Pese a su origen ateo, desde su familia nunca le impusieron la importancia sobre la presencia de un posible Dios. Sin embargo, siempre le interesó la cultura de los pueblos y cómo las religiones reflejan las necesidades de cada uno de estos a partir de las estructuras del poder y el dominio.
Escribe: Victoria Agulla Tagle
A los diecisiete años comenzó a ir una escuela de actuación pero fue recién durante el cursado de arquitectura que se fue sumergiendo en la dirección de obras de teatro y actuación en cine, hasta que en un momento no tenía más tiempo para cursar. Sin embargo, de la carrera para ser arquitecto aprendió mucho. “La metodología de cómo se crea un proyecto, las constricciones y condiciones dadas de un terreno, la toma de partido, el anteproyecto, el proyecto, el plan de obra, el acabado final y el uso finalmente de esa obra tiene un paralelismo de hacer una película.” Comienza explicando Daniel Hendler a Revista Random desde Miami Film Festival donde vino a presentar “El Candidato”, segundo largometraje como director que se llevó el Premio al Mejor Director en Knight Competition, la sección más importante del festival.
¿Cuál fue el puntapié de El Candidato?
La película surge de la angustia que me provocaba hace seis años ver las campañas políticas que se estaban empezando a entramar con el marketing, dominándolo todo y siendo algunos políticos títeres que empezaban a necesitar de técnica actoral tanto en Argentina como en Uruguay.
¿Qué diferencias encontrás entre la política uruguaya y la argentina?
Hago películas donde puedo expresar mejor este tipo de respuestas. Las diferencias pueden venir a nivel escala, Uruguay es un país mucho más chico en donde todo es mucho más controlable y en Argentina es todo más descontrolado. Probablemente, los orígenes étnicos, la cultura también provocan diferencias pero yo no podría evaluarlas. Pero lo que sí creo es que en Uruguay está mucho más despejado, todos se ven entre todos, y en Argentina es más fácil patear hormigueros y que estén sucediendo cosas al mismo tiempo sin que nadie las sepa. Y se opera más porque el poder mediático está mucho más involucrado en la vida política.
¿Y en el ámbito del cine?
Es difícil establecer patrones genéricos, pero hay diferencias entre el mercado de exhibición y cómo eso afecta en el crecimiento de la película. Mientras en Argentina hay una ley de cine bastante ideal y avanzada que provoca un derrame real en la industria del cine y la publicidad en televisión sobre la producción cinematográfica, que es un semillero de ideas, lenguaje audiovisual y cultural; en Uruguay es más complicado porque depende directamente de los presupuestos públicos, entonces la producción de cine está mucho más sujeta a una ayuda del Estado que es parcial, ya que éste no se compromete a que las películas lleguen a la gente. Lo que tienen en común el cine es que la participación pública para fomentar la producción de cine encuentra obstáculos en la etapa de exhibición porque ahí es donde el mercado se disfraza de libertad pero en realidad termina impidiendo que la gente acceda a su cultura.
A la hora de presentar una película, ¿te centrás en el público, los premios o la crítica en particular?
Me importa todo. No hay una meta determinada. A veces el festival es una plataforma para iniciar un recorrido, a veces es el encuentro que tiene con el público directo. El acceso que tiene la película depende de que se exhiba en un festival o venga un distribuidor y la compre. Los premios siempre ayudan a la visibilidad y al ego siempre le hace bien.
Tu protagonismo en Graduados te expuso bastante. ¿Cómo viviste ese boom?
La experiencia me gustó mucho porque le pusimos mucho cuidado y cariño pero la exposición es lo que menos me gusta porque es la que menos tiene que ver con el guión y la actuación. En cine no te enseñan a lidiar con que te inventen una nota, le saquen fotos a tus hijos y ese tipo de cosas que son las menos disfrutables; pero sacando eso, fue un gran proyecto.
¿Qué otros proyectos tenés para este año?
Además de presentar El Candidato en este Festival, luego la llevaremos al de Málaga para después estrenarla en Argentina en mayo. También estoy terminando una serie web que dirigí y actué que se va a estrenar en Tres.TV que se llama La División. También voy a hacer una obra de teatro en unos meses.
Martin Merchand es un empresario que, tras cansarse de administrar sus campos, decide direccionar su éxito hacia la política. Con cincuenta años, tiene que crear un nuevo perfil a través de estrategias de marketing, coaching de actuación, clases de liderazgo y spots publicitarios sin bases ideológicas sólidas sobre un personaje totalmente ficcional para lanzar su carrera independiente. En 24 horas esta estancia millonaria se vuelve un campo minado de intereses en donde las enrarecidas relaciones entre la política y la publicidad se hacen presentes cada vez que se infiltran profesionales que lo único que buscan es recabar información confidencial sobre los negocios de la familia Marchand.
Con esta compacta trama, Daniel Hendler ganó el Premio a Mejor Director Knight Competition, sección oficial del Miami Film Festival y compite en el Festival de Málaga. Desarrollando su historia en un no lugar (aunque los paisajes sitúan al espectador en alguna chacra rioplatense), Hendler presenta a esta situación como un fenómeno sociopolítico que se viene desarrollando en diferentes partes del mundo durante los últimos años. Pese a ser un tema complejo y preocupante, el sarcasmo, la agilidad y la simpleza del director uruguayo hacen de El Candidato una obra internacional con gran potencial para competir en festivales y, a la vez, una película totalmente accesible al público que consume cine comercial en Uruguay o Argentina.
Como en un su ópera prima, Norberto apenas tarde (2010), el realizador de 40 años, incluye a actores tanto uruguayos como argentinos. Vacilando entre el humor y el thriller, El Candidato tiene a Diego De Paula como protagonista, mientras que Verónica Llinás, Alan Sabbagh, Roberto Suárez, José Luis Arias, Ana Katz, Matías Singer, Fernando Amaral y César Troncoso completan el elenco de este film que llegará a los cines argentinos en mayo.