Protagonista en la película “El hilo rojo”, junto a Benjamín Vicuña y María Eugenia Suárez, Hugo Silva es un actor español que ha sabido ganarse papeles importantes gracias a su gran talento en películas de directores renombrados de España como Pedro Almodóvar y Alex de la Iglesia. Es uno de los actores en boga en España y no tiene problemas en conversar distendido y amablemente.
-¿Qué se siente trabajar con actores y directores argentinos?
-Fue fantástico hacer una película como el “El hilo rojo”, donde se habla del amor y junto a actores maravillosos como Benjamín o la China Suárez. Fue muy fácil, nunca había estado en Buenos Aires. Todo el equipo me cuidó mucho, la pasé bárbaro. Descubrí una ciudad fantástica como Buenos Aires de la cual me he enamorado absolutamente y espero volver a trabajar por ahí nuevamente. Hay mucho talento en lo que se refiere al cine. Una prueba de esto son los premios que ganan en los diferentes festivales las películas argentinas.
“Descubrí una ciudad fantástica como Buenos Aires de la cual me he enamorado absolutamente y espero volver a trabajar por ahí nuevamente.”
-“Musaraña” es una película diferente, difícil de encasillar. ¿Cómo fue que te convocó un director de prestigio como Alex de la Iglesia?
-Me llamó Alex de la Iglesia que además es productor y con él ya había trabajado. Yo siempre digo sí, sea lo que sea lo voy a hacer, no hay un no para Alex(Risas). En este caso me llama en calidad de productor y me dijo que había un guión y que me lo enviaría. Cuando lo leí me pareció una maravilla, es una pieza clásica del cine en sí misma. Yo estoy muy orgulloso de esa película, sobre todo de haber podido trabajar con Macarena Gómez (protagonista) y con Nadia de Santiago (co-protagonista). Esta película fue impecable, el terror cuesta muchísimo de hacer, se podría hacer una segunda parte ya que el clima logrado es tan bueno.
-¿Creés que las segundas partes son buenas?
-En el caso de esta película creo que no por su propia naturaleza, pero es una opinión personal. No sé en el análisis del director, tal vez pueda encontrar la veta y el productor saber si conviene. Pero en sí la propia naturaleza de la película tiene principio y un final. Pero si me vuelven a llamar y tengo que volver a ir y el personaje ya está cojo por ratos, pues iré (risas).
-Leí en alguna entrevista que para vos el éxito no es algo que te preocupe ni lo que te ocupes…
-Bueno, te puedo citar lo que dijo un director y actor que es referencia, que es Fernán Gómez, grandísimo en España, que aportó mucho a la cultura de mi país y dijo que “el éxito son sensaciones”. Alguien puede tener mucho éxito para los demás, pero uno puede sentirse frustrado. Y al revés, alguien a la vista de los demás puede parecer que tiene una vida sencilla, sin ningún sabor y de pronto esa persona es feliz. Entonces el éxito para mí es algo muy personal, tan personal como las propias sensaciones.
-Mucho se habla del ego de los actores. ¿Qué me podés decir al respecto?
-El ego es de lo que se nutre el actor y donde se apoya, pero el ego se puede comer al actor y creo que puede pasar con cualquier otra persona que se dedique a otra cosa. Pasa que los actores nos subimos a los escenarios y hablamos. Un ejemplo es que aquí hay un montón de cámaras y yo estoy hablando contigo, son mil ojos mirando a una sola persona, pues claro que eso nutre nuestro ego. Los actores todos tenemos ego y lo tenemos muy acentuado y eso está claro. Todo el mundo debería saberlo dominar para ser feliz pero el actor aún más para que no seas esclavo de esto.
“Al cine iberoamericano lo veo en un momento especial, estupendo y muy creativo desde el punto de las historias que se cuentan. Hay un resurgir del cine en todo sentido, debemos estar orgullosos.”
-¿Has trabajado con algún actor con el ego muy desarrollado?
-¡Uff! Sí, claro. Con actores y también he trabajado mucho tiempo mientras estudiaba actuación, de camarero y he trabajado con camareros con el ego muy fuerte. Por eso digo también que no es tema solo de los actores, es un tema universal de la humanidad.
-Trabajar con directores españoles renombrados como Almodóvar y también con Alex de la Iglesia, ¿implica exigirte más como actor?
-Mira, en el caso de Almodóvar es más libre, le gusta que el actor improvise, eso está bueno porque le da alas a la creatividad en cierta manera. También es democrático ya que escucha sugerencias de los actores. Alex es parecido, tal vez sea un poco más exigente con la cámara y con la historia misma, pero los dos son enormes como directores.
-¿Te gusta esa forma de trabajar o prefieres un guión bien cerrado y un director con las ideas clarísimas desde el principio?
-Para mí lo más importante es que el director tenga estilo. En eso he tenido mucha suerte. La mayoría de directores con los que he trabajado no son insípidos. Almodóvar y Alex de la Iglesia marcan la diferencia desde el punto de vista del estilo que tienen para contar una historia.
-Estar presente en los premios Platinos te da un pantallazo de cómo está parado el cine Iberoamericano. ¿En qué estado lo ves al cine latino?
-Al cine Iberoamericano lo veo en un momento especial, estupendo y muy creativo desde el punto de las historias que se cuentan. Hay un resurgir del cine en todo sentido, debemos estar orgullosos. Tenemos películas maravillosas que andan por ahí que ganan en festivales y que son aclamadas por el público y que son verdaderas obras de arte. Como “El abrazo de la serpiente”, una película de Colombia súper diferente o “Ixcamul”. Creo que tenemos que ver más nuestras historias antes que las que nos propone Hollywood.