JAIRO: El trovador del mundo

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Con más de 800 canciones grabadas, muchas de ellas en varios idiomas, el cantante cordobés celebra sus 50 años en la música con un flamante disco doble que se viene presentando por partes en redes sociales, y pronto será editado con sus respectivas presentaciones, sujetas a las disposiciones actuales. En una entrevista íntima repasa sus comienzos en Cruz del Eje y cuenta alguna de sus tantas e increíbles experiencias.

El músico argentino ya tenía varios discos editados con éxito en España, pero un llamado en otro idioma le sacudió esa mañana. Escuchó atentamente la propuesta que le hacían y finalmente sonrió. No necesitó meditarla mucho tiempo, la decisión la había tomado apenas colgó el teléfono. Se iría a grabar sus canciones a Francia, un nuevo disco pero con el repertorio íntegro en el idioma galo. Se imaginó caminando por Notre Dame, Montmartre o en Le Maraisel. Si bien ya la había visitado hace tiempo atrás para dar un concierto rotundamente exitoso, la idea de permanecer meses en la ciudad luz lo sedujo. Ahora le quedaba algo que parecía sencillo, convencer a su compañía discográfica.

Las oficinas de Ariola en Madrid estaban repletas de cuadros con fotos de artistas y portadas de discos. Tras saludar a todo el personal, el músico entró a la sala directiva, fue con la idea de una coproducción bajo el brazo. En números, el acuerdo era interesante y los españoles de su compañía se repartirían dividendos con los franceses. Para uno de los directivos de Ariola no valía la pena siquiera analizar la propuesta. Ellos habían tenido una mala experiencia con dos cantantes y no querían ninguna otra aventura. Pero el músico confiaba en su instinto y logró que le concedieran la carta de libertad de su contrato.

-Te vas a dar una hostia Marito- le dijo el directivo antes de despedirlo.

A los cinco días, el músico entregó su pasaporte en el aeropuerto Charles De Gaulle como Mario Rubén González y a las pocas horas firmó su contrato con la nueva compañía con el seudónimo de Jairo. Cuatro meses después vendió 800000 vinilos con su primer disco en francés.

Todo en su carrera a 50 años de su primera grabación como Jairo -con lanzamientos de un flamante disco doble y gira de presentaciones maravillosas para homenajear ese número- es producto de la intuición y la voluntad de trabajar de un hombre tocado por la varita mágica de una voz sublime. “Soy un tipo normal que canta, no hay misterio”, simplifica. Cada reflexión o anécdota que recuerda en la charla para RANDOM es desprovista de vanagloria y pese a que le hayan sucedido situaciones excepcionales o inimaginables para cualquier mortal, él las hace tan cercanas que uno se las apropia. Y de igual modo ocurre con sus canciones, con cada fragmento de su arte.

“La levanté la pelota de cucharita y la paró de pecho, para mí fue como darle un pase en un mundial. El Chino Benítez (integrante del plantel de Boca Juniors) me había dicho que le haga un caño pero mi audacia no llegó a tanto”, cuenta sobre su pase a Diego Maradona como encargado del puntapié inicial de un amistoso que fue nada menos que el primer partido del astro en el continente Europeo. Era la cancha del Paris Saint Germain, un 5 de septiembre de 1981. Se trataba de un encuentro que había sido invitado Boca en homenaje a Jean-Pierre Dogliani y Jean-Louis Leonetti, dos de los héroes del ascenso de los parisinos a Primera División. La cancha quedaba a pocas cuadras de la casa donde Jairo vivía, era la ciudad de Saint-Germain, pegadita a Paris. “Una tarde salimos a dar un paseo con Astor (Piazzolla) y fuimos a la casa del famoso compositor (Claude) Debussy, que ahora es un museo, y cuando llegamos Astor lo primero que hizo fue frotarse la espalda contra la pared diciendo: ‘que se me pegue algo’. Uno siempre busca respaldos en aquellos que admira y exacerban más la pasión por lo que uno hace”, cuenta con naturalidad. No importa si es Borges, Cortázar, Atahualpa Yupanqui, su maestra de primaria, un pintor de su Cruz del Eje natal o el periodista Daniel Salzano. Todos para él son iguales y de vital importancia en su carrera. “Los hechos se suceden de una manera muy natural, no hay nada forzado en el desarrollo de las cosas que me llevaron hasta ahora”, dice.

Jairo presenta el primer volumen de “Cincuenta Años de Música”, su nuevo trabajo discográfico, que se editará en vinilo, CD y en todos los formatos digitales. Y además anuncia algunos shows presenciales para el mes de mayo que estarán sujetos a las disposiciones por la pandemia. 50 AÑOS DE MÚSICA presenta una serie de canciones que han sido y son importantes en la trayectoria del cantante y cuenta con la participación de destacados artistas, como la banda Eruca Sativa y Abel Pintos en “Milonga del Trovador”, “Caballo Loco” con Luciano Pereyra o “Milagro en el bar Unión” con León Gieco y Víctor Heredia, que ya están disponibles en todas las plataformas digitales. “Tanto Lito Vitale como Jaco González (su hijo) –que es el productor de todos mis discos- me han respaldado muy bien desde el punto técnico y demás. Después se trata de meterte bien en el asunto y hablar con los demás cantantes y descubrir cosas maravillosas. Grabando este disco he descubierto cosas maravillosas de ellos que, en su mayoría, son de otra generación. Sin embargo, vez que tienen afinidades con vos en muchos aspectos y te lo demuestran, ese cariño, ese afecto, ese entusiasmo de querer estar en el disco. Todas las grabaciones con los artistas fueron tan bonitas, venían todos con las canciones aprendidas, predispuestos a grabarla mil veces si fuera necesario, aunque casi siempre la cantaban a la primera. Esa predisposición fue fundamental para el logro del disco”, dice.

El corte que presenta con Gieco y Heredia de invitados:

El año pasado casi en la fecha exacta de los cincuenta años, el festejo comenzó por lo alto: un Concierto con localidades agotadas en el Teatro Colón dentro del ciclo “Los Únicos”̈. Esa actuación debía ser la primera de una Gira Nacional e Internacional. La celebración incluía, además, el lanzamiento del mencionado doble disco. “Yo cuento a partir de la primera grabación de mi disco como Jairo pero antes canté tres años aproximadamente como Marito González pero como fue una suerte de aprendizaje no lo contabilizo en este recuento como hicimos esta vez”, nos explica.

La pandemia obligó a un cambio de planes y la gira debió ser reprogramada. Por suerte, luego de un tiempo de incertidumbre, el disco pudo ser llevado a cabo. “La pandemia nos afectó mal, y me costó mucho sobre todo los primeros meses, fundamentalmente porque interrumpieron la grabación que habíamos comenzado a grabar en diciembre de 2019 con Lito y teníamos todo en orden, habíamos avanzado en varias canciones e incluso comenzado la gira”, dice. Mientras tanto, realizó dos streamings exquisitos (Rumor de Nido) desde la intimidad de su hogar y acompañado sólo por su guitarra: “No soy tan buen guitarrista para aguantar tanto tiempo un show entero con la guitarra pero visto así fue distinto. Vas descubriendo cosas, es todo cuestión de trabajo, es pasarte horas y horas cantando hasta que encontrás que sale. No hubo nada improvisado en los streamings que hice, todo tenía una razón de ser y estar. Los textos estaban relacionados con lo que iba a cantar y ese tipo de cosas, todo es laburo ya que cuantos más elementos tenés para manejarte es mejor”.

“Yo me dedicaba a la pintura, hasta que en el transcurso de uno de mis viajes a Argentina, Luis Aguilé me escuchó y me propuso grabar en España. La idea era ir y volver…pero el destino decidió otra cosa y me terminé quedando porque el tema ‘Por si tú quieres saber’ se convirtió en un gran éxito”. Y se ríe de algunos que aún le dicen: “Te sigo de la época de Marito”, es que “si todos me siguen desde esa época no tendría que haberme ido de acá y hasta hubiera hecho como Palito y capaz hasta llegaba a Gobernador”, (suelta un carcajada).

Con Eruca Sativa y Abel Pintos:

Sus más de 800 canciones grabadas es un número que impacta. “Lo que engrosa mucha la cantidad es que he grabado también discos en otros idiomas y engrosa la cantidad de canciones grabadas, porque 800 es una barbaridad”, dice y agrega: “Un hecho que destaco siempre es que la gente que he admirado en conocer no me ha decepcionado en ningún caso. Y estoy hablando de personalidades con fama de controvertidos, difíciles, como Piazzolla, Borges, Atahualpa o que eran difícil acceder a ellos, y sin embargo no fue así”, reflexiona en esta entrevista donde pasaremos por su querido Cruz del Eje y el norte cordobés hasta sus experiencias europeas.

-Yo me acuerdo cuando era chico de la epidemia de Poliomielitis que hubo y el único recuerdo que tengo es bastante visual, en Cruz del Eje y haciendo una cola bastante grande en el hospital Aurelio Crespo para ser vacunado, recuerdo que estaba con mi mamá y mis hermanos, y aunque era muy chico porque habré tenido cuatro años, tengo un recuerdo de eso. Muy vago, de pocas imágenes, pero es el recuerdo de una epidemia que fue muy extendida y causó estragos. Y esto que estamos viviendo por supuesto es distinto a todo, ha pasado mucho tiempo, el planeta y la tecnología evolucionaron, el bienestar en eso que la gente vive más, hay un progreso evidente en el mundo, a pesar que sigue existiendo la pobreza en varias partes del planeta y del país. Pero el progreso ha sido mucho y que te sorprenda un bicho así es muy extraño.

Te he visto en varias entrevistas y recordás y homenajeas mucho a tu infancia…

Dicen que la infancia es lo primero que se olvida o bien que se va fragmentando con mayor facilidad con el paso del tiempo, sin embargo tengo la infancia intacta y me acuerdo de detalles insólitos y cada vez que voy a Cruz del Eje recuerdo momentos y lugares, me emociono. Eso lo tengo clarísimo, me encanta. Y gracias al canto pude recorrer toda la provincia de Córdoba, yo era el chiquito que cantaba y pelaba la guitarra y ya me hacía un espacio. Cuando ya fui de profesional la gente fue muy cariñosa conmigo, como si nos conociéramos de siempre, como diciendo qué bueno que volviste.

También es sido muy generoso con darle reconocimiento hasta con tu maestra que te descubrió en el coro…

Las maestras son las que descubren ese tipo de dones artísticos. Son claves en eso porque te conocen de muy chico y si te ven dibujar bien dicen este tiene condiciones para esto y así en cualquier otro orden. Cuando te ponen en el coro de la escuela y resulta que tu voz sobresale sobre las demás y dicen: “mirá este tan chiquito y que expresión tiene cantando”. Y ya te ponen en las fiestas del colegio (se ríe) y así han empezado muchas carreras, los actores también. Por eso las maestras juegan un papel fundamental, aparte de la formación que dan.

¿Costó mucho al comienzo?

El destino me ha llevado bastante bien, me ha orientado pero he tenido algunos disgustos, al principio sobre todo, cuando las cosas se están acomodando. Y no sabés hasta dónde las cosas te llevarán y si van a ser realmente tan importante para dedicarle todo el tiempo de tu vida. Ahí tropezás con alguna barrera que después depende mucho de cada uno para sacar adelante las situaciones, y darse cuenta de ese tipo de obstáculos pero hay que superarlos. Y tener gente que te rodea, eso es clave. Mis padres creyeron mucho en mis ganas de cantar, aunque no se involucraban mucho, no es que estaban detrás de mí y mis viejos firmaran contratos por mí, para nada. Mi viejo seguía trabajando en el ferrocarril y yo me iba a Córdoba a buscar cosas en los programas de concursos en las radios, en el canal 12 de Córdoba que en ese entonces era el único que había y ahí empecé a moverme en el mundo de la música. A principios de los 60 en Córdoba todavía no estaba la onda cuartetera, predominaba la moda de orquestas características, desde tango hasta grupos de rock and roll de los barrios. Cuando tenía 13 me vinieron a buscar porque tenía buena voz para un grupo que se llamaba The Twister Boys de Cruz del Eje, éramos todos adolescentes pero yo no quería aún salir de la infancia. Pero así empezó todo y tuve mucha ayuda de gente que me hablaba y me clarificaban el panorama.

¿Fuiste una persona muy valiente?

Juega mucho el deseo, las ganas y el entusiasmo, a medida que avanzan las cosas si realmente progresás, por ejemplo pasar de cantar en un programa de concursos a que te propongan grabar un disco y ese tipo de cosas, evidentemente vas madurando. No sé si llamarle personalidad porque he sido muy tímido, creo que el instinto en elegir las cosas que me hacían avanzar. Creo que eso ayuda mucho a que la cosa progrese, eso no garantiza la vigencia ya eso depende de otros elementos que entran en juego.

¿Desembarcar en Francia fue lo más arriesgado que hiciste en tu vida?

Probablemente, pero era un riesgo calculado, había tenido una propuesta para grabar en francés ya que había tenido una buena experiencia en Francia, me había ido demasiado bien en el primer recital, fue algo inexplicable. Ya tenía una propuesta firme y los españoles de la compañía discográfica no estaban de acuerdo y causó una ruptura en el contrato con ellos, me la jugué entero porque mi instinto me decía que tenía que ir a Francia.

Y demostraste que podías amoldarte a cualquier idioma…

Tuve la oportunidad de ir a Inglaterra pero lo de Francia era inmediato, ya tenía productor pero debía esperar seis meses. También me habían llamado de Estados Unidos y firmé un contrato con RCA internacional pero fue para la división en español y grabamos tres discos, pero canté en varios programas de televisión o espectáculos con artistas norteamericanos y todos me decían que debía ir a Estados Unidos. Son oportunidades que quizás debés agarrar al vuelo pero como es una actividad tan vertiginosa no podés hacer todo. A lo mejor se pueda grabar un disco en inglés, trabajar con un buen coach, yo tengo cierta facilidad para imitar los sonidos de los idiomas y por fonética pueda llegar a empatarlo, con canciones que me gusten mucho y que tengan que ver con el sonido y la voz. Esa podría ser una buena aventura discográfica o en redes.

¿Cómo lográs que tantos estilos te queden bien?

Todo es trabajo, sobre todo para estar a la altura. Es cierto que podés intentar cantar cualquier estilo pero algunos te calzan mejor que otros. Por ejemplo, a mí que crecí en Cruz del Eje escuchando folklore no me tienen que explicar cómo se canta una chacarera o una zamba rítmicamente. Lo tengo incorporado, en cambio sí en el caso de cantar un tango, yo soy bicho de provincia y no de la gran urbe, de la música ciudadana. Sin embargo, eso no me impidió cantar con la orquesta de Osvaldo Pugliese o el propio Astor Piazzolla y el sexteto mayor, o el Negro Lavié que la tiene atada, pero son estilos que son complicados porque los he practicado menos. En cambio otros, como el rock & roll los he mamado. No hay que olvidarse que yo tenía 15 años cuando Los Beatles estaban en plena efervescencia, gastaba sus discos. Es un poco osado de mi parte que a veces me tiro a la pileta pero consciente que voy a dar el máximo.

¿Cómo surge la inspiración?

Nosotros tenemos la capacidad de observar y después depende de cada uno de su propia capacidad de observación para poder incorporar cosas incluso de una manera inconsciente. No es que digo esto me gusta así y lo voy a hacer igual, son cosas que se van incorporando a tu memoria y sin darte cuenta estás cantando y te sale una cosa, es así como funciona. En ese sentido, soy muy observador y seguidor de la gente que me gusta, soy fan empedernido y algo siempre se te queda. Es verdad que existe la inspiración pero no es que de repente ves un lago y escribís una canción sobre el mismo. Es un fenómeno que parte de algo que te conmueve y luego se traduce en algo que te sale a vos. Si vas a un museo y vez Las Meninas de Velázquez o un cuadro de Goya quizás salís conmovido. Y de golpe cuando estás trabajando y te sale algo y decís “por qué ahora y no antes de ir al museo”. No es solamente la búsqueda en el trabajo, en la elaboración. La inspiración es la base de todo y es algo etéreo.

Mencionaste la pintura y sigue constituyendo parte de tu ser, ¿Verdad?

Mi profesión es la de la música y el canto y a eso me dedico fundamentalmente, y la pintura ha quedado un poco relegado a un menor tiempo durante el día, pero sigo practicando y nunca la abandono. Me di cuenta que la pintura evoluciona dentro de tu cabeza. Un ejemplo, si hacés un dibujo y te pasás un año sin dibujar y pintar, y al año volvés a hacerlo, lo hacés mejor. En realidad encontrás más soluciones de las que tenías antes.

Pensar que tanto tu ciudad, como esa zona del noroeste cordobés es una usina de artistas plásticos…

Es una ciudad que da muchos artistas, es empobrecida por los acontecimientos históricos como el cierre del ferrocarril y abandonada un poco en las políticas generales de la provincia, cuesta mucho salir adelante y por eso mucha gente emigra y no vuelve. Si se juntaran todos los cruzdelejeños que andan dispersos por ahí seríamos más de cien mil. Y apenas somos 45000 ahora pero deberíamos ser muchos más. Como es mi caso, aunque siempre vuelva no sumo a la estadística (se ríe). Pero así y todo tenía una escuela de arte, un conservatorio de música, algo para que los chicos puedan dedicarse a lo artístico, necesitan ese empujoncito que alguien les diga que eso sirve, que puede ser importante para sus vidas.

Y ahora justamente sos protagonista hasta de un mural…

Pensar que alguien como Mario Vélez se le haya pasado por la cabeza hacer un mural sobre mí fue inimaginable, un mural tan bonito, me fui especialmente a verlo y a conocer al artista. Fue mi única salida y viaje dentro de la pandemia. Además fue muy interesante la propuesta porque fue participativa y la gente podía dar sus pinceladas, fue una obra colectiva. Es precioso y me sorprendió muchísimo, son gente que merece todo el apoyo porque hacen avanzar las cosas por el lado bueno de la vida.

Dentro de tantos próceres con los que trabajaste, te voy a mencionar dos, comienzo con Daniel Salzano…

Salzano además de ser el enorme poeta que conocemos era una bendición tenerlo como amigo, una persona maravillosa. Tuvimos muchísimos intercambios epistolares porque nunca vivimos en la misma ciudad, a pesar de haber compuesto juntos más de 80 canciones nunca nos juntamos para componer. Él vivía en Madrid y yo en París o él en Córdoba y yo cerca de la ciudad de Buenos Aires. Al principio fueron las cartas o el querido Fax después, luego el teléfono y finalmente ver las letras por internet. Él era un gran creativo, de muchas ideas originales y con un lenguaje, una forma y un estilo que lo distinguía del resto. A mí me servía muchísimo porque todo eso que tenía me hacía mejor, me permitía tener un repertorio original con canciones que no se parecían a nada. Era una relación muy afectuosa y pasábamos horas también hablando de todo y arreglando el mundo.

¿Y Atahualpa?

Yupanqui conmigo tuvo una generosidad extraordinaria. La primera vez que hablé con él me dijo que no le interesaba lo que cantaba o cómo lo cantaba. Me dijo: “me interesa que usted es de dónde es”. Y quería saber cómo alguien de ahí estaba cantando en Francia porque él estaba muy aquerenciado con el norte cordobés como ya sabemos con su casa en Cerro Colorado. Cuando él siempre se refería a ir a su casa, siempre se refería a esa. Era muy divertido y se divertía con los chistes cordobeses.

Así como antes los grandes marcaron tu camino, ahora te pasará a vos. ¿Cómo te llevás con eso?

No me considero que puedo dar consejos, apenas puedo aportar sobre técnica vocal y ciertos detalles pero sin internarme demasiado. Compartir escenario y que me llamen me alaga muchísimo, sobre todo viniendo de mis pares y de generaciones nuevas. La vigencia de tantos años cantando está basado en eso, que les haya llegado a pares de las nuevas generaciones seguramente tiene que ver que han tenido un recorrido parecido al mío, desde chiquito cantaron y algunos de sus familiares les ha hecho escuchar algo mío y eso ha contribuido para despertar en ellos cierta curiosidad y admiración entre comillas.


Mi profesión es la de la música y el canto y a eso me dedico fundamentalmente

Para cerrar con música la nota, ¿Ponemos algo de este flamante disco con invitados que venís presentando por partes?

“El Ferroviario” debe ser la canción probablemente que más me piden en mis recitales en solitario. Recordé que Rally me había contado que la primera vez la escuchó en el coche camino de Córdoba a Frías y se emocionó tanto cuando empezó a escuchar la letra que tuvo que detener el auto al costado de la ruta para escucharla. Eso, por ejemplo, hizo que dijera la tiene que cantar Rally. O “Volver a Vivir” con Nahuel Penisi que estábamos en el teatro Colón para hacer un show solidario y compartíamos camarín y de repente agarró la guitarra y me cantó la canción entera. Y luego le dije a Lito “Volver a Vivir” la tiene que cantar Nahuel, también está Pedro Aznar porque fue productor del disco Cielos y él también le había cantado maravillosamente. Y así fuimos pensando en cada invitado o invitada. Muchos hicieron todos los arreglos, como el caso de Eruca Sativa que hicieron todo. Este disco me permitió conocer mucho más a los artistas invitados y me conmovió ver cómo trabajan, lo buena gente que son. Me encanta la gente así.

A nosotros tipazos cómo él.

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