En todas las actividades el saber común habla, en porcentajes, de un 90% de transpiración y apenas un resto de inspiración.
En general estamos de acuerdo en esa simplificación, pero el conflicto se suscita cuando hay personas que no sólo transpiran y trabajan su técnica para evolucionar sino que además poseen un talento de fábrica que supera cualquier tipo de generalización. Mariana Bonadero es una actriz que sabe brillar en televisión y en radio con sus múltiples personajes y culmina el año con un personaje confeccionado a su medida en “Un amor mal Atendido”, una obra que viene de presentarse en una sala reinaugurada –con varios déficits-para los vecinos de la República de San Vicente (como les gusta que sea nombrada) en Córdoba. Con Revista Random conversamos antes de una posible temporada de un espectáculo muy aplaudido.
– En una obra donde te lucís con tus transformaciones, ¿Cómo ha sido la preparación para un papel tan complejo?
– Fueron cinco meses de rigurosos ensayos. Disfruto mucho del proceso de ensayo, no te voy a negar que por momentos resulta angustiante también, pero de a poco todo se va logrando de manera artesanal y en equipo. La obra tiene un texto complejo, muy poético y al mismo tiempo requería mi transformación. “Ella” es muchas mujeres y ese era el gran desafío. Llegamos cómodos al día del estreno y si bien las obras van creciendo con el correr de las funciones, el haber ensayado tantos meses nos posibilitó disfrutar ese día.
– Venías de hacer Evita, otra obra donde debías descargar toda tu energía en escena, se puede decir que no te gusta andarte con chiquitas…¿Sos una mujer a la que la nutren los desafíos?
– Intento escuchar por donde va mi deseo. Cambio, me reinvento, me animo, siempre estoy en búsqueda de proyectos que me entusiasmen en cuanto al contenido, al equipo de trabajo y al desafío que me implica desarrollar otras potencialidades. Hace que me siente viva y en movimiento.
– No quiero pasar por alto el hecho de que participaste en la reapertura de una Sala Teatral con todo lo que significa, ya que en general nos venimos acostumbrando a los cierres de establecimientos culturales y esto ha sido más que una grata noticia. ¿Cómo resumís todo lo gratificante que descuento que te ha resultado?
– Nos entusiasmó mucho estrenar “Amor mal atendido” en el Centro Cultural San Vicente por varios motivos. En primer lugar reabríamos una hermosa sala que estuvo abandonada mucho tiempo y al mismo tiempo contábamos con ese espacio viernes y sábados para hacer funciones, lo que cada vez resulta más difícil hacer dos funciones por semana debido a que son pocas las salas y mucha la demanda de los distintos grupos teatrales. Al tiempo decidimos irnos ya que la “reinauguración” del Centro Cultural San Vicente lamentablemente quedó a mitad de camino. No contaba con aire acondicionado, lo que imposibilitaba hacer funciones los días de calor, y cuando llovía se llovía el escenario. Triste comprobar que a los funcionarios municipales después de la foto no les importó más nada del destino del Teatro del Centro Cultural San Vicente.
– Una pena que haya quedado a medias. Laboralmente sos difícil de clasificar ya que en el arte has realizado prácticamente de todo, ¿Cuál es tu top five de laburos?
– Voy a intentar enumerarlos de la siguiente forma:
Pelotero: Unipersonal en el que hacía tres personajes diferentes. Una experiencia enriquecedora a todo nivel.
Metejón: Espectáculo Teatral con humor y tango (dos de mis grandes pasiones) armamos este metejón con músicos y yo escribí los personajes. Laburamos muchísimo en bares y fiestas. Lo hicimos durante seis años, nos divertimos muchísimo.
Yo Grabé: Fue mi primera experiencia en T.V. En un comienzo estaba aterrada, era algo completamente nuevo y desconocido para mí. Al tiempo me enamoré del modo de trabajo y las posibilidades de la Televisión.
Yo, Eva Perón: Hermoso personaje, tan contradictorio como adorable. Cada personaje me transforma en alguien distinto, siempre en alguien mejor y con Eva lo sentía función a función. Increíble y maravilloso lo que se generaba en el público. Sumamente movilizador.
La Radio: Al tener la voz como instrumento fundamental para la creación de mis personajes. Me permite conectarme con otro código de trabajo, un trabajo que también es en equipo. Todos los días me acerca de otra manera a un público que escucha desde su casa o en el auto, un público receptivo, atento y muy cariñoso.
– ¿En qué personaje o trabajo te has sentido más a gusto? De esas cosas que te han dado pena dejar…
– Adoro a cada uno de los personajes que interpreto y en relación a cada proyectos me sería imposible realizarlos si no creyera en ellos. Los disfruto mientras lo transito sabiendo que un día (por diferentes motivos) llegan a su final y toca soltar y seguir. Cada experiencia me nutre para la siguiente y me conecta con la que está llegando.
– ¿Creés que tenés el reconocimiento que merecés por todo lo que venís haciendo?
– Siempre quise vivir de la actuación y eso hoy es posible para mí. Llevó tiempo, esfuerzo, constancia y una larga beca en lo papá y mamá (risas). Agradezco siempre, me siento muy afortunada.