Porque casi todos estamos en la constante búsqueda de desayunos prácticos y sanos. Hay unas cuantas variantes dando vueltas por ahí fuera, pero este pudín estuvo haciendo eco en los blogs culinarios del mundo y cumple con todos las expectativas mañaneros.
Muchos de nosotros escuchamos hablar de la chía o tenemos en casa un frasco con esas semillas grisáceas que pocos sabemos como usar. Yo soy de las que salen corriendo a comprar cualquier ingrediente nuevo que se cruce en mi camino y me paso horas leyendo, buscando recetas y recomendaciones sobre su uso. Con la chía tuve una primera experiencia frustrada y olvidada. Las semillas pasaron meses en el frasco sin que ninguna receta me motivara lo suficiente.
Hasta que vi que este desayuno se repetía en todos mis blogs de cabecera y decidí darle una nueva oportunidad. Lo preparé una noche y a la mañana siguiente improvisé con ingredientes que tenía en casa. Ese desayuno tenía la textura, los colores y las variedades de ingredientes exactos para empezar el día con una fuente de energía pura, de la buena, la que saca sonrisas.
La chía está incluída dentro de los alimentos marketineramente catalogados como superalimentos, que para los que no están familiarizados con este término, categoriza algunos alimentos que son 100% naturales, muchos de ellos milenarios, y que en pequeñas cantidades contienen una densidad enorme de nutrientes acompañados de pocas calorías. La chía tiene tantos antioxidantes que las semillas se pueden guardar por largos períodos de tiempo sin deteriorarse ni perder nutrientes. Cada semilla es una bomba de fibra, calcio, magnesio, zinc y Omega 3 que son tan necesarios en las primeras horas del día.
ESENCIA Y PROCEDIMIENTO
Hay que poner las semillas en remojo la noche anterior o con una anticipación de una hora por lo menos. Cuanto más tiempo, más líquido absorbe y más se gelifica. A la manãna sólo hay que agregarle arriba de la preparación los ingredientes extras como frutas, coco, manteca de almendras, cascarillas de cacao, copos, frutos secos, semillas y todo lo que se les venga a la mente que podría funcionar, funciona.
Ya tienen una nueva idea de desayuno, armado para llevarse a la oficina o comerselo a cucharadas entre las corridas mañaneras tan comunes en los tiempos modernos.
Doble cacao, pomelo y maní
Semillas de chía 3 cucharadas
Leche de avena o coco sin azúcar 10 cucharadas
Miel 1/2 cucharada
Cacao amargo 1/2 cucharada
Para Armar
Dos cucharadas de avena, Medio pomelo cortado (arándanos están en temporada y pueden ir muy bien también), una cucharada de manteca de almendras, una cucharada de maní tostado y una cucharada de cascarillas de cacao.
COCO, BANANA Y GIRASOL
Semillas de chía 3 cucharadas
Leche de coco sin azúcar 10 cucharadas
Miel 1/2 cucharada
Para Armar
Dos cucharadas de avena, dos cucharadas de almendras trituradas o semillas de girasol tostadas, una banana en rebanadas, una cucharada de miel, una cucharada de pasas de uva y una cucharada de láminas de coco.
*La banana queda exquisita si la rebanás y la ponés en una sartén con la cucharada de miel a fuego bajo por 5 minutos. Te queda una banana caramelizada y tenés la opción de tener un desayuno tibio para los días más fríos.
**Todos los ingredientes son intercambiables excepto por la reina del desayuno: la chía. La idea de esta receta es que capten la esencia y después experimenten e improvisen con lo que tengan en casa.
**Para aprender a hacer leche de coco casera (8 minutos de principio a fin) chequeá nuestra página web y buscala en Recetario Random.
