La Sinfónica de las Villas

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En proyección | Un nene de 6 años pregunta si es cierto que van a pasar una película, alguien le responde afirmativamente y sale corriendo a avisarle a un grupito de peques que juegan sobre un montículo de tierra.

Un adulto acomoda una tela (que alguna vez fue sábana de dos plazas sobre una pared), al rato desiste porque el viento conspira con la improvisada pantalla.Por un parlante -de tipo valija- se anuncia que en cinco minutos pasarán la historia de otros chicos y chicas que, como ellos, provienen de un barrio de bajos recursos y que persiguieron el sueño de convertirse en músicos. La escena ocurre en Villa El Chaparral, un asentamiento lindante a los barrios Colón y Urquiza de la Capital Cordobesa. Apenas empieza a anochecer otra persona acomoda un celular sobre una banqueta y, por esas cosas de la tecnología, una imagen de unas setenta pulgadas se apodera de la pared (ahora con una modesta pantalla que alguien alcanzó).

Varios chicos se acercan donde está el celular y preguntan cómo puede ser que la película salga de ahí.

Parece una ingenuidad pero benditas sean esos interrogantes, yo también quedo asombrado.Es un diminuto proyector que se acopla al celular como si uno jugara a la guerra galáctica y acoplara una nave de combate a una nodriza. Se trata del Moto Insta-Share Proyector, de la familia Moto mods de la marca Motorola.

-Es como un celular transformer – sugiere una nena.

Es una buena comparación, los moto mods se adhieren al teléfono mediante potentes imanes integrados con el fin de que estén listas para usarse al instante.

–Se ve todo movido- dice un nene. Efectivamente faltaba hacer foco.

La historia que se proyecta es la de Benjaminos, una orquesta sinfónica que la componen integrantes de 15 asentamientos precarios de Córdoba. La película narra desde los comienzos con el primer concierto que dieron en la Basílica de la Merced ―cuando empezaron con seis adolescentes― hasta el momento de concreción como orquesta la sinfónica con 60 integrantes. Se muestra la camaradería de los ensayos, cada sábado coinciden en Villa La Tela todos los chicos que provienen de otros barrios (que también practican en la semana en sus lugares).


La historia que se proyecta es la de Benjaminos, una orquesta sinfónica que la componen integrantes de 15 asentamientos precarios de Córdoba. La película narra desde los comienzos con el primer concierto que dieron en la Basílica de la Merced ―cuando empezaron con seis adolescentes― hasta el momento de concreción como orquesta la sinfónica con 60 integrantes. 

Se trata de una agrupación gratuita e inclusiva y la única condición que se les exige a los jóvenes –la Asociación Civil que las nuclea- es que para formar parte de la orquesta deben estar escolarizados. Además de los profesores que trabajan con todo su amor y cobran un salario de “precios cuidados”, como dice Walter Pollo Díaz, presidente de la Asociación Civil Benjaminos, armaron el sistema de Capacitador de Capacitadores. “Hay muchos chicos que son profesores, la contraprestación que deben tener para poder pasar a otro instrumento es que tienen que enseñarle a otro pibe. Es la forma que podemos hacernos sustentables nosotros”, explica. En 2017, con el aporte de 90.600 pesos de la Embajada de Suiza en la Argentina, la orquesta de cuerdas de Villa La Tela se convierte, finalmente, en sinfónica.Ahora también van en modo Camerata a diversos lugares, desde eventos empresariales a encuentros solidarios. También un grupo de ellos asiste a llevar su música a hogares de ancianos.

-En las villas vos podés encontrar murgas,bandas de cuarteto, de cumbia, de folklore, chicos que bailan, pero encontrar una orquesta sinfónica en una villa es muy de locos, muy de locos. Yo te hablo y se me pone la piel de gallina- dice en la película el papá de un par de adolescentes que forman parte de la orquesta.

Cuando termina la proyección alguien pregunta si les gustaría que se arme algo así ahí mismo, como una sucursal.

 –Levanten la mano a quiénes les gustaría a aprender a tocar el violín-se insiste. Y casi por unanimidad las chicas y chicos levantan sus manos. Quizás no solo se trate de pasar una película documental, sino también de sembrar semillas. Siempre pueden aparecer padrinos y madrinas para este tipo de proyectos.-

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