Carla Rebecchi y Delfina Merino: elegancia de Leonas

Antes de embarcar nuevamente a Nueva Zelanda para una serie de amistosos, la capitana y una de las grandes consagradas de este nuevo grupo de Leonas que constituyen la esperanza de los próximos Juego Olímpicos Río de Janeiro 2016, hicieron un alto en su intenso entrenamiento exclusivo para Revista Random.

Con simpatía y humor estas dos grandes referentes del deporte nacional se pusieron por un rato en el papel de modelos. Y al cabo de unos pocos minutos se olvidaron del set fotográfico, se divirtieron, intercambiaron bromas y contagiaron a todo el resto con ese plus que ambas poseen, inherente en ciertos deportistas de elite.

A Delfina Merino le hablé sobre ese estilo de vida que se impone en la selección, coincide y dice que tanto el ser Leona como jugar al Hockey son una filosofía y forma de vivir. Destaca, “la disciplina, el compañerismo, la responsabilidad, la constancia, el ser solidaria, la perseverancia, el disfrute, el ser pasional, el defender los ideales y, sobre todo, cuidar y luchar por sus objetivos”. Cuenta que en su día a día trata de “plasmar estas características que me dio el deporte desde muy chica en todos mis rubros: ya sea en mi club, en el estudio, con mis familiares y amigos. Es un desafío muy interesante. A veces es más fácil en algunos aspectos que en otros, pero soy una convencida que el deporte es una herramienta fundamental en la formación de una persona.
No sólo por la actividad física que uno haga sino por la cantidad de valores que se pueden transmitir. Siempre fue un sueño para mí poder llegar a Las Leonas y hoy es un sueño hecho realidad que ratifico como elección todos los días”.

En tanto, la capitana Carla Rebecchi atravesó momentos muy duros este año con una lesión que la alejó de las canchas pero la recuperación va muy avanzada. “No veo la hora de volver a jugar que es lo que más me gusta, pero estoy tranquila y metiéndole mucha energía a la recuperación. Carla agradece a su entorno por la colaboración en ese traspié que le tocó vivir. “Tengo un marido que me banca a muerte y fue el que más me tuvo que ayudar, estuve mucho tiempo con muletas y no podía hacer nada. Mi familia y mis amigas están al lado mío siempre apoyándome y también me ayuda mucho mi psicólogo deportivo”. Y agrega que “un juego olímpico es algo único y todavía sueño con subir a lo más alto del podio y ganar una medalla dorada”. Su ilusión es la de tantos argentinos que se esperanzan con esa garra que el grupo –ahora con una renovación tras retiros, bajas y nuevas incorporaciones- han sabido construir. “Mi expectativa en principio es poder llegar de la mejor manera por el tema de mi rodilla. Me encantaría ganar una medalla de oro y está muy bueno que sea cerca ya que familiares y amigos van a poder estar presentes, acompañándonos”, se ilusiona Carla. Por supuesto, Delfina asiente en ese anhelo, admite que el equipo está atravesando “una época de muchos cambios, el grupo ha cambiado sustancialmente desde el último Champion Trophy en Mendoza 2014. Es un momento de transición y de adaptación que siempre debe llegar. Hoy hay mucho potencial y frescura en jugadoras jóvenes que hubiese sido ideal poder combinarlo con un número mayor de jugadoras con experiencia, ese sería un balance justo, pero la realidad es un poco distinta a este ideal. Habrá que entrenar y esforzarse mucho, y madurar más rápido que en otros procesos, adaptándonos a nuevas estructuras para poder pelear por una medalla”, advierte.
Le consulto a Carla por la responsabilidad de llevar la capitanía en este nuevo proceso. “Para mí es un orgullo y un honor ser capitana de este equipo. Además de una responsabilidad, pero me lo tomo muy tranquila, tratando de aportar lo mejor de mí, todo lo que fui aprendiendo durante muchos años, ya sea de las jugadoras más grandes de la selección como de las del club. Creo que es importante mantener los valores que se vienen transmitiendo desde hace años de las más grandes: la humildad, el sacrificio y el respeto”, expresa.

Sobre las tantas postales de los laureles conseguidos en el hockey por ambas, Delfina rememora y reconoce que hay muchos momentos que guarda para siempre en su camino por el seleccionado. “Momentos que son de tanta grandeza como campeonatos, mundiales, o de haber podido conocer al Papa, como así también momentos que son tan simples como mates y charlas con las chicas. Tuve la posibilidad de salir campeona del mundo en Rosario 2010 y poder hacerlo delante de mi club, familia y amigos. De hacer podio en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, de jugar ya casi 200 partidos con la celeste y blanca. En definitiva creo que cada momento que viví lo guardo, porque cada momento en este camino tiene su toque de magia”. Rebecchi reconoce que aprendió muchas cosas, valores que se lleva para la vida. “Aprendí a convivir con personas muy diferentes a uno, a ser más tolerante porque compartimos mucho tiempo juntas en la Selección”.

Sobre las claves de la vigencia en la selección, Merino sostiene que tiene que ver con amar y disfrutar lo que uno hace. “Amar el hecho de jugar al hockey y disfrutar de la responsabilidad de representar al país. Porque si uno no ama y disfruta lo que hace, llega un momento que se hace muy cuesta arriba. Obviamente que hay distintos sacrificios que uno hace día a día como ser disciplinado, cuidarse con las comidas, ser responsable, entrenarse todo los días, etc; pero más que sacrificios son decisiones y elecciones que uno asume porque realmente así lo siente”.

Sobre las tantas postales de los laureles conseguidos en el hockey por ambas, Delfina rememora y reconoce que hay muchos momentos que guarda para siempre en su camino por el seleccionado. “Momentos que son de tanta grandeza como campeonatos, mundiales, o de haber podido conocer al Papa, como así también momentos que son tan simples como mates y charlas con las chicas.

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CORNER CORTO CON REBECCHI

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-Hace poco explicabas que la clave en un partido es no quedarse con lo malo que hiciste, sino pensar en la jugada que vendrá para no permanecer en lo negativo. Entiendo que esa filosofía la aplicás en la vida para sortear los obstáculos…

-Sí, pienso que es algo que aprendí a través de los años. Si uno se queda con los pensamientos negativos, no avanza, no crece. Y creo que lo mismo se aplica a la vida. En los momentos que me tocó pasar por momentos difíciles, siempre intenté seguir delante de la mejor manera y pensando en positivo.

-¿Qué recordás del shooting junto a Delfina?

-Fue muy divertido, la pasamos muy bien. Es algo distinto a lo que estamos acostumbradas pero también ¡lo disfrutamos!

-Ya que mencioné un rol diferente, saquemos el hockey de lado, ¿En qué otras actividades podemos encontrar la mejor Carla?

-Soy muy exigente en todo lo que hago, así que le pongo mucha energía a todas las cosas que emprendo. Me gustan mucho los deportes extremos como el “kite” y el snowboard, cuando tengo vacaciones me gusta divertirme y distenderme un poco con eso.

-Si bien empezaste a jugar de chica, ¿Cuáles eran tus sueños de infancia? Leona campeona del mundo supongo que no, ¿o ya imaginabas en grande?

-De chica soñaba con llegar a la selección pero nunca imaginé todo lo que vino después. Ni el campeonato del mundo, ni el hecho de jugar afuera como profesional, ni tampoco imaginé que el hockey se iba a convertir en un deporte tan popular y con tanto fanatismo.

-¿Cuáles son tus hobbies para desenchufarte del deporte?

-La facultad la uso para desconectarme del hockey, no es un hobbie, pero me gusta. Y después los deportes extremos, también me gusta mucho el cine.

-¿Cómo es la rutina de un día normal?

-Un día normal me levanto más o menos a las siete, nunca falta un buen desayuno. Me voy al CENARD a entrenar, los días que curso me voy a la facultad y vuelvo como a las 18 a casa, y si es día de club voy a entrenar con el club. De lo contrario, hay días que vuelvo y descanso, una siesta siempre es necesaria para encarar el turno de la tarde con la selección.

-¿Cómo viene la vida de entrecasa? Ya que con tanto entrenamiento hay que hacerle lugar a la esposa y que no pierda espacio el compañero. Descuento que por ser colega se comprenderán mejor…

-Sueño con formar una familia con Jorge (Lombi, un histórico de la selección masculina de Hockey). Los dos somos muy compañeros y nos apoyamos mucho, nos gusta compartir tiempo juntos, y siempre que podemos lo hacemos.

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CORNER CORTO CON DELFINA MERINO

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-Arriesgo que pese a tu aspecto trasparente se esconde una mujer de una personalidad fuerte, ¿Me equivoco si digo que sos una leona difícil de roer?

-No creo ser una leona difícil de roer, pero cuando algo no me gusta o no lo comparto soy de decirlo, prefiero expresarme y expresar mi ideal donde tenga que hacerlo a guardármelo o elegir hacerlo por las espaldas. Creo mucho en el poder de las conversaciones y cuando las cosas son con respeto no hay porque tomarlo a mal. Igualmente estudio derecho, asique algo de personalidad fuerte puede ser que en el fondo tenga (risas).

-Este año además viene siendo muy positivo en lo individual, sos líder de un equipo como Banco Provincia que está haciendo historia, ¿Cómo estás viviendo ese proceso?

-La verdad que lo que estamos viviendo con Banco es un sueño. Empecé a jugar en este club a los cinco años, mis viejos jugaron al hockey ahí y mi hermano actualmente forma parte de la primera del club, por ende mi familia siempre estuvo ligada con estos colores y deporte. Con Banco peleamos mucho siempre en categorías inferiores y en el 2013 cumplimos el sueño del ansiado ascenso a la A. Hoy, dos años después de ese momento histórico, estamos disfrutando de esta categoría y este año nos tocará participar de los playoff, un objetivo accesorio al que elegimos a principio de año que correspondía solamente con mantener la categoría. Sin dudas, es un gran momento para el hockey de damas de Banco Provincia.

-Te saco del hockey porque realizamos una producción de fotos sorprendente, según los involucrados les fue muy bien jugando a la modelo, ¿Cómo se dio esa fluidez?

-Como toda mujer me gusta vestirme bien y adecuada acorde a cada situación. Más allá de ser mujeres deportistas que estamos acostumbradas muchas veces a andar en ropa deportiva, a la hora de tener eventos o salidas nos gusta siempre arreglarnos y no perder ese toque femenino.

-¿Hay algún momento en que se deja de ser Leona en el día?

-Creo que son muy pocos los momentos en los que una baja la guardia y se relaja. Capaz en las vacaciones, o los momentos de relax que podemos encontrar en pequeños instantes de los días, pero la mayoría del tiempo creo que el chip de leona está en la cabeza, por el descanso, los cuidados del día a día y demás.

¿De entrecasa sos exigente como en la cancha?

-En casa soy más relajada, no soy tan exigente porque tampoco necesito serlo todavía ya que vivo con mi familia. Me gusta distenderme y disfrutar de ellos y de los amigos. Soy de tirarme a mirar series o un rato de tele cuando necesito poner la cabeza en off. Hoy vivo con mi mamá, Mariana, mi papá, Gabriel y mi hermano Gonzalo. La verdad es una comodidad y un placer seguir viviendo y disfrutando del día a día con mi ellos.

Fotos: Santiago Ruiz / Estilismo: Carina Brandan/ Agradecimientos: Mariana González Oliva y Giselle Kañevsky