Nacido en 1960, Johnson Tsang es un escultor de Hong Kong especializado en cerámica y esculturas de acero inoxidable, aunque también ha trabajado sobre madera. Tsang aprendió el oficio de ceramista de manera autodidacta y desde 1993 sus proyectos han contado con el reconocimiento de certámenes importantes como la Bienal de Arte de Hong Kong y la Bienal de Cerámica en Taiwán, además de presentarse en museos de España, Corea y Suiza, entre otros.
Escribe: Lucas Vidal
Es un artista que mezcla, además de un manejo notable de la anatomía humana, una dosis extraordinaria de humor, ironía y surrealismo. Los temas en los que se inspira son comentarios personales que van desde lo social hasta lo político, dándole siempre un toque mágico que es lo que hace que sus obras destilen un marcado humor sarcástico.
Los elementos que más utiliza son rostros y cuerpos humanos, bebés recién nacidos, bebés con la cabeza de mayor proporción y con gestos exagerados a modo de enojo o agresión, fusionándolos en tazas, jarrones, platos entre otras cosas.
Otra de las características de sus obras son las salpicaduras realizadas con cerámica, gracias a ello logró entrar al museo de Hong Kong, con el paso de los años Tsang ha ido desarrollando su técnica de la salpicadura en otros materiales como la porcelana, donde lo liquido se vuelve sólido, logrando ese movimiento congelado.
Sus creaciones, que abarcan desde trabajos pequeños privados hasta grandes obras de exhibición pública, muestran la peculiar mezcla de naturalismo y surrealismo mágico con la que Tsang concibe cada uno de sus diseños.
A pesar de ser todavía un artista joven, Johnson Tsang ya ha conseguido ganarse un notable prestigio internacional y recibe encargos tanto de entidades públicas como de coleccionistas privados. Es complicado innovar en el diseño de piezas de cerámica y porcelana, más aún si se pretende que sean útiles y no sólo meramente decorativas, pero no hay duda de que este artista lo consigue.
En la obra de Tsang confluyen, además de su imaginación y técnica, una sensibilidad particular. Sus creaciones son eventos emocionales; en ellas hay humor, sátira, crítica, amor, compromiso político y una búsqueda permanente de nuevos caminos expresivos forzando al límite las posibilidades del medio, como en el caso de su “Conversion”, de la cual dijo el artista: “…tengo que decir que jamás volveré a hacer algo como esto. Cada movimiento es extremadamente riesgoso.”
Johnson Tsang lleva hasta los limites la materia con la que trabaja, sumándole además humor, ironía y critica a su obra y eso es algo que muy pocos artistas consiguen ahunar.