Chino Darín, A Fondo

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Fotos: Gentileza El Ángel

Ricardo Mario Darín Bas es -nada más y nada menos- que el Chino Darín. Mientras espera tranquilo para iniciar la entrevista, verlo me produce un déjà vu, ya que en el mismo lugar lo conocí por primera vez seis años atrás cuando presentaba su primera película, y era solo conocido por ser el hijo de Ricardo Darín. Su carrera por aquel entonces llevaba minutos, pero al día de hoy conserva las mismas características: sencillez y humildad.

En su rostro se desdibuja la sonrisa cuando reconoce estar cansado, porque está de gira de prensa por varias provincias, presentando la película que lo tiene como coprotagonista: “El Ángel”. Dirigida por Luis Ortega (ver entrevista página 30) e inspirada en un caso emblemático de la década del 70, el asesino Carlos Robledo Puch. El chino interpreta a su ladero y cómplice, y una vez más demuestra que su talento es tan sólido como sus personajes. Su brillo propio sobresale, por más que su papá sea tan reconocido, y su novia Úrsula Corberó, la actriz del momento en España por su interpretación de Tokio, personaje vital de “La Casa de Papel”.
La variedad de roles que interpretó el Chino comenzó a llamar la atención de guionistas y productores, la serie que terminó de colocarlo en el perfil de los actores juveniles serios y de raza fue “Historias de un clan”, escrita y dirigida por Luis Ortega. Aquí el fluir y química entre actor y director fue mutua por lo cual Luis lo invitó a sumarse a su nuevo proyecto. En paralelo sigue su carrera en España, ya participó de series y películas, incluso compartió elenco con Penélope Cruz y además se agrega su nueva labor como productor en Kenia films. La cual conformó con su padre y dos amigos.
Ocho años de carrera le demostraron al Chino que con conducta y pasión te podés convertir en actor, productor, triunfar en Cannes y construir una carrera en Europa, en menos de una década.

-¿Cuándo decidiste que era el momento de actuar?

-No fue si fue una decisión, mi carrera de actor empezó antes que decida ser actor, empezó medio por probar por ver qué onda. Yo estaba estudiando teatro y dirección de cine en la Facultad de San Telmo (la FUC) y no tenia en claro que quería, en principio fue más una experimentación. Realmente al teatro nunca pensé que me pudiera dedicar porque estaba la figura de mi viejo, ocupaba demasiado espacio en mi mente dentro de la actuación y yo me veía más perfilándome para otro lado. De a poco eso fue cambiando. En un momento quedé en un casting que me llamaron porque estaba en una mesa con un amigo de mi familia, y me cuenta que un amigo de él estaba haciendo un casting para una cosa que iban a hacer para el año que viene en televisión y no sé qué (risas). Me dijo, “te paso con este tipo, te citan para el martes, tenés que ir”. A mí me daba calor, no tenía ganas de exponerme a eso pero me convencieron. Fue el primer casting que hice y terminamos grabando un piloto de una cosa para televisión que nunca salió. Recuerdo que era una serie infantil y lo hice tan mal que me habían elegido para el bueno y terminé haciendo de malo, imagínate lo mal que actué (risas).

Foto: Miguel Ángel Rosales

-¿Dudaste dar un gran paso hacia la actuación por lo que veías detrás?

-Todo me hizo dudar, uno es chico y no sabe que elegir y que no. Y por más que sea un terreno que uno conoce familiarmente, a la hora de llevarlo adelante y laburar de eso, las cosas se complican muchísimo de lo que uno cree que puede llegar a ser eso. No dejaba de ser un terreno inexplorado, conocí algunas cosas porque en mi familia hay muchos actores y un poco me crié en ese contexto, pero me costó tomar la decisión. Por eso te decía que fue como algo de prueba. No quería decidirlo y sentir que estaba apostando todo ahí. Probablemente tenia ciertos prejuicios conmigo mismo, ciertos miedos de exponerme o sentirme expuesto o de la mirada del otro, ciertas cosas con las que un actor se enfrenta si o si en algún momento, pero que en mi caso tenía que ver con la relación de mi familia con la actuación.

-Hablando de la película, ¿cómo fue que Luis te describe este personaje, cómo te lo propone?

-Básicamente sabía que Luis estaba trabajando en la historia de Carlos Robledo Puch, sabía que él había tenido compañeros de fechorías y que Luis iba a estar focalizando en particular en la relación con un personaje que estaba escribiendo para mí, que era Ramón. Entonces todo el tiempo Luis me hablaba de Ramón y me decía que ese personaje era para mí, hasta que lo leí y ya estaba, no tenía mucho que describirme, ya estaba todo escrito el guion. No sé si tal cual salió en la peli pero si estaba planteado todo el desarrollo de la historia Y el hecho de que él me lo proponga fue suficiente para estar adentro y aceptar.

-Juntos habían hecho “Historias de un Clan” que fue un gran momento en tu carrera…

-Sí, yo me había quedado con muchas ganas de volver a trabajar juntos, imagínate que no me hacía falta ni leer el guion, ya era una decisión tomada hacer lo que me propusiera. Tenía ganas de hacerlo. Por supuesto, después cuando leí el guion hay un montón de cosas que me gustan pero no necesité que me convencieran. El sólo hecho que esté Luis ya me hacía entrar al proyecto y espero que se repita pronto volver a hacer algo juntos. Si desea repetir cuando tenga 70,75 años (risas).

-¿Qué tiene Luis como director que te hace aceptar proyectos con los ojos cerrados?

-Te lo puedo decir en una sola palabra, Luis tiene alquimia. Y es algo que no tienen otros por lo menos con los que yo haya trabajado. Se dio una camaradería en este proceso de trabajo que lo voy a extrañar, aunque fue el año pasado todavía sigue el recorrido y es muy emocionante lo que logramos. Lo guardaré en el corazón.

Fotos: Gentileza El Ángel

-Hay una escena en la que está Ramón, tu personaje, interpretando una canción del gran Palito Ortega, ¿un homenaje a través de tu personaje?

-Sí, yo estoy cantando un tema de Palito y no sé si es necesariamente planeado como un homenaje, algún tema teníamos que cantar y evidentemente Palito tiene temas icónicos de la época, y este era uno de ellos. Y me parece una buena elección. Salvo porque lo parí a la hora de hacerlo porque hacerlo dentro del clan Ortega, en una película donde lo producía uno de los hermanos que estaba ahí. Más Palito que también estaba ahí rondando el set, fue complicado. Si hubieran elegido a otro tal vez lo hubiera hecho con más soltura y liviandad.

¿Después de la escena tuviste algunas palabras con Palito?

(Risas) Le pedí disculpas, le dije que me perdonara que su hijo había escrito eso y yo lo tenía que hacer.

“Probablemente tenia ciertos prejuicios conmigo mismo, ciertos miedos de exponerme o sentirme expuesto o de la mirada del otro, ciertas cosas con las que un actor se enfrenta si o si en algún momento, pero que en mi caso tenía que ver con la relación de mi familia con la actuación.”

-¿Cómo fue la experiencia en Cannes con esta peli?

-La gente se puso de pie, aplaudió muy calurosamente y eso fue maravilloso. En Cannes las opiniones fueron buenísimas, nos sorprendió que gente de todas las partes del mundo flasheara con esta historia y con la peli. No te digo que estoy asombradísimo porque se esperaba, porque el resultado final de la película nos dejó muy satisfechos. Si fue shockeante encontrarnos con gente que no tuviera idea de quien es Robledo Puch y ni supieran nada de todos los que estábamos involucrados en este proyecto, y vibren con esta historia como si la hubieran vivido ellos. Que valoren cosas de la propuesta estética de Luis y del universo de los 70 que está planteado en la película fue muy destacable. Fue un lindo mimo, fue todo sedoso (risas)

-Por estos días se presenta la película “El Amor Menos Pensado” que es de la productora que tenés con tu papá…

-Así es, Kenya Films, además estamos en sociedad con mi papá y dos miembros más amigos. Estamos gestando proyectos propios y es un emprendimiento comunitario. Nació como una inquietud y un aporte al cine argentino, tenemos ganas de hacer cosas propias, hace un tiempo le venía diciendo a mi viejo que deberíamos tener una productora pequeña para darnos algunos gustos e intentar desarrollar productos. Y empezamos por coproducir, fue muy interesante y un camino de aprendizaje. Un comienzo de algo interesante y reconfortante. Para mí actuar es un modo de expresar y tener una productora permite que uno pueda canalizar toda las cosas que por ahí un propone como actor y suelen quedar afuera. Lo que tenemos con mi papé es que siempre nos metemos a fondo en todos los procesos de una película, no sólo como actores, tratamos de aportar en todas las fases y a veces nos dejan hacerlo y otras veces no. Y de esa inquietud nació este proyecto.

-En estos últimos años creciste un montón como artista, ¿qué pensás de ser recurrente para hacer cine de género y de autor?

-Realmente estoy muy agradecido, me gusta todo lo que está pasando, de todas maneras sigo siendo un actor de bajo perfil, jamás me sentí un galán, para nada. Me dicen que soy un sex symbol pero mi búsqueda nunca fue por ahí. Y nunca me fui de mi eje la familia y los amigos, son muy importantes en mi vida, son mis prioridades.

Fotos: Gentileza El Ángel

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