Foto del Mes: El Adiós a la Risa

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“ Es posiblemente una de las pocas figuras que ha sido capaz de unir a todo un continente detrás de su gran talento y sus geniales creaciones: desde Argentina hasta EE.UU. …”

A veces hay que parar un momento y preguntarse: ¿Que hace que un fenómeno de nuestra cultura se vuelva verdaderamente perdurable? No me refiero a algo popular, en el sentido de que es seguido y aplaudido por un gran porcentaje de la gente en un determinado momento, me refiero a cuando algo lo hace a través de la generaciones.

Generalmente nos encanta reírnos con el cómico de moda, tal vez igual que la mayoría de nuestros amigos y vecinos. Años más tarde apenas recordamos el nombre del artista mientras nos reímos con el siguiente y no entendemos que le veíamos.Todo esto para introducirnos al mundo de Roberto Gómez Bolaños, el gran comediante a cuya leyenda rendimos homenaje tras su fallecimiento a los 85 años. Es posiblemente una de las pocas figuras que ha sido capaz de unir a todo un continente detrás de su gran talento y sus geniales creaciones: desde Argentina hasta EE.UU., generaciones enteras de latinos hemos crecido viendo los programas de Chespirito y es extraño poder decir que se comparte el mismo placer con padres e hijos, y hasta incluso con abuelos. Cierto, en algún momento dejamos de ver al Chavo del 8 o al Chapulín Colorado y nos abocamos a cosas más “adultas”, pero a más de uno le ocurrió volver a sonreír mientras volvíamos a ver algún sketch, o sus personajes inolvidables -como Don Ramón- se vuelven memes de la era 3.0.

¿Es un humor para niños? No, es simplemente humor, humor para todos, magistralmente escrito y ejecutado a la perfección por grandes actores. Como cuando uno ve a Olmedo o los Monty Pythons, algunas cosas funcionan y otras no, pero las que lo hacen tienen el empuje para durar por siempre. Gómez Bolaños fue, además, un astuto empresario que supo revivir la franquicia cuando menos se lo esperaba, y mantenerla siempre atada a su persona, aunque esto significara un par de amargos conflictos.

Cuentan en las redes que María Antonieta de las Nieves, queriendo en realidad ser actriz dramática, le expresó con preocupación sobre la poca seriedad de la comedia infantil. Chesprito la habría convencido diciendo que “primero se es actriz y después se ve en que genero se trabaja”. Nosotros no tenemos la menor duda que el programa seguirá transmitiéndose a la generaciones futuras, que podremos comentarle a hijos y nietos que nosotros también nos reímos con él.

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