Se realizó en Catamarca la 3° edición del “Fiambalá Desert Trail”, la mayor carrera de desierto de Sud América.
Dividida en cuatro versiones de 15, 30, 60 y 100 kilómetros, cientos de atletas de diez países distintos realizaron una travesía non stop por entre senderos de montaña y campos de dunas.
Las arenas de Fiambalá, en Catamarca, son célebres en América, algo que los catamarqueños y cualquier corredor que pasara por allí en la diferentes ediciones del Dakar puede atestiguar. Son demandantes, súbitas, un gran desafío para cualquier calzado, sean llantas o zapatillas deportivas. Para no perder la costumbre, mayo se despidió con nada menos que la 3era edición del Fiambalá Desert Trail, una competencia extrema no por nada considerada “la mayor carrera de desierto de Sud América”.
La carrera principal tiene un recorrido de 100 kilómetros que se inicia en la localidad de Palo Blanco y concluye en Fiambalá luego de atravesar Antinaco, Medanitos, Tatón y Saujil. El desafío es tal que más de 500 inscriptos llegaron a la provincia norteña desde todas partes del mundo: hubo presencia de corredores de Australia, Canadá, EE.UU., México, Brasil, Uruguay y Colombia, sin olvidar a los atletas nacionales.
Además de la exigente carrera de 100 kilómetros, el desafío incluyó tres versiones menores de 60, 30 y 15 kilómetros que fueron largando consecutivamente desde los pueblos por los que pasaba el recorrido principal. Con apenas un vislumbro de sol, a las 5 de la mañana, comenzó desde Palo Blanco el desafío de 100k. El ganador de esta etapa y adjudicatario del “Fiambalá Desert Trail Makalu” fue el uruguayo Fernando de León, con un tiempo de 9 horas 11 minutos. En tanto, en la carrera de 60 kilómetros que inició en Tatón a las 8 de la mañana, el triunfo les correspondió a Pablo Cureta y Mariana Pérez en sus respectivas categorías por género.
Luego a las 10 de la mañana la carrera de los 30 kilómetros se puso en marcha desde Medanitos, resultando ganadores Jorge Kunriez con un tiempo de 2 h 17 m, quedando primera en damas, Karina Agüero con un acumulado de 2 h 52 m.
Por último, desde Termas de Fiambalá se inició la etapa corta de 15 kilómetros que comenzó cerca del mediodía. Cristian Ávila ganó esta versión con un tiempo de 1 h 15 m, mientras que en mujeres fue Yesica Velardez la ganadora con 1 h 38 m.
UN GRAN IMPACTO TURÍSTICO
Organizado por la firma Salvaje, el evento generó un impacto económico para la región que rondó los cuatro millones de pesos con una competencia de características internacionales que atrae atletas de distintos rincones del planeta por la promoción permanente que se realiza de la misma en competencias de estas características en el mundo.
La carrera principal tiene un recorrido de 100 kilómetros que se inicia en la localidad de Palo Blanco y concluye en Fiambalá luego de atravesar Antinaco, Medanitos, Tatón y Saujil. El desafío es tal que más de 500 inscriptos llegaron a la provincia norteña desde todas partes del mundo…
Se contó con el apoyo promocional del Ministerio de Turismo de la Nación, tal es así que Fiambalá recibió por gestión de la Secretaría de Turismo la presencia de la Unidad Móvil de Promoción Turística, tráiler donde se vive una experiencia visual y sonora recorriendo distintas regiones del país. Según estimaciones unas 1.200 personas visitaron el “móvil” llevándose consigo una porta retrato con su foto y una bolsa con folletería, naipes y accesorios útiles para emprender un viaje. Además, la Secretaría de Turismo montó un stand todo el fin de semana que entregaba material promocional de Catamarca.