Axel puede definirse como un cantautor inquieto, que siempre está en la búsqueda de algo más y es así que logró -en su amplia carrera de 20 años- nacer, crecer y reinventarse constantemente. Sin embargo, en su ser es la persona más serena y calma que uno pueda imaginar, atento, amable, tal vez es una forma de agradecer y reconfirmar que ama lo que hace. Tiene una presencia angelada que le atribuye directamente a mantenerse firme en su esencia: “no tratar de ser lo que uno no es”. Puede parecer un planteo difícil de creer para una persona que cuenta con 10 millones de seguidores en redes sociales y que cosechó 5 Premios Gardel, dos 40 Principales, un MTV Millennial Awards, entre otros. Axel trasmite luz, calidez y algo muy positivo que se extiende en las letras de sus canciones, muchas de ellas son utilizadas para campañas que quieren dar esperanza en algún contexto de ayuda social. Algo que no es casualidad, ya que una de las grandes pasiones de Axel es el altruismo y lo hace en la fundación (SUR).
“Es otra de mis grandes pasiones. Son cuatro sedes en distintos puntos del partido de Lomas de Zamora donde unos 800 chicos asisten a talleres de cocina, tejido, taekwondo, yoga, computación y hasta tienen bibliotecas”, cuenta.
Su comienzo como cantante puede verse como “casual”, entra como notero y luego conductor de un programa de música en canal 26, mientras Edith Ermida conducía, él estaba a un costado con su piano y acompañaba con música además de hacer comentarios. Algún productor y disquera musical se interesó y el resto es historia. Pero este cantautor también domina varios instrumentos como la guitarra clásica, eléctrica, piano, armónica y otros. Tal destreza musical llevó a que el autor de la “Clave para conquistarte”, “Te voy amar” y “Celebra la vida” fuera jurado en el certamen musical “La voz argentina”.
Además, acompañó a más de una pareja protagónica de telenovela con sus baladas románticas. Lo encontramos caminando por la alfombra roja de los Premios Platino, donde luego cantará con la cantante española Malú. Se cruza con el público, la prensa y algunos actores y logra empatizar con todos naturalmente. Jugando con el nombre de su disco “Ser” -que fue el más vendido de argentina en 2017- REVISTA RANDOM se propuso en esta entrevista descubrir cuál es el secreto de este “ser” que es más parecido a un ángel que a un humano.
-En relación a la música en esta parte del mundo, muchos hablan de una etapa en la que ya no surgen bandas o hay muy poca creatividad. ¿Qué pensás al respecto?
Creo que el mundo va muy rápido, es muy veloz todo, no hay nadie que se aguante un video de un minuto que ya quiere otro, y en 20 segundos otros y todo así. Entonces eso impacta en todos los ámbitos, y en la música lo mismo, todo es muy cambiante. El público es muy cambiante, a los artistas nuevos les cuesta fidelizar un público, porque el público cambia rápidamente. Yo tengo 20 años de carrera y por eso -gracias a Dios- vengo de otros momentos y he logrado con el tiempo sostenerme, renovarme y reinventarme. El público ya me conoce, pero veo –en ocasiones- que hay artistas nuevos que buscan darse a conocer y es muy difícil fidelizar un público para siempre. Y la música ahora está en un momento de turbulencia. Entonces recomiendo que hay que hacer lo que mejor te salga, no disfrazarte de lo que no sos. Hoy se usa mucho lo urbano, mucho reguetón, mucho electrónico, uno puede coquetear con una cosa o la otra pero no entrar de lleno porque no lo sos.
-¿Aunque te tienten?
En mi caso lo mismo, soy un cantautor de baladas y música pop y no puedo hacer reguetón porque esté de moda, ya la cosa dará vuelta y en su momento volverá, todo gira, todo vuelve. Creo que lo más importante que uno puede hacer es mantenerse en su esencia, ocupar tu lugar. Ser uno mismo es lo que importa porque los demás lugares están ocupados por otras personas.
-Descuento que no te ves haciendo el salto que en su momento hizo Luis Fonzi, que era baladista y apareció con Despacito…
Depende, si es una colaboración puede ser, no lo descarto. Si mañana me llama Daddy Yanqui y me invita a hacer un reguetón pero me pide que colabore con el piano y para hacer una parte medio melódica ahí si lo hago, porque estaría cerca de lo que soy yo. Tengo muy buena onda con muchos artistas de habla hispana. Lo que no haría es ponerme en solitario a sacar una canción de estilo reguetón porque no es lo mío. Seria incómodo, no sería creíble. La gente diría ¿Qué hizo Axel? Entonces creo que más que nunca en este momento de turbulencia y de cambio lo mejor es seguir con tu esencia
-¿Por qué elegiste las sierras de Córdoba para vivir?
Por una búsqueda de conexión y de seguridad también, y por un contexto de ambiente mucho más natural, de levantarme a la mañana y escuchar los pajaritos cantando, aire puro, no tener en mi casa rejas. En la entrada sólo tenemos una tranquera que está abierta las 24 horas y en las últimas vacaciones nos fuimos tres semanas y la puerta quedó sin llaves. Ahora tengo una ventana que da a la montaña y tengo una casa que es de lo más independiente, porque fusiona con energía solar. No es que está conectada al sistema. Si se corta la luz en general y se acaba el gas, yo tengo luz y calefacción porque aprovecho el sol y son energías limpias. En casa no hay microondas, televisores ni radios. Sí, tenemos conexión con el mundo a través de WiFi y un proyector en el living para ver películas, pero nada más. La calefacción proviene de leña caída de los árboles y hasta recuperamos las aguas grises en un humedal para luego regar nuestra propia huerta. El motivo fue un poquito de todo eso, mi hija mayor tenía 6 años y estaba por arrancar primer grado y yo quería que vaya a una escuela muy particular que hay en Córdoba.
-Realmente una nueva vida, incluso escuché que te autoabasteces con los alimentos ¿Es así?
Sí, con mi familia tenemos un campo muy grande, biodinámico, donde purificamos la tierra, rescatamos animales y producimos de todo, desde aceite de oliva hasta hortalizas a gran escala. Me cambió la vida, le llamo “slow life” que para mí significa “disfrutar de cada momento”. Mi vida es muy austera, tengo lo justo que necesito para estar bien y las cosas que tengo las uso en excelencia. Ahí estamos muy felices
-¿Un lugar sumamente inspirador para componer?
Sí, en mi último disco “Ser” muchas de las 12 canciones fueron escritas en mi hogar, en este contexto serrano. Hay ciertos lugares en donde uno fluye naturalmente y este es uno.
-No puedo dejar de preguntarte por los Premios Platino donde ahora nos encontramos. ¿Creés que era necesario porque nuestro cine no tenía un evento de premiación propia como la música que cuenta con varios?
Claro, era necesario, pienso que el cine iberoamericano merece y merecía un premio así como el premio Platino, con esta magnitud, organización y excelencia. Y lleva muchas ediciones en lugares claves como Panamá, Marbella, Punta del este, y ahora en Riviera Maya. Lo cual es muy atinado porque es un lugar que tiene mucha cultura ancestral y el cine latino tiene mucha historia de venir creciendo y dejar huella en las temáticas que aborda en sus películas, en la fotografía, en la seriedad de sus actores, en sus producciones a todo nivel. Y siempre se han destacado el cine argentino, el mexicano, colombiano, español, cubano, chileno lo mismo. Me gusta que exista esta celebración.
-¿Qué encontrás en nuestro cine que no ves en otras lenguas?
Cada cine tiene su sello, el cine francés es muy particular, el cine hollywoodense tiene muchos aspectos distintos porque es muy grande pero también tiene su sello. Y el cine latino también tiene sus particularidades, toca mucho de lo social porque al ser un continente con muchos problemas sociales creo que el cine busca reflejar todas las problemáticas llevadas a las pantallas y contarlas de una manera más poética. Más metafóricas que es lo que hacemos con las canciones los músicos. Y en nuestro cine es reafirmado con grandes actores que eso es muy importante, hay una gran escuela de actores en Iberoamérica.