El 1º de septiembre Netflix estrena la tercera temporada de una de sus series icono: “NARCOS”, mientras en las dos primeras vimos el ascenso, reinado y “cacería” final de Pablo Escobar Gaviria, en esta temporada los reyes del streaming centran la historia en el Cartel de Cali y en como este se apodera del interminable y millonario negocio del narcotráfico en la región.
Escribe: Carla Golberg
Con un perfil mucho más bajo y “empresarial” (pero no menos violento) los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela ―interpretados por los actores Damián Alcazar y Francisco Denis respectivamente― nos llevan nuevamente a esta historia ficticia, que toma hechos reales durante las décadas del 80 y 90.
Esta nueva entrega cuenta entre su reparto con nombres como: Pedro Pascal, Alberto Ammann, Miguel Ángel Silvestre, Javier Cámara, Kerry Bishé, Pepe Rapazote, Matt Whelan y Michael Stahl-David, entre otros.
Revista Random accedió a un set visit de esta temporada junto a otros medios internacionales y vivimos la experiencia de un día de grabación y backstage. Llegamos a Bogotá y desde allí hacia Facatativá, un municipio a 36 km de la capital, en donde se grababa la escena del día. El contraste de paisajes en esos pocos kilómetros es notable, mientras Bogotá nos mostró el capitalismo con sus centros comerciales exclusivos, la modernidad y el lujo urbano (“el recuerdo de Pablo Escobar ya es una cicatriz”, declaraba un taxista de camino al aeropuerto), Facatativá conserva el ritmo sereno y la fisonomía de los pueblos que no quieren perder su identidad. En esa callecita de casas bajas y bares ochentosos en donde transcurrió la grabación, el despliegue de Netflix es increíble: extras, camiones con diverso tipo de vestuario y una inmensa cantidad de personas cuidando cada mínimo detalle, sobre todo que no se filtre nada de información de lo que pronto volvemos a ver en pantalla. Para que este viaje sea inolvidable, conversamos con algunos de los protagonistas (Javier Cámara, Pedro Pascal y Alberto Ammann) que ―sin “spoilearnos” nada― nos cuentan acerca de sus personajes y vivencias en el rodaje.
Uno de los “nuevos” de esta temporada es el reconocido actor español, Javier Cámara, que se pone en la piel del contable del cartel. La amabilidad y buen humor de Javier recién llegado luego de diez horas de vuelo, seguramente tienen que ver con el clima de trabajo que hay entre los actores de la serie.
-Contanos de tu personaje y cómo fue el trabajo de composición
Mi personaje es Guillermo Palomari ¡Al fin puedo decirlo! (festeja) porque trabajamos con mucho cuidado para que no se filtre nada y nos fuimos enterando como transcurría la historia casi sobre el rodaje, sabíamos lo mismo que ustedes (en referencia a los medios). Este hombre es el contable del cartel, de nacionalidad chilena pero lleva mucho tiempo en Colombia, es el que maneja todas las transacciones y se cree un líder más de esta banda, aunque siempre está en las sombras, no en el fuego. Con respecto a la composición trabajamos muy libremente, ya que es una historia ficticia basada en hechos reales así que yo no sé si algunos de los personajes reales se ha quejado –dice entre risas- pero yo he tenido la libertad de componer. Si han podido investigar sabrán que el verdadero Palomari sigue vivo.
-¿Qué sensación te genera eso?
Bueno, en principio me hubiera encantado que un día suene el teléfono y del otro lado se oiga: “Hola, tenemos que hablar”, vuelve a reír. Y te juro que iría a esa reunión porque es un personaje del que no se puede tener mucha información. Por lo que he leído, hizo algún tipo de acuerdo para salir lo mejor parado posible de la situación, entonces me genera misterio. Un tipo que creaba todo un entramado del manejo de dinero con sumas millonarias, más que el Cartel de Medellín y que lo hizo “muy bien por mucho tiempo” con un perfil empresarial. En general, todos los personajes del Cartel de Cali me generan una fascinación
(los personajes aclara).
-¿Cómo interpretás la fascinación que generan estos personajes en el público, teniendo en cuenta que hablamos de criminales?
Es que los personajes oscuros son los más atractivos. Cuando yo era niño en mi pueblo jugábamos a policías y ladrones, todos queríamos ser ladrón, huir, que nos persigan…hay un atractivo en eso de los que saltan la ley y hacen del mundo su vida pero a la larga tienen que pagar por eso, porque lo terrorífico es como estos personajes mancharon la estructura entera de un país. En definitiva, todos tenemos algo perverso, maligno que nos asusta encontrar pero está ahí y a mí desde el personaje me encanta justificar eso que hacen. Estoy seguro que si alguno de ellos estuviera aquí diría: “Es que tuve que hacerlo o me mataban” o “yo no sabía que mataban gente, era un simple empleado”. La inteligencia con la maldad llaman la atención.
¿Sera la revancha de no haber estado en el momento de la captura de Escobar, lo que motive al agente Peña a volver a Colombia? En un mundo “normal” nadie pensaría en volver después de esa misión pero en este cuento mezcla de thriller e History Channel todo es posible―Quien nos dice esto es Pedro Pascal, el actor chileno encargado de darle vida al agente Javier Peña.
Tuviste la oportunidad de conocer al verdadero Peña ¿Cómo fue ese encuentro?
Fue muy relajado, los dos somos un poco tímidos. Aunque yo me sentí un tanto cohibido y pensé: ¡Ey estamos hablando de vos! Ahora va a quejarse y decir ¿Quién es este que está haciendo de mí? Pero no fue así…o al menos yo no me enteré. Pude hacer mi personaje con total libertad.
El actor que interpretó a Escobar (Wagner Moura) mencionó que en un punto fue un alivio “sacarse a Pablo de encima” ¿Pedro Pascal va a extrañar a Peña?
Peña no la pasa tan mal, fuma, toma y (deja en suspenso mientras comenta divertido). En verdad es la primera vez que hago un personaje más de una temporada, lo que estamos contando es fuerte, vengo de filmar tres días en la selva, la exigencia física es fuerte. Ahora estoy con mucho dolor en el cuello, así que después de unos tres meses de descanso seguramente voy a extrañar a Peña. Lo que es seguro es que voy a volver a Colombia, ya había estado aquí en otras oportunidades pero por menos tiempo. Estoy enamorado de este lugar y su gente.
Otras de las caras conocidas de esta temporada es la de Alberto Amman o Pacho Herrera
-¿Qué le espera a Pacho en esta temporada?
En su evolución se va volviendo más complejo, Pacho era un tipo básicamente bélico, resolvía los problemas a punta de pistola. Si bien era cariñoso con los suyos, era un tipo violento para el afuera, el encargado de guerrear y vamos a empezar a ver ese costado suyo.
-¿Y qué te pasa a vos con esa ambigüedad del personaje?
Para mí es difícil entender como una persona pueda mandar a matar y le de igual, y a la vez ver que no es un completo psicópata, que con su familia son capaces de empatizar y desarrollar amor. Creo que esta gente tiene un cierto tipo de “valores” sostenidos en la lealtad por los suyos pero la vida de los otros no vale…Es complejo. Inicialmente el valor está puesto en el dinero y si el dinero es lo más importante en la vida, las personas son secundarias y el dinero termina siendo otro vicio.
-¿El “estilo” de Pacho está más relacionado con Escobar?
Puede ser por el origen humilde de ambos, los Rodríguez Orejuela eran más empresarios, gustaban del arte…la casa de Pacho también tenía obras de arte y columnas romanas, todo de dudoso gusto pero tenía que ver más con la ostentación. Otra característica que se ve en este mundo Narco con aquellos que vienen de un origen humilde. En ese aspecto sí está más relacionado con Pablo, pero es un hecho curioso que se odiaran tanto, tal vez por aquello de “que lo que te molesta del otro es un reflejo tuyo”.