La Tarta Rosa del Inmigrante

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Si hay algo que aprendimos de nuestros abuelos inmigrantes es que en la cocina no se tira nada. Esta característica de las sociedades que pasaron por muchos momentos bajón, me llena de gratitud.

Siento que es el mayor aprendizaje que nos dejaron esas generaciones pasadas que vivieron este mensaje en carne propia y que nos lo transmiten con hechos: las conservas, los reciclados y las improvisaciones son mis elementos favoritos del arte culinario y esto confirma que las sociedades que más han llegado a elaborar sus platos y tradiciones gastronómicas fueron las que no la tuvieron nada fácil.


Las hojas de la remolacha más un poco de las sobras de la semana sobre una base de tarta casera.

Fotos: Jimena Peck
Fotos: Jimena Peck

En casa la remolacha se compra con las hojas, esto te garantiza que las hortalizas están frescas y cosechadas hace poco. Y hacemos uso desde la raíz a los cabos y las hojas.
Hoy les presento a mi tarta inmigrante. La llamo así porque la idea es tener la base y meter dentro las sobras de la semana, esa comida de la que quedó un puñadito que ni siquiera vale la pena calentar, esas zanahorias que se están achicharrando o esas hojas de repollo que ya no sabes qué hacer con ellas.
En esta versión de mi tarta use hojas de remolacha, que son la parte más nutritiva de la planta de betabel. Son un aporte altísimo de fósforo, zinc, fibra, vitamina B6, magnesio, potasio y cobre. Las hojas de remolacha también aportan cantidades significativas de vitamina A, vitamina C, calcio y hierro.
Para terminar esta idea (y ahora se viene una un poco más flashera) creo que en mi cocina la base de esta tarta representa un lugar donde se unen un montón de ingredientes, un montón de inmigrantes: que vienen de diversos lugares, culturas, colores, olores. Pero se unen en una tarta redonda, que los acoge y interlaza para dar lugar a un nuevo plato, nunca antes hecho y que muy seguramente nunca más se repetirá.

De esta tarta hacemos todo: desde la masa hasta el relleno. Siéntanse libres de usar masa comprada, pero con estas tapas casera, tienen asegurados muchos más nutrientes y sabor. Para el relleno pueden usar infinito punto rojo de opciones, jueguen, prueben y sigan intentando. Con el tiempo van a llegar a desarrollar su propia tarta inmigrante.

Ingredientes

Para la masa:

  • ½ taza de leche
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de sal y pimienta
  • 1 ½ taza de harina común
  • ½ taza de avena o cualquier cereal que les guste
  • ½ cucharadita de polvo de hornear.

Para el relleno:

  • Hojas de una planta de remolacha o un atado espinaca
  • 1 cebolla
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 taza de queso fresco o mozzarella
  • 1 taza de tofu (opcional)
  • 2 huevos
  • Pimienta y sal
  • Ají molido una pizca
  • Comino u orégano (o cualquier otro condimento que les parezca)

Fotos: Jimena Peck
Fotos: Jimena Peck

PREPARACIÓN

Precalentar el horno a Cº290

-Para preparar la masa ponemos la leche con el aceite de oliva y la pimienta y sal en una ollita y calentar hasta que la mezcla esté tibia. En un bowl mezclar la harina con la avena o el cereal que hayan elegido y la cucharadita de polvo de hornear. Agregar en el bowl la leche tibia y trabajar la masa con las manos hasta que no se pegue más en las manos y quede una masa lisa e uniforme.

-Mientras tanto blanquear las hojas verdes en una vaporera o en una sartén con una cucharadita de agua hasta que queden tiernas y picar.

-En una sartén saltear y rehogar la cebolla y con las dos cucharadas de aceite de oliva. Hasta que la cebolla quede dorada y suave.

-En un bowl colocar todos los ingredientes restantes y mezclar hasta incorporar.

-Estirar la masa con un palo de amasar (yo la uso sólo como capa de abajo en una fuente para horno de aproximadamente 22cm de diámetro) pero si tienen una fuente más grande la estiran un poco más y saldrá una masa más finita. De caso contrario, si tienen una fuente más chicas, pueden incluso repartir la masa en dos y armar una base y una tapa.

-Colocar el relleno arriba de la masa y cerrar los bordes con el repulgue que les quede más lindo.

-Llevar la tarta al horno y cocinar por media hora hasta que la base se note firme. Si les gusta más crocante la pueden dejar por unos 15 minutos más.

-Sacar del horno cuando esté a punto para ustedes y dejar enfriar por unos minutos en una rejilla.

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