Imaginar hace unos años que podías ver en calidad cinematográfica una obra de teatro en un dispositivo móvil o en un televisor era una quimera, pero las plataformas de streaming continúan evolucionando y, en este caso, la propuesta de TEATRIX es acercar la mítica Broadway o nuestra calle Corrientes a nuevos espectadores, inmortalizando las mejores obras para disfrutarlas online en calidad HD.
En tanto, además de proyectar cine, hoy las salas de celuloide apuestan a nuevos contenidos, siguiendo una tendencia presente en todo el mundo. A partir de un acuerdo con exhibidores de cine -Cinemark-Hoyts, Sunstar, CCA Cinemacenter y salas independientes- TEATRIX proyectará en 17 provincias y más de 40 salas del país -y una en Asunción del Paraguay- el mejor teatro nacional filmado en alta calidad. Para conocer más de este paradigma audiovisual conversamos con se creadora, Mirta Romay, hija del reconocido zar de la televisión.
-¿Cómo surgieron los primeros bocetos de tamaña plataforma?
-La genesis fue muy larga, desde aquellos programas de la década del 60 y 70 donde la TV tenía teatro, sumado a mi propio recorrido profesional que me llevó a vivir la caída de la TV y el nacimiento de nuevas tecnologías de transmisión. Desarrollé “Formar”, cuyo éxito más importante fue la enseñanza del Paquete office desde la pantalla de la TV, desde donde diseñamos un formato para la TV educativa. De allí me animé a una pataforma de educación a distancia “Webee”, sobre las nuevas tecnologías y quizás dar el salto al mundo del espectáculo, tuvo claramente que ver con el duelo de mi papá. Teatrix integra muchas experiencias profesionales y afectivas de mi vida, el teatro estuvo presente en mi vida familiar, y para ningún Romay suena novedoso este proyecto, estaba en nuestro ADN, mi hermano Omar había realizado un ciclo de teatro filmado en estudio, y papá tuvo varios ciclos de teatro en la TV. Cuando la radio se inició, exploró la transmisión de obras de teatro que devino en radioteatro, la TV hizo lo mismo cuando nació, y devino en ciclos de unitarios que hicieron historia, era lógico que un nuevo sistema de transmisión volviera a buscar al teatro como aliado. Teatrix es la evolución de los medios, no es la evolución del teatro, solo su contenido.
-¿Imaginabas que en tres años la plataforma sería paradigmática?
-Acostumbrada a la TV de aire esperé que explotara a poco de iniciar, aprender a comprender cómo funciona la adquisición de clientes, la usabilidad de los dispositivos, la necesidad de desarrollar todos aquellos que hoy se necesitan: celulares, tablet y smart tv, fue un proceso que me llevó los dos primeros años. Nunca bajé los brazos y seguí filmando, y la sumatoria de un catálogo importante, la resolución y aprendizaje de las nuevas formas de la comunicación trajo aparejado un crecimiento exponencial en el último año. Hoy crecemos al 10% mensual.
-¿Cuáles son las principales devoluciones de experiencias con escuelas o con público que generalmente no tiene acceso al teatro?
-Dicen que Dios atiende en Buenos Aires solamente, y en relación al teatro es así, solo pueden concurrir a los grandes espectáculos, quienes vienen a Buenos Aires a pasear o lo que vivimos aquí. Sumemos otros problemas como el costo, la inseguridad y llegás a la conclusión que son muchos más los que quieren ver teatro que los que pueden verlo. Los argentinos nos sentimos orgullosos de nuestro teatro, mucho más que del cine argentino. El agradecimiento es mucho, y la gente lo agradece en la redes, siempre es así cuando se es capaz de escuchar la necesidad.
-¿Cómo fue la experiencia en Santo Domingo donde proyectaron ante 9000 niños?
-Surgió como una idea de la Vicepresidencia de la Nación de Republica Dominicana que estaba a cargo del Festival Naranja, allí se promocionaba la innovación y la cultura, y TEATRIX unía ambas cuestiones. El evento se desarrolló en 52 comunas rurales y se transmitió en simultaneo la obra Saltimbanquis, un cuento de los hermanos Grimm, dirigida por Pablo Gorlero. Fui invitada en esa oportunidad por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para presentar TEATRIX y sus potencialidades en Demand Solution. Ya habíamos hecho algo semejante, mucho más chico, con las casas del Bicentenario cuando transmitimos Yiya, el musical. La experiencia fue tan buena que hoy estamos en conversaciones con Santo Domingo para participar en un programa de formación a jovenes utilizando el teatro como herramienta.
-¿Cuáles son los próximos pasos en esta sintonía con la educación?
-Estamos trabajando sobre un piloto, integrando mi experiencia en educación, incluso mis conversaciones con papá, ambos jugamos con esta idea y se la presentamos a Bordon en épocas en las que estuvo a cargo del Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires. Teatrix tiene un año por delante de crecimiento y expansión, y éste es uno de los temas.
-Ni que hablar de los que nunca han asistido a un teatro y luego tienen una experiencia como esta, ¿Qué observás de estos casos?
-Entiendo que la experiencia que estamos realizando en este momento de llevar el teatro al cine como contenido alternativo, va a generar un nuevo público para el teatro. En principio ése es mi deseo. Es la posibilidad de ver teatro allí donde no llega. Al ser una plataforma de contenidos SVOD (video on demand) rompe con el espacio y tiempo, no tiene fronteras y su crecimiento es natural en estas plataformas, deberíamos poder crecer si hacemos bien las cosas. Por otro lado, en relación a sus contenidos, cuando la obra de teatro está fijada audiovisualmente se abren muchas formas de llegada al público, y muchas ventanas comerciales. Lo que ocurre es que el vivo y el modelo de la butaca y la boletería tienen los límites de la sala. Esa gran producción y su valor artístico se pierde si no se la fija audiovisualmente. Teatrix con el tiempo se va a convertir en un importante archivo cultural de conservación de nuestro acervo.
-Lo audiovisual y las pantallas móviles avanzan sobre el papel, el cine y la tv, en este formato el teatro hace su lugar, ¿Cómo creés que repercutirá en las diferentes culturas que atraviesa?
-Es un cambio cultural muy grande el que estamos viviendo, estas plataformas on demand son la síntesis de ese cambio “quiero ver cuándo y dónde quiero”, las redes sociales, e Internet empujaron esta nuevas formas de trabajo, de relacionarse con otros y de entretenimiento, esto no se puede parar, hay chicos ya que no saben que es la TV lineal, y ven sus dibujitos en una tablet o un celular.
-También has comercializado el software, ¿A qué obras estás apuntando incorporar porque aún no tiene lugar el stand up?
-La comercialización del software fue una oportunidad para ayudarnos en la sustentabilidad del proyecto. Habíamos invertido en la plataforma y fue una forma de ayudarnos con los costos de estructura. Con respecto al catálogo, es de una gran diversidad, actualmente tenemos obras que bajaron de cartel, otras que están en cartel filmadas por nosotros, algunas perlitas históricas como la obra de la dupla Malher Cibrián, o Alcón. Nos falta Stand up y Teatro de revista, la primera ya está en Netflix, y con respecto a la segunda, ya no se producen aquellas revistas que todos recordamos, pero seguramente alguna vamos a filmar.
-Sabemos que arriesgaste con tu idea, obviamente algo que mamaste de familia, pero ¿Cuáles serán los próximos desafíos?
-La expansión, conquistar obras de teatro con derechos internacionales, y la tecnología que siempre está en evolución va a constituirse en un desafio permanente.