Florencia, La ciudad museo

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Florencia es una de las ciudades más hermosas del mundo, una obra de arte por derecho propio, involuntaria, por acumulación. Es la quinta esencia de lo itálico, con su perfil de mármol blanco y sus techos de rojo ocre, sus cúpulas, sus campanarios, sus puentes y palacios. Pero también la campiña toscana que la rodea, una postal de viñedos y olivos infinitos. Puede ser que Roma tenga más historia, pero Florencia tiene más belleza concentrada por metro cuadrado.

Entrar al casco viejo es ingresar a un museo desmesurado. Hay una obra icónica del arte universal a la vuelta de cada esquina en la forma de edificios, palacios, jardines y esculturas (réplicas, pero vale igual si el original existe y está guardado cerca). Cualquier iglesia guarda los trabajos plásticos de gigantes como Donatello, Michelangelo, Bruneleschi, Alberti, Giotto. Florencia fue, después de todo, la cuna del renacimiento.
Una mezcla fortuita de apertura mental, libertad individual para producir y, tal vez lo más importante de todo, el acompañamiento financiero de una familia rica y poderosa como fueron los Medici, quienes se volvieron no solo el motor político de Toscana sino también los mayores contratistas del arte y la exuberancia estética del mundo. La influencia de esta familia de banqueros fue tal que irradió a toda Italia y, por necesidad de no ser menos frente a esos burguesas, a las cortes de Europa. La bola de nieve del arte no pararía jamás, desde que abandonó las garras de la iglesia medieval y se volvió un trabajo de artistas libres.

El resultado es hoy una visita ineludible cuando se viaja a Italia por más de un día. Hay que ir a Florencia. Y conocer aunque sea los lugares que te marcamos en esta pequeña selección:

MUSEO OPERA DEL DUOMO

Este es museo relativamente nuevo está dedicado la larga y rica historia de la concepción, construcción y posterior reconstrucción de una de los edificios más prominentes de la ciudad: la catedral de Santa María del Fiore (Que bajo ninguna circunstancia se debe dejar de visitar). Filippo Bruneleschi se hizo famoso por sus innovadoras técnicas arquitectónicas, especialmente en lo que respecta al diseño y construcción del domo que revolucionó la arquitectura de manera monumental. Aunque podría parecer que el museo solo contiene información sobre el arte de la construcción, esconde elemento sobre la historia y la política de Florencia e Italia. Y si te quedaste con ganas, se puede visitar el museo religiosos bajo la misma iglesia que incluye objetos de la familia Medici.

MUSEO BARGELLO

Establecido en 1865, el Bargello fue uno de los primeros museos de Italia y es ahora una prominente galería de escultura. Docenas de escultura y bustos de artistas tan emblemáticos como Michelangelo, Donatello, Verrocchio, y Giambologna. Originalmente fue un edificio del siglo XIII que sirvió como prisión y luego cabildo hasta que los Medici le otorgaron el rol de cuartel de policía (de allí su nombre).

PALAZZO PITTI Y LOS JARDINES DE BÓBOLI

Otra vez Bruneleschi mostrándonos su genio. El Palacio Pitti se construyó en 1457 como la residencia de la familia Medici durante su larga presencia en la ciudad y, luego como sede de la familia real italiana. Con cada generación agregándole alguna cosa aquí y otra allí. Actualmente el edificio se ha convertido en museo con numerosas alas dedicadas a ese propósito, así como otros museos separados, ubicados en el enorme patio trasero conocido como Jardines de Bóboli. Algunas de las muestras que se pueden apreciar son el ala de arte moderno, la Galería Palatina con pinturas de los siglos XVI y XVII, un museo de objetos de plata y las habitaciones reales, remodeladas y reamobladas. Pasear por sus salas, salones y el enorme jardín, bien puede llevar un día entero.

MUSEO GUCCI

Sí, para aquellos a los que la sobredosis de arte renacentista los haya puesto a dormir, este museo es exactamente lo que parece: un canto a la moda y un recorrido a la historia de la legendaria marca italiana. A través de décadas de diseño se pueden apreciar la evolución de la moda y el crecimiento de Gucci hasta convertirse en un imperio de la indumentaria, los artículos de belleza y los perfumes. Si este es tu estilo, entonces date una vuelta por la Plaza de la Señoría y aprovechar para almorzar a puro lujo en el restaurante del museo.

Museo-Bergello

GALLERIA DELL’ACCADEMIA

Este lugar está alto en la lista casi exclusivamente por el David de Michelangelo Buenarroti. Así es, este pequeño museo guarda el original de la enorme estatua que originalmente (y desde 1910 una copia) se encontraba en la entrada del Palazzo Vechio. Debido a su tamaño no cuesta tanto recorrerla y maravillarse con las pinturas y esculturas de Michelangelo y sin embargo, uno debe tomarse su tiempo para admirar cada vena, cada musculo y cada rulo de esa cúspide del arte escultórico que es el David. Solo Roma guarda obras semejantes del maestro.

GALLERIA DEGLI UFFIZI

La joya de la corona, la frutilla de la torta. Todos los otros museos, iglesias y jardines son justificación suficiente para visitar Florencia, pero los Uffizi son razón suficiente para visitar Italia. Sin dudas el mayor museo arte renacentista del mundo; su peso específico irradia tal seducción que solo se compara al Louvre, el Hermitage, el Prado o los Museos Vaticanos.

En este bellísimo edificio que otrora fuera las oficinas bancarias de los Medici, despliga en sus largos pasillos y salones, las obras de los más famosos artistas de la época de gloria de la ciudad, incluyendo Leonardo Da Vinci, Sandro Boticelli, Raphael, Ticiano y el mencionado Michelangelo. En exhibición, también se pueden apreciar altares, manuscritos iluminados, tapices. Los Uffizi son enromes, así que a prepararse física y mentalmente para recorrerlo todo un día o, si se busca admirar alguna obra en particular, informarse bien y tomarse un tiempo en algún café para estudiar los mapas del edificio.

Palazzo-Pitti

BONUS TRACK: CORREDOR DE VASARI

Esta estructura es increíble en su concepción. Un corredor que serpentea a lo largo de toda la ciudad, cruza puentes, calles y edificios. Va desde el Palazzo Vechio al Palazzo Piti y hace parada en los Uffizi. Se construyó para que los Medici pudieran ir de la cama al trabajo y del trabajo al trono sin que los moleste el proletariado. Hoy es un museo por derecho propio y aunque conseguir turno es difícil y nada barato, se puede reservar una visita VIP que incluye paseo por los Uffizi vacíos y, porque no, desayuno.

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