ACCIÓN | FEBRERO CHAYERO: DONDE LA CULTURA FLORECE

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Febrero, donde el amor renace, se transforma en recuerdo, en grito de tradición y en esperanza para el año que inicia.

Para el común de la gente Febrero es un mes más, pero para el riojano es tiempo de chaya, harina, albahaca y unión. Si, unión, porque como dice la copla “donde con muy poca harina la vergüenza se nos tapa y nos hace olvidar lo que somos, casi un poquito de nada” donde se dirimen las diferencias, se disipan las penas y se disfruta de la tradición en cada rincón de la provincia.

Porque febrero es más que carnaval, Febrero es chaya, y como toda gran celebración se elogia el renacer de un amor, se recuerda la ilusión de un querer, que se transformó y que vuelve cada año para recordar que la cultura diaguita que se hereda no se pierde.


Este año, el Municipio diagramó diversas actividades que integran el programa Febrero Chayero, creado con el objetivo de darles mayor repercusión a las diversas manifestaciones culturales, que se cobijan en el mes de febrero y que no solo es música y danza. Esta nueva edición se realizó bajo el lema “Nanu Raimy Chaya” (Despierta el Espíritu de la Fiesta de la Chaya).

Los festejos iniciaron con el tradicional “Desentierro del Pujllay”, un ritual que reúne el color, la alegría, transformándose en el puntapié perfecto para qué vidaleros y cantores se sumerjan en las coplas y la algarabía de la fiesta insigne de los riojanos. La agencia de Cultura decidió trasladar el rito- que se realizaba en la plaza de la Alborada en el barrio de Vargas- hacia el Galpón de la Vieja Estación, un lugar clave donde miles alimentaron su espíritu y acervo cultural en esas icónicas galerías que fueron el escenario donde artistas hoy consagrados, iniciaron su camino.

Pasadas las 21 horas del jueves 1, dio inicio el espectáculo, el escenario, ubicado en el centro de la explanada del Galpón, permitió a los vecinos en familia ubicarse alrededor de la puesta donde se destacó el relato que contó que al pujllay se lo desentierra en febrero y que las brujas lo quieren desenterrar antes para usarlo en el mal. Luego del tradicional desentierro, los vidaleros se lucieron con sus coplas para escoltar al Pujllay en el encuentro con el pueblo, recordando aquellos topamientos que se realizaban en los encuentros barriales de antaño. No faltó harina ni albahaca que coronaron el inicio de las festividades chayeras, los presentes acompañaron con palmas y gritos chayeros, la canción tradicional que invitaba a saludar a los cercanos para marcar el feliz inicio de Febrero Chayero. Esta puesta en escena estuvo a cargo del el Teatro Estable Municipal, el Ballet Municipal y Comunidades Barriales; el ballet “Tierra Gaucha” y la Universidad del Adulto Mayor. Luego del espectáculo se dispuso el operativo de colocación de los muñecos en los puntos clave y de mayor concurrencia en la ciudad.


Además, el predio del Galpón albergó a más de 10 mil riojanos que vibraron en el ya consagrado Festival Febrero Chayero, que se llevó a cabo el sábado 3. Al mismo tiempo en otro punto de la ciudad, precisamente en el Barrio San Vicente, las cajas retumbaban en la casa de Doña Mayela Gordillo, ultima vidalera del Barrio, luego la procesión inundada de coplas se dirigió a la casa del Patriarca de La Chaya Don José Jesús Oyola, para dirigirse y hacer sus paradas por los ranchos del Arbolito y la Virgencita. Avenidas Perón y Rivadavia se vistieron de color, de alegría, harina y gritos chayeros. La tradicional marcha de los chayeros recorrió las calles de la ciudad, donde cientos de vidaleros de capital y del interior rememoraron las coplas de antaño, convirtiendo a la caminata en un lugar de encuentro y de sentido homenaje a los referentes de la chaya. Mientras que en el barrio Hospital, el predio se iba colmando de familias riojanas, que luego con gran algarabía recibieron a los vidaleros, quienes entonaron el himno chayero en el escenario dando formal inicio al festival.

Durante la noche desfilaron artistas riojanos de la talla de Gloria de la Vega, Con el Alma, Flor Castro, Germán Nieto, Molina Torres, Los Indios, La Pacota, Libre Voz, el Valijazo, entre otros. La animación estuvo a cargo del Maestro de Ceremonias Homero Coronel Montes, Aldo Portugal, Julio Romero y Mariana Maldonado. Los ballets municipales deleitaron con su danza y técnica rememorando los bailes tradicionales cargados de emoción y representatividad chayera.


Respetando la impronta de valorar la cultura local, el miércoles 7 de febrero el predio del Galpón se volvió a vestir de chaya, en este caso se dispuso de mesas, sillas y un escenario para dar lugar a la peña de Febrero Chayero. Esta vez, la organización destacó a aquellos valores riojanos que viajan por el mundo representando la cultura riojana. También la puesta en escena de la Peña abre el abanico para que se generen más espacios de difusión cultural conteniendo a los artistas jóvenes que buscan ser protagonistas de cada febrero.

Con el objetivo de inculcar la tradición a las nuevas generaciones, además de hacer partícipe a todos los riojanos se realizaron talleres para niños, muestras permanentes de arte en los museos municipales y encuentros barriales que tiñen de cultura cada sector de la ciudad.

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