En un mundo efímero donde la instantaneidad es regla, los vinilos parecen tener más adeptos, se reinventan e incrementan sus seguidores.
El placer de escucharlos, coleccionarlos, intercambiarlos y deleitar nuestros oídos con su romanticismo, volvió. En esta nota te invito a curiosear y a entender este fenómeno. Cuesta creer como, a veces, consumimos tecnología de punta, que funciona como lo hacían algunos aparatos retro. El caso de la red instagram ejemplifica esto: sacás una foto con un celular nuevo y le aplicásun filtro para que simule ser una foto como las de antes. ¿Raro no?
Ok, lo cierto es que si bien lo vintage es vanguardia, la música no se queda afuera de este fenómeno. Casi como cuando uno encuentra en una feria americana esa prenda única, cálida por su historia y buena por su calidad, los discos generan lo mismo. Nada se compara con la sensación de tener la música en tus manos. Revisar y revolver hasta encontrar esa joyita que tanto buscabas. La gente, los elige por su calidad sonora y su calidez , ya que el vinilo es un formato que se vio desplazado por el CD a finales de los 80.
“Cuando uno pone un vinilo está destinando un tiempo a la música y nada más que a la música. “
En esa pérdida de ventas y ese desplazamiento, es curioso, pero el disco tomó fuerza y logró lo que hasta ahora ningún formato había logrado: aumentar las ventas y volver con toda. Parece que algunos, en vez de tanto bytes, descargas rápidas y escuchas on line,(donde la calidad sonora se pierde), prefieren la experiencia del vinilo, que nos invita a seguir un orden establecido por el artista como si se tratara de su obra en estado puro. Esa experiencia, requiere atención y cuidado, porque cuando uno pone un vinilo está destinando un tiempo a la música y nada más que a la música. Sus dos caras, te obligan a levantarte y cambiarlo de lado. Es como si uno se desconectara de todo y le dedicara un tiempo al artista y a la música.
A nivel internacional, la mayoría de los artistas, edita sus discos tanto en CD como en vinilo. Es una costumbre que de a poco se expande. Sin embargo, en nuestro país, son pocos los artistas que editan su música en este formato. Algunos pocos, se animan a darle valor agregado a su música a través del vinilo. Lo cierto es , que la única fábrica de vinilos de Sudamérica, se encuentra en Brasil, lo que hace que los artistas locales no tengan una industria propia y que el acceso sea caro. Ojo! Algunas bandas nacionales como Los Natas, Los Cafres y El Mató a un policía motorizado tienen música en vinilo y es posible encontrarlos en las bateas.
De todas formas, algunos discos si no se encuentran nuevos, se encuentran usados, en disquerías, lo cual, hace más encantador el hábito de coleccionismo. Las disquerías, para los fanáticos de este formato, permiten revivir las épocas donde uno se tomaba tiempo para buscar un disco, comprarlo, llevarlo a casa y preparar el contexto idóneo para la experiencia vinilo, sentarse, tomarse una copa de vino, prenderse un cigarrillo, colocar la púa correctamente, ver el arte de tapa, seguir las canciones o simplemente escucharlo….
Creo que de alguna manera, lo que intentamos hacer, es volver a escuchar la música como lo hacían nuestros viejos, de una manera cálida y diferente. Todo vuelve, hasta las costumbres.