabajo. Me encanta trabajar y hacerlo en el mundo creativo es una bendición. Tengo el trabajo que me gusta hacer. Afortunadamente -o a pesar de ello- mi mente está continuamente creando, las ruedas no paran de dar vueltas. O son emociones o escucho algo o veo en la calle y se me pega. Son las semillas que crecen.
¿En qué te gustaría trabajar?
Voy a hacer una serie de televisión y será la primera vez que trabajaré en una novela, por así decirlo. Y puedo pasar más tiempo con los papeles, con los roles, y poder darle más desarrollo que una película de dos horas. Es un cuadro como más grande.
Sabemos que sos muy devoto, ¿Qué lugar ocupa la Fe a la hora de aceptar un trabajo?
Es primordial porque para mí sin Fe es imposible. El mundo es tan complicado, tan grande, con tantos problemas que todo se puede resolver con el corazón.
Por tu experiencia en la materia, ¿Cómo repercutió el caso del submarino argentino?
Fui tripulante de un submarino y todos los que trabajamos en submarinos somos hermanos. Es un mundo aparte, como explicarlo, si uno no va es imposible entender cómo es esta vida. Sé que las familias deben saber el gusto que les daba a sus seres queridos hacer este servicio, porque es muy especial. Uno no se somete a esta vida -a trabajar en un submarino- sin saber los peligros. Estoy rezando por las familias y por los tripulantes.