Como figura central de la vanguardia internacional y con una enorme influencia en el arte y el diseño contemporáneos, Dorothea Tanning creía en el poder del arte para crear espacios, sensaciones e ideas más allá de lo real.
“El arte siempre ha sido la balsa a la que nos subimos para salvar nuestra cordura. No veo un propósito diferente para él ahora”.
Dorothea Tanning nacio en Galesburg, Illinois el 25 de agosto de 1910, en esa ciudad estadounidense también se crió y era conocida como Dottie Tanning. Estaba interesada en el arte, y aunque a sus padres les preocupaba que se convirtiera en una bohemia. De hecho, en el campo fue autodidacta. Dorothea Tanning iba mucho por la biblioteca municipal de niña, y un libro en concreto la fascinaba: «Alicia en el País de las Maravillas». Ya se intuía a donde se dirigía su creatividad: hacia el surrealismo. En 1928 empezó a estudiar en el Knox College hasta 1930, entonces se marchó para instalarse en Chicago durante varios años. Allí completó sus estudios de arte asistiendo al Instituto de Arte de Chicago.
Tanning entró en contacto con el movimiento surrealista en 1936 con la exposición «Fantastic Art Dada Surrealism» en el MoMA. Saber que no había límites para crear era toda una liberación. Inmediatamente se mudó a París, aunque la guerra que se avecinaba no le permitió vivir mucho tiempo ahí. En la década de los 40 muchos artistas que se exiliaron de Europa huyendo del nazismo llegaron a Nueva York.
“Creo que todo se reduce a poseía o repugnancia, me gustaría invocar la poesía y evitar la repugnancia”.
En 1942 Ernst visitó el estudió de Tanning porque buscaba candidatas para una exposición de las mujeres en el surrealismo que organizaba para la galería “Art of this Century” de Peggy Guggenheim. Su autorretrato «Birthday«, en el que aparece con los pechos descubiertos, estaba a la vista. Tanning formó parte de la exposición. Según ella, el día de la visita de Ernst jugó al ajedrez y se enamoraron. También se embarcaron en una vida juntos que les llevaría a Serona (Arizona) y a Francia. En 1946 se casaron en Beberly Hills en una boda doble con sus amigos el artista Man Ray y Juliet Browner.
Al igual que otros surrealistas y sobre todo René Magritte y Salvador Dalí, las obras de Tanning son a menudo representaciones de sus sueños. Ella pretende hacer visible lo complejo de la mente humana, revelando un interés particular en el inconsciente individual experimentado a través del sueño, al representar al menos una figura dentro de su escena del sueño con los ojos cerrados.
“¿Mujer artista? Es una contradicción tan evidente como hombre artista o elefante artista. Puedes ser mujer y ser artista. Lo primero no lo puedes evitar, lo segundo es lo que eres en realidad”.
En los años 70 comenzó una serie de esculturas blandas con máquinas de coser. Con la suma de varias de ellas creó la instalación Hôtel du Pavot, Chambre 202 (1970-73). Max Ernst muere en 1976 y Dorothea se enfrentó a un futuro solitario. Al regresar a Estados Unidos a fines de los setenta, comenzó a escribir, era una inquietud que tenía desde hace mucho tiempo. Desde entonces sus poemas aparecieron en varias revistas literarias, como The Yale Review , Poetry , The Paris Review . Sus obras publicadas incluyen dos memorias, “Birthday” y “Between Lives” y una novela “Chasm”.
En 1986 publicó su primera autobiografía, con el nombre de Birthday, y en el 2001, la segunda llamada Between Lives: An Artist and Her World. Ya nonagenaria publicaría su primer poemario A Table of Contents y su novela Chasm: A Weekend. En 2012, el año de su muerte, se publicó su segundo libro de poemas Coming to That. Vivió y trabajó en Sedona, Nueva York y París, donde vivió durante veintiocho años. Falleció el 31 de enero de 2012 en su casa de Manhattan.