Se transforma constantemente, enfocada en encontrar su mejor versión, su punto de equilibrio y satisfacción tanto artística como espiritual. Girando por el mundo con Magnetic Love, su último single, Virginia Da Cunha no para de renovarse y mostrarnos su musical más genuino. En esta entrevista con Revista Random, conocerás su lado más brillante.
-¿Cómo te encuentra el presente?
-Muy bien, muy contenta. Feliz de que haya llegado el momento de plasmar en imágenes todo un mensaje que viene dentro de mi música y con un equipo de trabajo con el que me siento muy entusiasmada y muy cómoda. Es un momento de cosecha y disfrute en mi vida.
-¿Y qué es lo que estás cosechando?
-Tiene que ver con ese momento en que las cosas salen naturalmente bien y uno soltó la autoexigencia y se deja de forzar tanto y las cosas salen mejor de lo que uno cree. Eso se da simplemente confiando en que si uno habla desde su verdad atrae todo lo que necesita atraer. Apareció un equipo de gente genial, los productores indicados, los viajes para compartir todos los lugares soñados, que si uno lo planifica, no le sale. Así que es eso, es poder disfrutar sin tanto sacrificio.
-¿Cómo fue el camino para llegar a esto? ¿Cómo era antes? ¿No te estabas haciendo tanto caso a vos misma?
-Sí. Yo era muy rígida conmigo misma. Tenía un nivel de autoexigencia tan grande que me estaba siempre preparando para llegar a un logro, y cuando llegaba el logro se me corría, o lo corría yo. Era una insatisfacción constante en busca de esa perfección que no existe. Era mi peor jueza digamos. Y creo que gracias a eso, aprendí muchísimo. Absorbí un montón de aprendizajes y estoy en el lugar en el que estoy. Descartando lo que sabés que ya no querés. Uno por ahí se plantea el ideal de “quiero ser tapa de revista, quiero estar primera en tal chart”, y de golpe llegás a ese lugar y no sos feliz y te das cuenta de que no te sirve de nada. Creo que todos hicimos ese camino, de obtenerlo todo y sentirnos vacíos y decir “¿de dónde viene eso que necesito para llenarme?”. Hice entonces una búsqueda espiritual muy grande, que me ayuda hoy a encarar esto desde otro lugar. Viajes en soledad, mucha conexión con la naturaleza, mucha meditación. Y ahí entendí cómo llevar mi vida con más conciencia y que el éxito está en cada momento, en estar presente.
-Empezaste tu carrera de una manera muy vertiginosa (Bandana, del reality show PopStars). ¿Creés que esos comienzos marcaron estas ganas tuyas por reencontrarte y mostrarte tal cual sos?
-Bandana fue mi escuela, yo me formé ahí. En ese momento yo estudiaba comunicación social y no sabía bien, de ser artista, cuál era mi sonido, cuál era mi mensaje. Estaba en pleno autoconocimiento, entonces me vino muy bien en ese comienzo, que me digan qué hacer. Si me hubieran dicho “componé tu canción” yo no sabía ni qué escribir ni qué género sonar. Entonces fui como una esponja, absorví todo, esa fue mi escuela de arte y negocios. de golpe fue participar de un negocio inmenso y dejar de ser adolescente para ser adulta y cargar con las responsabilidades de un negocio enorme y de todo un público que demandaba y que era cada vez mayor. Pero aprendí que andar corriendo atrás del éxito y el obrar en función de lo que vende o de que no decaigan los números, a mi no me sirve. Tampoco me sirve tener un jefe. Me cuesta mucho que alguien me imponga. La mayoría de la gente que está en ese negocio vibra a un modo muy comercial.
“Entendí cómo llevar mi vida con más conciencia y que el éxito está en cada momento, en estar presente.”
-¿Qué pasó después de todo ese loco éxito? ¿Cómo te sentiste al terminar Bandana?
-No me costó realmente nada. Fue un momento de mucha libertad, de alivio, de poder volver a respirar a tener la libertad de mis tiempos. De hecho me agarró una desesperación por volver al anonimato y sentir que podía volver a empezar de cero y sin los prejuicios de toda esa experiencia. Me teñí de morocha, me fui a viajar sola a Grecia, trabajé ahí 4 meses, como para renacer desde un lugar completamente nuevo. Yo salí del mundo Bandana y no sabía quién era. Sí sabía cuál era el personaje que yo estaba defendiendo y el que todo el mundo se había creído. Pero tenía que ver qué hacer si empezaba sóla y de cero.
-¿Cómo se fue dando esa búsqueda, esa transformación?
-Por suerte con todo lo que aprendí ya sabía muy bien lo que no iba a ser. Entonces ahí fui haciendo mi propia exploración, y de a poquito probando distintas cosas sola y fui construyendo un camino artístico que siempre se relacionó a la música, a la actuación, a la tele, a la conducción, un poco a la moda. Y pasando por diversos proyectos, terminé en el que estoy ahora, que es esta fusión de DJ cantante. Independiente y cuantos menos intermediarios tengo, mejor para mi día a día. Tengo obvio, sponsors que me apoyan, pero priorizo ser completamente libre en mi agenda, en los viajes que decido emprender, en cómo comunico. Tengo un equipo de trabajo donde todo se decide en grupo y no hay una bajada de línea vertical, es una energía horizontal la que se maneja.
-¿Encontraste tu esencia a nivel musical? ¿Es ahora cuando más cercana a lo verdadero estás?
-Sí, la música es como el eje. Es como el más integral de todas las artes. Pero yo me considero esencialmente una comunicadora. Necesito dejar un mensaje que tiene que ver con esta expansión de la conciencia, con el verdadero éxito de la vida, con el animarse a hacer tu propio camino. La música es el medio más poderoso para penetrar en cualquier lugar, en cualquier género y cualquier público. Es lo que más me es natural. Hay momentos donde se da más lo de la música, como este último tiempo que estuve abocada a componer y estoy tocando en muchos shows. Pero también hice cosas de conducción y estoy ahora con un proyecto que combina lo visual también. Es un poco promover mi música, pero de la mano de un estilo de vida consciente. Estoy queriendo que mi música sea de alguna manera, el paisaje de comunicación de un montón de cosas: deporte, vida sana y esa eclecticidad bien geminiana que me caracteriza. Siempre acompañada de la música pero atravesando distintos campos.
Estoy buscando esa paz interior y ese equilibrio de hacer lo que amo, con entusiasmo y también disfrutar de no hacer.
-Hay un recorrido espiritual muy notorio. ¿Cómo se fue dando, qué maestros te guían y cómo es esa conexión?
-En realidad desde muy chiquitita tengo una conciencia nata de que soy uno, con todo lo demás. Le hablaba a las plantas, escribía con tinta invisible en una hoja y le mandaba mensajes a un ángel para que me cuide. Siempre viví como en muchas dimensiones a la vez y eso me fue natural. Después con el tiempo uno se mete mucho en la ciudad y se pierde de esas otras dimensiones, y vive en una vorágine muy materialista. Entonces por momentos me encontraba corriendo detrás de mi misma y perdía es contacto con mi esencia que es lo que nos une a todos. Hace un tiempo lo volví a retomar, con mucha determinación. No quería volver a caer en no poder estar presente, en poner tanta energía en banalidades, en hacerme problemas ilusorios. Basta de sufrír sin sentindo. Empecé con el curso de Raví Shankar, que lo hice como hace 10 años. Hice terapia de registros akashicos y terapia metafísica que está muy relacionada a la astrología maya. Hace un tiempo comencé a hacer unos talleres de meditación, que son alucinantes, y son realmente mi terapia hoy. Al principio quería todo. Y leí muchísimos libros (Osho, Eckhart Tolle, Marianne Williamson, etc.), iba también a gente que me tiraba las cartas. Entonces llegó un momento en que tenía una agenda igual de ocupada que la que no quería tener y estaba viviendo un pseudoespiritualismo. Me empapé de un montón de cosas que en ese momento no las podía aplicar del todo en mi vida. Y hoy en día estoy aplicando todo eso mucho más y llevando una vida más equilibrada donde me conecto, me voy de viaje (sin obligarme a tener que tocar sí o sí). Estoy buscando esa paz interior y ese equilibrio de hacer lo que amo, con entusiasmo y también disfrutar de no hacer.
-¿No se te presenta una dicotomía entre encontrarte con vos en paz y equilibrio, y desarrollar una carrera artística que necesariamente pide exponerte?
-Sí, estoy justamente en busca de ese equilibrio. Trato de poner un freno, de dejar de pensar tanto. Yo estoy en todo lo que refiere a mi carrera, soy muy controladora de todo y me cuesta delegar, entonces hay un momento en el que me doy cuenta que me estoy perdiendo cosas muy simples como quedarme a mirar un atardecer en mi balcón alucinante. O notar que se me pudre la comida en la heladera porque no me dediqué a cocinar con una copa de vino. Es como que las cosas simples a veces se me van por este entusiasmo de querer compartir lo que artísticamente soy y esta misión como comunicadora. Es todo un desafío pero muy lindo.
-¿Parte de esto que me relatás tuvo que ver con dejar Bandana en esta segunda vuelta que tuvieron el año pasado?
-Sí totalmente. Yo de hecho entré y lo primero que planteé es que yo no quería perde mi libertad y mis tiempos, que yo no quería que esto me absorviera y que iba a seguir trabajando en mi camino artístico y quería poder dedicarle tiempo a eso y a mi familia. Planteé que de ninguna manera esto iba a dejar de vivir otra vez, en busca del éxito de Bandana. Yo quería poder disfrutarlo, ganar bien y tener mis tiempos. La verdad es que fue muy difícil porque las chicas habían decidido dejar sus carreras individuales y yo no quería, porque estoy realmente muy enamorada del sonido que encontré, de la vida que logré llevar como artista independiente y dije `esto si lo hago es como una revancha de lo que no pude disfrutar en su momento´. Además me re divertía y todas las bandas se juntan en un momento y no me la quería perder. Pero fue muy difícil, porque se notaba que yo estaba repartía entre lo mio y Bandana y ellas no. Entonces hubo un momento donde se planteó si valía la pena seguir así, porque ellas necesitaban más de mi. Fue justo cuando se estaba planteando a hacer material nuevo. Y la verdad es que nos pusimos de acuerdo entre todas y decidimos que lo más sincero era que yo volviera a mi camino y ellas siguieran por el suyo.
Fue un año de sanación con respecto a Bandana y todas las heridas que me había dejado, porque realmente lo sufrí. Pude valorarlo y agradecerlo como antes no había podido.
-¿Lo pudiste soltar tranquila?
-Sí, porque la verdad es que para mi era un cierre, y eso ya se había logrado. No es que yo tenía expectativas de que eso se sostuviera en el tiempo y que fuera mi nuevo proyecto. Fue para mi algo completamente sanador. Fue un año de sanación con respecto a Bandana y todas las heridas que me había dejado, porque realmente lo sufrí. Pude valorarlo y agradecerlo como antes no había podido. Hubo charlas con mucha gente que también estuvo al principio, sobre cómo lo vivió cada uno y fue sanador con mi propio costado femenino, que lo venía dejando muy de lado en pos de ser autosuficiente. Tenía una energía muy yang, eso de no conectar con la sensibilidad en pos de nunca dejar de hacer y ese perfeccionismo…De golpe entré en contacto con cuatro mujeres y con la vulnerabilidad femenina y eso también fue muy sanador para mi.
-Y con respecto a ese lado femenino, me da la impresión de que sos una mujer que no sigue los mandatos sociales. ¿Me equivoco?
-No, para nada. Estás en lo cierto. No sigo ningún mandato social. Yo confío plenamente en el Universo y en que si uno hace lo que le da felicidad y es sincero con uno mismo, atrae la persona correcta en el momento indicado. Esa unión es tan poderosa que desborda inevitablemente en alguien más. Tiene que nacer de algo tan natural y mágico como el amor, ese es el único mandato válido para mi.
-Volvamos a la música. ¿Cómo llegaste a esta faceta de DJ y cómo le incorporaste tu voz a las presentaciones?
-Fue algo que me salió sin pensarlo. Yo tenía mi banda con mi hermano, eramos un dúo de pop electrónico y vino un amigo diciendome que tenía un lanzamiento en un evento y que le copaba si yo pasaba música. Yo le dije que no era DJ y hasta en ese momento lo veía como una involución dentro de mi carrera. Yo pensaba “si puedo componer los temas, cantarlos y reproducirlos en vivo, porque me voy a limitar a poner play a un tema de otro”. Al final, me convenció. Me dijo que me iba a encantar y que iba ser super divertido y así fue. La verdad es que me encantó, fue algo super diferente, y lo re prejuzgué. Cuando lo empecé a investigar me di cuenta que era un mundo infinito para explorar y muy complementario al mio. Al tercer año de pasar música decidí incorporar mi voz en vivo. Encontré la manera de poder hacer escuchar mi música, que antes era muy difícil, porque tenía que lograr que me pasen en una radio o que contraten a mi banda…Hoy por hoy, me presento como DJ en los eventos donde me contratan y aporto los vocales como un bonus track, y no paro de hacerlo. Estoy 3 veces por semana con shows, y además estoy con la libertad total para moverme tranquila. Bien simple.
-Contame más sobre Magnetic Love, el single que está sonando desde hace un par de meses.
-Magnetic Love, forma parte de todo un disco que habla del amor en sus distintas facetas. Todo lo que uno va aprendiendo con una pareja, que en realidad es como el espejo de uno. Tiene que ver con cómo uno va integrando las sombras, cómo cuando le decís al otro basta, en realidad te lo decís a vos. Y este es el comienzo de una historia de amor del cual sigo aprendiendo y me sigue inspirando. El tema habla sobre el amor vs el apego (por eso lo magnético) y de no escapar ante los conflictos, sino profundizar. No tenerle miedo a la oscuridad, si no aprender a lidear con ella y aceptarla. Tiene un sonido con influencias de Daft Punk, es una especie de house vocal, pop electrónico. Lo vengo presentando en todos mis shows.
-¿Qué materias pendientes tenés o qué ámbitos te gustaría profundizar?
-Musicalmente yo siempre exploro y voy variando mucho. Tengo ganas de trabajar con productores de afuera y me gustaría recorrer algunos países donde aún no fui y participar de distintos festivales. Pero la verdad es que antes que nada, quiero terminar de darle forma a este proyecto visual, que tenga un formato definido y demás. Asignaturas pendientes son las que tienen que ver más con lo personal. Desde hacer un curso de cocina orgánica, tener mi casa con mi huerta orgánica, dar clases de yoga que hago desde hace muchos años.
-Venís de una gira por Estados Unidos. Contanos más de eso y cómo sigue tu año..
-La gira fue genial. Estuve en Estados Unidos, en Miami y también en California, participando del festival Lightning In A Bottle que tiene que ver mucho con mis valores y mi forma de vida. Tuve la oportunidad de tocar y fue genial. Es un festival que apunta a expandir la consciencia en torno al yoga, la naturaleza y la música. Compartí escenario con Hernán Cattáneo, con Bonobo, con Rufus Du Sol y grandes artistas. Todo mi recorrido lo documentamos y va a formar parte de este canal mio, que apunta a reflejar mi vida y a sembrar un concepto más sano de existencia. Ahora me estoy yendo unos días a Las Leñas, a disfrutar de la montaña, de la música y del relax. Y ahora ya me estoy yendo de gira hasta fines de agosto a España, para seguir mostrando Magnetic Love. Tengo fechas ya programadas para Barcelona, Ibiza, Mallorca y Sotogrande. Al regreso, en septiembre, comienzo con el lanzamiento del nuevo single y el programa, así que estoy super contenta con todo lo que me está pasando y todo lo que se viene.
Backstage producción de fotos exclusivas para Revista Random
Fotografía: Estudio Mariano Michkin.
Styling: Julien Franco.
Make Up: Mariano Berguio.
Hair: Ser Bertran.
Agradecimientos: De la Ostia, Ciara Women y Noe Oliva.