Que las semejanzas con su hija, que el talento vocal de su madre, que los sonidos de su hermano Gabriel, que el legado de su padre Berugo; todas las vertientes de una familia artística y una luminosa María que se hace un tiempo para conversar en medio de gira por el país donde disfruta lo que ama hacer: actuar.
“Es verdad que las giras cansan por eso de la valija a medio hacer, nunca la desarmo del todo y es mucho tiempo fuera del hogar pero a su vez somos un grupo tan unido, somos diez los que viajamos (enumera a todo el grupo), estamos conviviendo y un poco es un viaje de egresados. Más allá de lo cansador escuchamos música, vemos películas, mateamos, todo lo que se hace en un micro de viajes largos. Cuando no nos vemos nos extrañamos y eso que a veces decimos basta: quiero estar sola porque estamos todo el día juntos”, declara sobre el equipo de la elogiada obra “Menopausia” que gira por el interior.
Al igual que músicos y deportistas que pasan mucho tiempo juntos, ¿Saber convivir es toda una virtud?
-Se hace muy ameno porque sobre todo porque la obra lo es, estamos haciendo una comedia que también es musical, imaginate que ya vas arriba, no es un drama ni mucho menos. Nos divertimos desde ahí también y cada vez un teatro nuevo es una aventura excitante y a su vez es como estrenar cada función. Nueva sala, nuevo camarín, nuevo espacio total. Si bien es un poco estresante, es bueno llegar a nuevas ciudades y ser tan bien recibidos por la gente del “llamado” interior. Es un placer enorme, siempre termina la obra y el público aplaude de pie. Es alucinante.
-Se cumplió tu deseo de regresar a las tablas, recuerdo una nota donde el año pasado anhelabas con eso y ahora las aplauden de pie, un poco por la trayectoria de cada una, en cada función…
-Es verdad que el año pasado lo mencionaba. Quiero hacer teatro desde hace un par de años porque la última vez fue en el 2014. La radio sigo haciendo aunque ahora la grabo los martes para el programa “Domingas” en Nacional Rock de 16 a 18hs con Jésica Lamonica Lima. Creo que es un cúmulo de cosas, quizás sea como vos decís ―lo digo humildemente― que aplaudan por nosotras porque nos quieren pero también es porque quedan muy arriba por la obra. La gente queda muy contenta y con canciones en la cabeza, se van cantando, está muy bueno eso.
-La menopausia era y en parte sigue siendo un tema tabú. ¿Cómo resolvieron plantearlo desde el humor?
-Es un momento que se está hablando en todo el mundo del tema, si bien se dice que “la mujer entra en una etapa hormonal diferente y bla bla bla”, lo cierto es que desde que nacemos las mujeres estamos en una etapa hormonal (se ríe). O cuando te está por venir, cuando estás embarazada, siempre las hormonas están locas, por ese lado siempre es así el tema del subibaja hormonal y es inherente a la mujer. De la menopausia se habla de un ocaso, como que se terminó todo y en realidad se terminó una etapa como tantas otras que cuando se termina una cosa empieza otra. En mi caso que tuve menopausia prematura ―como antes de lo que se supone― porque aún no tengo 50 años, no obstante, se empieza a vivir la vida con mucha mayor tranquilidad. Hablo por mí y por gente que conozco no buscando generalizar pero hay un punto como si fuera que todo te importa un bledo -por decir una mejor expresión- no porque no te importan las cosas, sino que te importan las que te tienen que importar.
-La madurez como etapa evolutiva…
-Es que las cosas se van acomodando y se van poniendo en el cajoncito que van, es mucho más relajado. La obra habla de eso también, son cinco actrices que hacen de cinco amigas y al no haber cuarta pared hay complicidad con el público, más los bailes y los cantos y el tema de los monólogos de cada una. Estamos con mucha empatía con el público y hay mucha identificación de todos, más allá que los personajes son todos diferentes y están transitando lo mismo. Está buenísimo como está abordado y tanto Florencia Alcorta y Vero Lorca son grosas autoras y ahí está su mano y su voz.
-Vos arriba de un escenario cantando, ¿Cualquier parecido con tu mamá Charo es pura coincidencia?
-Es imposible que me compare con mamá, hasta vergüenza me da (risas). Yo tengo mucho oído y sé afinar, eso es todo, pero la voz de mi madre es imposible, realmente ella tiene una súper voz y canta muchos géneros: bossa nova, folklore, tango, jazz, lo que quieras. La verdad es que la música está en mi sangre, es así pero en mi caso se fue por el lado de la actuación, desgraciadamente no toco instrumentos como mi hermano (Gabriel) que toca todos o papá (Berugo) también, asimismo mamá. Yo salí bien cero en ese rubro.
-Ya que mencionamos a la familia, entre un hijo adolescente y una cerca de los treinta, ¿Lo tuyo fue siempre el oficio de ser mamá?
-Fui mamá joven porque siempre quise ser mamá desde que tengo uso de razón, yo no jugaba a las barbies, jugaba a la mamá. A mi hija la busqué como si fuera una adulta, deseándola y ahí llegó Cata. Por suerte los dos embarazos que tuve fueron deseados y buscados. A Vito lo tuve más de adulta (a los 33) y es una familia hermosa que tenemos. Siempre digo: “mi familia somos mis hijos y yo”, los demás obvio que tengo una familia divina pero como que mis hijos son lo más.
-El parecido con Cata es más allá de lo físico? Escuché que son exageradas…
-Somos exageradas en casi todo pero siempre en cosas que nos dan risa. Incluso a propósito, para hacer reír una a la otra, porque en lo único que nos parecemos es en que somos exageradas. Después tenemos personalidades bastante diferentes pero en eso somos muy parecidas.
-¿El humor es uno de tus sostenes?
-Me gusta divertirme y reírme, eso hace reír al otro, cuando vos te estás riendo el otro ya se contagia. Tengo algo así como empático a partir de la risa con mis amigos, algunos son del trabajo porque siempre de cada trabajo me he llevado amigos. Me siento una persona afortunada porque trabajar de lo que te gusta es muy hermoso, siempre agradezco y celebro mi trabajo y el de mis compañeros, la buena onda, me hace bien.
-En lo profesional hacés radio y teatro y destacabas a tu familia puertas adentro, ¿Es una etapa de plenitud?
-La verdad es que estoy en una muy buena etapa, llevando todo con alegrías, siempre hay cosas que nos ponen tristes y están pero por suerte soy una persona que tira para adelante, con lo cual me gusta que lo vean mis hijos, la aventura más grosa es ser una buena madre, ser una buena persona. Es lo que me interesa a mí, primero está la persona y después la actriz, no me defino como actriz. Si bien me encanta y me da algo que lo tenemos los actores, algo que sucede y que es hasta físico pero primero está la persona.
-Y la persona atraviesa todo tipo de situaciones…
-La vida de todos es como las cuatro estaciones, a veces está más cálida, en ocasiones más frías, depende de las etapas, los momentos que no tienen que ver precisamente con las edades salvo cosas muy marcadas como la adolescencia. Tiene que ver con los momentos de cada uno y la vida misma, intensa y disfrutable, todo el tiempo es así. Seguirá siendo así y más relajada, sin que deje de ser intensa y disfrutable.
“El sentido del humor también es un cable a tierra.”
-¿Algo que disfrutás más allá de lo mencionado?
-Hoy mi cable a tierra fundamental soy yo, poder lograr decir eso es lo más, no está afuera el cable a tierra, soy yo y ramifico, tengo mi yoga, mis meditaciones hasta con amigos que me hacen reír mucho. No aguanto el “tango quejoso”, está todo bien si te veo que estás poniéndote la pilas queriendo estar mejor, pero regodearse de la queja no lo soporto más. Sólo quiero estar con personas con las que nos reímos incluso de lo mal que lo estamos pasando en algo, no digo que quiero estar rodeada sólo de personas que la están pasando bien, por eso el sentido del humor también es un cable a tierra.
-En tu carrera has convertido muchos sueños en realidades, ¿Cuál es hoy tu quimera?
-En este momento de mi vida estoy abierta a lo que viene, siento que llegará lo que tengo que hacer, hay cosas que vienen y no te gustan obviamente. No es que diga “quisiera hacer tal cosa”, porque quizás quiera algo que aún no lo sé todavía. Cuando aparece es cuando digo: “ah, quería hacer esto”. No me limito a decir quiero tal cosa así no me limito de perderme de otras. Lo mismo en todos los aspectos de la vida.