Nacido en Pérez, ciudad aledaña a Rosario, supo pasear por distintos géneros musicales, experimentando, aprendiendo y dejándose llevar por lo que su corazón le dictaba. Es uno de los referentes musicales del pop urbano en Argentina. Una sólida carrera lo respalda y lo impulsa a buscar terreno fértil, mucho más allá de nuestras fronteras.
– ¿Cómo fueron tus comienzos y tu acercamiento al mundo de la música?
La verdad es que se dio todo más bien de grande. En mi familia no hay músicos,mi mamá maestra y mi papá era viajante. Pero sí puedo decirte que se escuchaba muchísima música. Mi papá muy amante de las baladas y de las canciones hechas para desgarrar el alma. Mis hermanas también, escuchaban mucha música melódica (Arjona, Luis Miguel) y también escuchaban mucho rock y pop. Así que hubo mucha mezcla e influencias de todo tipo.
– O sea que música había y mucha. ¿Cuándo fue que empezaste a dedicarte al canto?
A mi me comenzó a interesar el canto y la música en la adolescencia. Yo jugaba al fútbol y eso era lo que quería hacer de mi vida. Hasta que de golpe me topé con un proyecto entre amigos, algo muy informal. Tendría 12 o 13 años. Empezó casi como un juego y de a poco se fue convirtiendo en algo más profesional. Pudimos grabar el primer disco. Era música medio tropical y también melódica. Nos empezó a ir bien y empezamos a tocar en muchos boliches. Lo que pasó es que a mis casi 18 años, yo me di cuenta que ya no me identificaba mucho con el estilo musical que hacíamos.
– ¿A raíz de qué comenzaste a sentir eso?
Me acuerdo de un amigo que me trajo un disco de Chris Cornell y me voló la cabeza. Dije “¿qué hago yo tocando el acordeón y cantando salsa?”. Así que quise dejar la banda. Mis viejos me querían matar porque hasta me habían armado la sala de ensayo en mi casa. Pero no me importó, largué todo y empecé de cero. Armé una banda tributo a Audioslave, así que imaginate que nada que ver con lo anterior. Pero duró muy poco porque la verdad es que me rompía la garganta para poder cantar. Después nos fuimos juntando con músicos rosarinos que andaban con ganas de hacer algo nuevo y comenzamos con otro proyecto. Hacíamos una mezcla de rock y pop, una cosa bastante rara la verdad (risas). Hasta que un día me acerco a lo de Rubén Goldín y Sebastián Mellino, que se habían abierto una academia en Rosario. Ahí los conocí y pegamos una onda bárbara. En el año 2010 me propongo hacer una canción distinta, una balada de las que se escuchaban en ese entonces. Compuse una canción mezclando varios estilos, algo que le gustara a la gente, algo más popular. Y así fue como nació La Luz de tus Ojos, que fue la primera canción que me abrió puertas en los medios. Fue en el 2011 que empezó a sonar fuerte en las radios de allá, y a partir de ahí se abrieron un sin fin de caminos, que al día de hoy, me llevan a vivir de la música, hacer conciertos, giras, videos. Es el sueño de estar en la música y hacer lo que más me gusta.
– ¿Cómo definirías hoy el estilo musical que hacés?
Creo que seguimos haciendo pop desde aquella balada más popera. Es este pop urbano, que es lo que se está escuchando más ahora. Nosotros hacemos canciones románticas, con el ritmo del Dem Bow, pero no dejan de ser canciones pop. Creo que este es el nuevo pop. La música se modernizó, la tecnología avanza y hay que adaptarse y ayornarse. Nosotros no nos quejamos de los cambios, nos gusta innovar y hacer cosas nuevas. Cuando me propusieron hacer Tiempo de Bailar que fue uno de mis primeros éxitos en mi carrera solista, dije “cómo vamos a hacer esto?”. Fue realmente un desafío y por suerte fue genial, y hasta la grabaron después Los Palmeras. Y las vueltas de la vida me llevaron de alguna manera a volver a mis comienzos, porque si bien no estoy haciendo música tropical, sí es pop para bailar y tiene mucho del latino. La verdad es que hoy disfruto de hacer música con la que la gente puede divertirse, bailar. Es genial escuchar tu tema remixado, en un boliche.
– De todas formas seguís haciendo baladas, que son tu preferidas, ¿no?
Sí, claro. Vamos mechando. Yo creo que para cada estado de ánimo hay un estilo musical. Y justamente creo que lo mágico que tiene el pop, es que podés moverte dentro de distintos estilos, sin perder tu esencia. Y esta facilidad no la tienen por ahí otros estilos de música donde te encuadrás bastante.
– Venís de un lanzamiento importante, con tu último tema, Cupido…¿Cómo estás viviendo este momento?
Super bien. Se lanzó Cupido hace dos meses aproximadamente en todo el país y a través de plataformas digitales. Acompañado por Warner Music, que forma parte muy importante de mi vida y mi carrera. Haber llegado a una multinacional del prestigio de Warnes, para mi fue y es fantástico. Te sentís realmente muy apoyado. Es como tener un papá al cual le pedís cosas y él te consiente. Con Cupido me fui a Colombia a grabar porque creo que junto con Puerto Rico, es el país que marca la diferencia a nivel latinoamérica. Me consintieron en eso y en grabar el videoclip en Miami, con los productores que yo quería.
– ¿Cómo nació este tema?
Cupido nace en una conversación de WhatsApp con un amigo en que estaba en DF, México y yo en mi ciudad, Perez. Dos guitarras y a través de una video llamada, lo fuimos armando. Después pasó por Buenos Aires en el estudio de Sebastián Mellino, luego Colombia, Miami para el videoclip y así. Para el video laburamos también con Nico Mellino, quien fue el filmmaker y estuvo también al frente de la parte fotográfica. La verdad es que es increíble las vueltas que dio el tema. Fue uno de los mejores videos que hice y la aceptación es muy buena. Se nota realmente el cambio. La verdad es que estamos muy contentos con lo que está pasando y con lo que va a pasar. Porque esperamos que el tema explote. Fue elegido como la cortina musical del programa que conduce Juanita Viale en Canal 13, Me Gusta Tu Canción. Estar en TV siempre suma y mucho.
– ¿Qué te gustaría que pase en el futuro con tu carrera? ¿Qué esperás del mañana?
La verdad es que me gustaría poder hacer que mi música llegue a toda Latinoamérica. Es soñar en grande pero es alucinante y está buenísimo. Poder llegar a hacer cosas en otros países, para mi sería bárbaro. Conocer gente nueva, girar y expandir mi música.-