Ojos verdes que si te miran, te atrapan eternamente. Supo animarse a ir más allá de los límites y logró una mega carrera internacional como modelo. De vuelta en la argentina, nuestra mujer del mes, cynthia van strate, nos cuenta más de su vida y sus sueños.
-Ya pasaron 13 años desde que comenzaste tu carrera en el reality Super M 20/02. ¿Se cumplieron tus expectativas?
-Para ser sincera cuando empecé no sabía muy bien de qué se trataba ser modelo, no sabía mucho del mundo de la moda, ni siquiera del publicitario, por lo cual empecé a recorrer este camino absolutamente abierta a lo que iba sucediendo. A medida que pasaba el tiempo, me empezaba a dar cuenta que me iba mejor en el mundo publicitario que en la moda en sí, por lo cual me avoqué más que nada a éste último. Y por otro lado, confieso que soy muy curiosa, y desde chiquita soñaba con viajar, conocer, siempre fui bastante desprendida e inquieta, por lo que vi en este medio la oportunidad de realizar ese sueño. Cuando me subí al primer avión rumbo a Europa fue algo inexplicable. Un sentimiento de agradecimiento a la vida que me daba la oportunidad de viajar y conocer. En definitiva, todo lo que ha pasado en mi vida ha superado mis expectativas, y eso que a veces me pongo varas muy altas. Soy una agradecida a la vida. Hice todo lo que soñé hacer. Hoy estoy en un periodo de transformación, capitalizando todo lo aprendido a largo de este recorrido, que me dio mucho.
-A diferencia de muchas colegas tuyas que sólo hacen carrera en Argentina, vos tuviste la posibilidad de viajar mucho y trabajar en el exterior. ¿Cuáles son las principales diferencias?
-Sí, como te decía recién, esa curiosidad por viajar y recorrer el mundo me animó a trabajar en el exterior. A los 21 ya estaba trabajando en Milán, a los 22 en España y luego en Alemania. Veía muchísimas diferencias por supuesto, el hecho de irme al extranjero hace que saques tus instintos más humanos, sociabilizar con distintas personas, distintas culturas, distintas religiones, color e idiomas. Y por supuesto aprender a la fuerza otro idioma. Creo que las principales diferencias son que precisamente afuera no hay diferencias, en el mismo casting puede estar una chica que recién comienza, como una top consagrada, esperando en el mismo lugar, lamentablemente en Argentina se hacen muchas diferencias, y el divismo se lleva al ridículo. En el exterior las modelos no están más de un mes en un país. La integración, es una de las características que más resalto. Y por último, la cultura de la puntualidad, especialmente en Alemania. Si la citación es a las 9AM, es a las 9AM. El estar afuera por supuesto que también tiene su lado no agradable, por ejemplo estar lejos de la familia antes sucesos importantes. El estar lejos, es muy duro, durísimo, pero siempre hay vuelta a casa.
-La moda es muy cambiante y por ende cambian las exigencias y estilos de modelos que se buscan. ¿Qué características creés que tiene que tener la modelo de hoy y del futuro?
-En Argentina tenemos una imagen deformada de lo que es una modelo, lamentablemente muchas chicas que solo querían ser famosas e hicieron cualquier cosa por lograrlo se hicieron llamar modelos. Pero en lo que es moda en sí, hoy en día existe una tendencia a nivel general de los cuidados no invasivos de las mujeres, como la alimentación orgánica, el deporte, los tratamientos de estética con cremas, sin pinchazos, sin dolor. Se viene una tendencia que de a poco se va implantando y en mi opinión muy saludable con respecto al estereotipo de cuerpos y de caras, precisamente que no existen modelos con figuras inalcanzables y medidas irreales. Creo que el mercado se ha abierto a un extremo que hoy no se buscan modelos, se buscan mujeres reales con medidas reales, sin cirugías estéticas, con personalidad y estilo. En cuanto a la alta costura, considero que la altura es una característica excluyente que difícilmente cambie, pero espero que vaya transformando la mirada que se tiene sobre la delgadez. Considero que se han hecho cambios saludables en el mundo de la moda, pero aun falta.
“En Argentina tenemos una imagen deformada de lo que es una modelo, lamentablemente muchas chicas que solo querían ser famosas e hicieron cualquier cosa por lograrlo se hicieron llamar modelos.”
-¿Qué es lo que más te costó en tu carrera? ¿Ahora que pasaron tantos años, cambiarías algo de lo que hiciste?
-¿Viste cuando las que tienen rulos quieren el pelo lacio y las que tienen el pelo lacio quieren rulos? Bueno, yo después de 3 años de carrera me di cuenta que era una modelo absolutamente comercial, lo cual me encantaba y me encanta. Pero también quería que me llamen para alta costura. Me costaba mucho que me elijan para esos desfiles. Todo es parte de un proceso. Y en cuanto al arrepentimiento, la verdad es que todo lo que he hecho fue por decisión propia y si he tomado ese camino fue porque así lo sentía en ese momento. Pero si hubiera tenido más confianza en mí misma, más información, y menos timidez, creo que me hubiera animado a mucho más Por ejemplo, a la actuación.
-Bueno, pero ¡nunca es tarde! Contanos de tu vida amorosa. ¿Rompemos las ilusiones de los lectores? ¿Estás de novia?
-Estoy de novia con Thomas hace tres años y medio, una persona maravillosa, radiante, llena de alegría, de luz, bondadosa, y seguiría diciendo todo lo que es pero aburriría mucho (risas). Nuestra historia es un poco exótica, yo me fui un mes a trabajar a Alemania y en una salida con amigas de allá conocí a este hermoso alemán. Mantuvimos una relación a distancia, que les digo es muy duro. Después de viajar mucho yo me fui a vivir allá, estuvimos viviendo un año, pero fue para mí durísimo adaptarme, amo a mi familia, a mis sobrinos y soy muy pegada a ellos y a mis amigos. Así que lo hablamos, Thomas no lo pensó ni un minuto, y me dijo que se vendría acá conmigo. Hoy vivimos en Buenos Aires.
-Contanos sobre tu línea de lencería. ¿Qué es Âme Pure y cómo nació la idea?
-Âme Pure nació como un proyecto en el año 2011, después de haber visto tanta moda y estar familiarizada con el ambiente, y un poco también fusionándolo con mi carrera universitaria (soy Administradora de Empresas) Observaba que en Argentina no había mucha variedad de lencería, si bien existen marcas muy fuertes, muchas de ellas compiten en un mismo nicho. Fue el año pasado cuando regresé de Alemania, volví conmovida por la ansiedad y el estrés de no tener una estabilidad física, cuando comencé a sacar las telas del altillo y los moldes que tenia del curso que hice. Fue mi terapia contra la ansiedad y el estrés, me ponía música y las horas pasaban sin siquiera percibirlo. Me hizo volver a soñar y a devolverme la luz que en algún momento se había atenuado. Esta vez tenía otro sabor de aquel 2011, tenía otro sentido, solo era mi terapia. Como su nombre lo dice Âme Pure, en francés Alma Pura, es la traducción de mi amor más puro por lo que me hace soñar, ilusionarme y desear algún día poder devolver todo lo que la vida me ha dado. Ahora lazamos la primera campaña. La hicimos con el reconocido fotógrafo Marcelo Cepeda, mi amigo, junto a Carina Monteleone y Carolina Di Nezio dos de mis amigas más íntimas que me ayudaron en la Dirección de Arte y estilismo. Quisimos contar una historia, por eso las fotos no son simples retratos posadas con belleza clásica, sino que guardan un estilo moderno y sofisticado, mostrando en cada escena movimiento, acción. Cada momento inmortalizado cuenta algo, porque así somos las mujeres, esencialmente de carácter y en constante movimiento.
-Viajemos en el tiempo y vayamos 10 años para el futuro. ¿Cómo te ves para ese entonces? ¿Qué va a estar pasando en tu vida?
-A veces me cuesta mucho imaginar de acá a cinco años y vos me pedís diez (risas) Hagamos un intento. Me veo con Âme Pure ya un poco más grande, trabajando para las mujeres, haciendo de Ame un espacio, un medio donde las mujeres encuentren el bienestar, elegancia, comodidad y sensualidad que buscan. Y por supuesto me veo casada con Thomas, con hijos y formando una familia maravillosa.
Más de Âme Pure en: www.amepure.com.ar y redes sociales.