Revista RANDOM estuvo con Vera Spinetta en una charla mano a mano, con motivo del estreno de la película Soledad, de la cual es la protagonista. El film cuenta la historia de Soledad Rosas, una joven de Barrio Norte devenida en integrante del movimiento “squatters”. Fue acusada por el gobierno italiano de ser una de las terroristas más peligrosas del país y la puso en prisión. Ella, al igual que lo había hecho su novio, se terminó suicidando. Su nombre se convirtió en un mito de la cultura popular anarquista.
Escribe: Manuel Saracho Villacorta
De papeles secundarios en cintas como Las viudas de los jueves, Anagramas y Vóley, la joven actriz se muestra casi irreconocible en su primer protagónico, con el pelo cortado al ras y un rol de exigencia emocional. Nos contó como fue su experiencia en el set, sus proyectos y sus ganas de hacer teatro.
El fuego de la chimenea estaba crepitando en el medio del ambiente rodeado de estantes con libros de fotografía, pintura y decoración. Al lado, una mesa baja con dos sillones gastados, claramente son de diseño y están acorde a la ambientación del lugar. Ambos puestos frente a un gran ventanal que da a un patio; que cuando se cruza, se accede a otro espacio con muchos libros. Es una librería fuera de lo común, porque la entrada no dice nada, sólo quien la traspase puede descubrir el oasis que hay dentro.
Ella cruza la puerta que viene del patio, estaba en la otra parte de la librería, pregunta si es posible sentarnos afuera para fumar. El día lo amerita,y justo un haz de luz da sobre el sillón de madera en donde se sienta. Ahí mismo saca una cajita y arma su propio cigarrillo; se la nota relajada, hay algo de lo familiar en ella que es inevitable no notar. Gesticula como su padre.
Fotos: Pablo Franco
Llegó a la película por un casting, si bien no había leído el libro “Amor y Anarquía de Martín Caparrós” (en el que se basa el film), había visto algunos informes sobre el tema. Por ello, la convocatoria para participar de este proyecto hizo que busque toda la información disponible. “La internet salva, viste” dice mientras prende su armado. Si bien le cuesta ser neutral, ella está muy conforme con su actuación. “No tomo real dimensión de cómo actúo y fue tanto el trabajo previo con Agustina (Macri) que no le puedo poner raciocinio a ese momento porque ya estaba pasando” concluye.
Antes de ir a Turín a rodar, Vera se preparó con una coach de actuación, más que nada para pulir algunas cuestiones técnicas del trabajo. “El resto esta librado a la creatividad del actor, en no tener miedo e ir probando por donde el personaje lo requiera”, dice.
Con la directora de la película Agustina Macri, hija del Presidente de la Nación Mauricio Macri, forjaron una gran amistad y un buen equipo de trabajo. A tal punto que casi no tenían un diálogo respecto a lo que se estaba haciendo, porque la actriz ya sabía lo que tenía que hacer. Eso fue producto de las charlas previas, de lo que fue la creación del personaje. “Sus correcciones eran muy precisas, más de lo sensible” explica mientras sus ojos se redondean.
Siguiendo con el tema, nos cuenta que lo interesante de la actuación es la posibilidad de jugar con diversos temas, “sino sería yo todo el tiempo, justamente me atrae las diferentes historias que se pueden contar y a través de eso me conozcan”.
Debió raparse el cabello: “me miré al espejo y no me reconocí, pero luego de terminar con la filmación, me di cuenta que era necesario córtame el pelo”.
El otro desafío fue aprender a hablar en italiano; porque la mayor parte del film trascurre entre Turín y Génova. “Tome clases dos meses antes de ir para allá, pero cuando llegué a la ciudad y comenzó la interacción con el resto de la gente, sentí que no sabía nada” cuenta entre risas y agrega “al principio no me sentía con la libertad de jugar con el idioma”.
De todos modos, luego de dos meses de estar ahí, sumado a que no la dejaban hablar en español, su italiano mejoró sustancialmente. Eso se puede apreciar a lo largo la película; además, porque el personaje así la requería, hay que recordar que Soledad Rosas no sabía hablar el idioma y lo fue aprendiendo con el tiempo.
Ha incursionado en televisión, aunque siente que es otro ritmo, pero definitivamente le gusta el cine; la deuda es con el teatro, nunca lo hizo. “Me gustaría hacer teatro, una historia que me conmueva; tal vez no llegó el proyecto que diga: todo los jueves, viernes y sábado de mi vida voy a estar haciendo esto”, dice entre medio de carcajadas.
Es mamá de Eloísa, su hija de 3 años, y además esta viviendo en Mendoza con su actual pareja, el cantante Juan Saieg. Por ello, antes de tomar una decisión respecto al teatro, lo debe meditar muy bien porque es mucha energía puesta en un solo lugar. No le escapa al desafío, reflexiona “hacer teatro es lo más impresionante que te puede pasar como actor, porque en cada presentación vas profundizando más sobre la historia que se está contando”.
Ha incursionado en televisión, aunque siente que es otro ritmo, pero definitivamente le gusta el cine; la deuda es con el teatro, nunca lo hizo.
Fotos: Pablo Franco
Vera no reniega de ser “la hija o hermana de”, lo tiene internalizado de tal manera que lo hace natural; el hecho de ser la hija de un prócer de la música como Luis Alberto Spinetta no la amedrenta en lo más mínimo. No la asusta la gente, ni que la reconozcan en la calle, piensa que es un acto de amor y que digan cosas lindas. Aunque en el futuro le gustaría hacer cine, el presente la encuentra en plena producción de un disco con su música, que es su refugio luego de la película. Además, por si esto fuera poco, esta escribiendo un cortometraje que quiere dirigir.
De más está decir que tenía una excelente relación con su padre y tiene una gran simbiosis con sus hermanos. Es una mujer que, desde que nació, transitó un hogar en el que se respiraba arte, por lo tanto, es inevitable que la elección de su camino sea por el lado de la música y la actuación.
