Su propia experiencia de vida, la llevó a buscar nuevos recursos para encontrarse con el verdadero sentido de la existencia y aprender a disfrutarla con plenitud.
Hoy y desde hace más de una década, se dedica a brindarles esas mismas herramientas a otros, a través de la Programación Neurolingüística. Ama este modelo cada vez más expandido y desde su lugar, ayuda a acercar la PNL a quienes deseen aprender y evolucionar. En esta entrevista exclusiva con Revista Random, Marcela Beatove nos ayuda a pensar y ver las cosas desde un nuevo paradigma.
“Esto no pasa por el discurso, pasa por la acción. Aquellos que vivencian la PNL saben que es un conjunto a trabajar de mente y cuerpo, pero que pasa a la acción.”
-¿Cómo explicarías qué es la PNL?
-La PNL está retomando el camino de la autopista. Porque muchos se están dando cuenta que sin conocer el ABC de cómo estamos estructuradas las personas y de todos los elementos que tenemos para movernos en el mundo, no podemos desenvolvernos confortablemente ni cómodamente. Tampoco provocar los resultados que queremos provocar. Entonces hay muchas personas que hoy se vuelven a la PNL, sabiendo que ella tiene el “cómo” se hacen las cosas. Esa es la gran maravilla de la PNL. Conocer cómo está estructurado el sistema interno y dónde hay que hacer palanca para provocar los cambios, así como también saber de qué manera hacerla. Esto no pasa por el discurso, pasa por la acción. Aquellos que vivencian la PNL saben que es un conjunto a trabajar de mente y cuerpo, pero que pasa a la acción. Dice para resolver esto, tengo que trabajar con las submodalidades, para esto otro con el lenguaje, o con técnicas específicas como pueden ser el aprender a decir basta, la congruencia, el desapego y muchísimas técnicas que tiene la PNL, trabajando con el hemisferio izquierdo y el derecho de nuestro cerebro. La PNL trabaja con el sistema nervioso de las personas.
La PNL está retomando el camino de la autopista. Porque muchos se están dando cuenta que sin conocer el ABC de cómo estamos estructuradas las personas y de todos los elementos que tenemos para movernos en el mundo, no podemos desenvolvernos confortablemente ni cómodamente.
-¿Los cambios que uno va a vivenciar tienen injerencia directamente a nivel neuronal?
-Exactamente. En la estructura neuronal de la persona. Se vuelven a armar nuevas redes de conexión, que si las practicamos un poco y reforzamos, debilitan las viejas y entonces se arman caminos nuevos. Si para llegar a cierto lugar teníamos un camino lleno de pozos, ahora podemos empezar a tener una autopista. Y esto se da solamente con un poco de práctica y haciendo. Es salirse de la teoría para encontrar el cómo hago las cosas. Y saber que cuando yo no estoy obteniendo los resultados que quiero, hay algo que he programado mal. Tengo que trabajar en conjunto el adentro, con el afuera, el saber que soy un ser planetario, es decir que tengo que trabajar a un nivel mayor. Además que soy un ser energético y tengo que trabajar entonces desde todos los campos.
-¿Y quién nos programó?
-¡Uy! (risas) ¡Qué pregunta! A mi me gusta pensar que somos seres que venimos en esencia puros a este mundo para ser felices. La biología del entorno, como dice Bruce Lipton, es quien nos ayuda a programarnos. Nosotros copiamos de los modelos conocidos, del país donde vivimos, de las circunstancias que nos van rodeando (familia, escuela, amigos) y vamos programando esto. Se sabe hoy que hasta los 6 o 7 años vamos haciendo esta fuerte programación y después seguimos modelando personas o cosas que son conocidas para nosotros. Una vez instalados esos programas funcionan en automático. Y ahí están nuestros hábitos. Por eso a veces romper hábitos o costumbres, nos da un poquito de susto pero hay que conectarse con el amor incondicional de uno, para saber que uno siempre está haciendo lo mejor que puede hacer con lo que tiene. Pero si uno empieza a conocer más, avanza más, si tiene una apertura mayor de posibilidades a través de los sentidos, mayor es nuestro movimiento en el mundo y mejor, y más eficaz. Somos más felices.
-¿La gente se anima a trabajar con este tipo de modelos?
-Yo hace muchos años que trabajo en esto y realmente puedo decir que sí. La gente se anima y se sorprende de lo rápido que se ven los resultados y lo duraderos que son. Porque todo depende de lo que yo quiera lograr. Las circunstancias están dadas, la abundancia está pero yo tengo que encontrarla. Y para eso primero tengo que ser abundante yo, conmigo, con mis pensamientos, con qué pienso de mi y de lo que pasa en el mundo.
-La autoayuda está, a veces, mal vista. Algo denostada. ¿Qué creés al respecto? ¿Sirven las terapias de autoayuda?
-Yo puedo buscar vías, alguien que me ayude a liderarme, a encontrarme, pero soy yo el que me tengo que encontrar. Eso es la autoayuda. Muchos necesitamos buscar la ayuda en un facilitador, alguien que tal vez ya esté un poquito más adelante. Como cuando uno busca un maestro. Uno lo hace en definitiva para encontrarse con nuestra propia sabiduría. Esto que se llamó autoayuda, en los años 60, la New Age, hoy es abalada por la neurociencia, que hoy tanto está de moda. Se confirman muchos de los principios de la PNL.
-Por ejemplo, ¿qué cosas se saben hoy científicamente sobre estos cambios de pensamiento?
-La neurociencia hoy confirma que a través de los pensamientos, yo creo la realidad. Que tienen una gran injerencia en el sistema interno. Yo soy lo que pienso. Entonces tengo que tener cuidado con lo que pienso, y lo que digo. También la neurociencia confirma que lo primero que hace nuestro cerebro es armar imágenes. ¿Cómo tienen que ser entonces mis imágenes para que yo tenga una buena vida? Muchos pueden decir que esto es fantasioso. Bueno…hay mucha gente que fantaseó y logró cosas maravillosas en la vida. La ciencia hoy confirma que una nueva red neuronal se arma en tres meses, que podemos cambiar nuestros circuitos. Y esto se logra con pequeños cambios. Pensar las cosas de otra manera, o pensar cómo lo pensaría otro (modelando a otra persona), y salirme entonces de lo ya establecido. Ser un innovador de mi propia vida.
Y el otro gran juego de la vida es perder el miedo. Saber que soy un ser que soy merecedor de lo mejor y que todo aquello que yo pienso e imagino se va a programar automáticamente, así que es mejor que piense, diga e imagine cosas que me hagan bien, en lugar de cosas negativas. A mi me gusta mucho Richard Bandler, es uno de los creadores del modelo, que dice: “sé tu mejor amigo”.
-Decís que la PNL aporta resultados rápidos y duraderos. ¿Cómo se logran estos cambios y qué pasa en un encuentro con un facilitador de PNL?
-¡Lo primero que tienen que saber es qué no le vamos a hacer nada! (risas) Todo lo va a hacer la persona, y ella misma sabe lo que necesita. Como facilitador hay que tener buena escucha y saber que en las primeras palabras que dice la persona, está todo lo que vienen a buscar. Un programador neurolingüístico es un facilitador para poder encontrar aquello que el otro necesita. Se trabaja con la forma, con la estructura, con las imágenes que tenemos en nuestra mente, con el lugar que ocupan, el tamaño, el color. Esta es la estructura que puede cambiarse para generar estados más placenteros y lograr los cambios necesarios. La PNL entonces trabaja con el cómo y no con el por qué. Ayuda a saber concretamente donde uno quiere estar, a resignificar el pasado también. Porque lo que pasó, pasó. Yo sólo tengo una representación de lo que pasó. ¿Y si lo que pasó no fue como yo lo imaginé o registré? ¿Y si lo puedo empezar a modificar de alguna manera para sentirme bien? ¿O si puedo ponerle cierta distancia para plantarme en el aquí y ahora, y empezar de nuevo? Es dar y barajar. Empezar a pensar en para qué me pasan las cosas y no por qué. Así encuentro el aprendizaje.
-¿Por qué pensás que cada vez hay más gente que se vuelca a este tipo de modelos alternativos para estar mejor?
-Tiene que ver con cómo viene el mundo, que cada vez está más rápido. También con que se hace más conocido este tipo de modelos. Hace muchos años que se está trabajando con PNL y es realmente importantísimo el cambio que hay. Me parece que es clave ver la PNL también con una función de liderarse a uno mismo. Y que esto sea parte de la educación, trabajarlo con los chicos desde este modelo. A ellos es muy fácil enseñarles cosas sobre cómo es el funcionamiento de la mente porque está muy ligado a la cibernética, entonces es sencillo captar su atención. Si hay algo muy parecido al cerebro es una computadora, en cuanto a funcionamiento, claro. Y jugando con esta analogía, podemos pensar en tener una mente ordenada, con buenos archivos, libre para estar en el aquí y ahora, desocupada, sin estar parloteando todo el tiempo. Si pensamos qué distinta sería nuestra vida con este tipo de mente, es grandioso.
-¿Cómo fue que llegó la PNL a tu vida?
-¡Dicen que las mujeres a partir de los treinta y pico, cuarenta, empezamos a hacer cursos! (risas) Cuando uno no tiene la vida que tiene que tener, el universo te muestra que esa no es la vida que tenés que tener y en mi caso fue a través de una enfermedad importante. Me di cuenta de que si me había quedado acá, era para hacer algo. Y tenía que empezar a buscar. Entonces hice muchos, muchos cursos. Llegué a uno de PNL, me sentaba en el fondo y no hablaba, no preguntaba nada, si podía quería ser transparente (risas). Me pasó entonces que todo lo que contaban yo lo tenía, tenía para modificar muchas cosas. Yo salía del curso y pensaba “Faaa, esto es lo más barato que pagué en mi vida”. Me empecé a apasionar y a leer mucho. Y practiqué mucho, mucho cada ejercicio. Entonces de repente ya no me ponía nerviosa, no me asustaba, o podía decir no a lo que no quería. Me di cuenta que podía elegir lo que me hacía bien, lo que quería. Mi entorno primero me decía loca y después me preguntaba ¡cómo lo hacía! ¡Querían aprender! Me di cuenta que era un modelo para todas las personas.
-¿Qué te gustaría que pase con este modelo, con la PNL?
-Primero que se reconozca científicamente, y para eso falta muy poco. Hoy la ciencia confirma esto. Y que nuevamente esté en lo alto y que todos aquellos que nos dedicamos a esto, seamos lo más serios posibles. Que nos preparemos, nos unamos. De todas formas me gustaría marcar que yo amo este modelo, pero que se respeta a todos los demás y que no tienen por qué estar separados. No existe “esto es mejor que lo otro”. Hay que aprender del coaching, de la psicología, de todos los modelos y terapias que ayuden al individuo.
-Comentános qué estás haciendo actualmente…
-Yo soy una trabajadora independiente. Doy cursos enseñando PNL. También trabajo de manera personal. Y ahora pude cumplir un sueño personal que es dar cursos en mi ciudad de origen que es Esquel, donde tengo muchos amigos y la pasamos bárbaro. Y también estoy trabajando la idea de cómo incluir la PNL en los niños. A mi me preocupa mucho la idea del nuevo paradigma. Para mi hay que hacer hincapié en qué jóvenes le vamos a dar a este país, en lugar de pensar qué país le vamos a dejar a los jóvenes. Hay que aprender entonces a guiarlos, educarlos y ayudarlos en el proceso, en lugar de tan sólo evaluarlos. También tengo un proyecto personal que tiene que ver con realizar charlas en lugar de seminarios. Simplemente charlar con la gente y ayudarlos brindándoles prácticas herramientas.
*Más info en: Facebook (Marcela Beatove) o [email protected]
¡Qué placer fue entrevistarla! Una charla cálida, amorosa y llena de luz. ¡Gracias Marcela!
[…] Para REVISTA RANDOM Texto y entrevista: LAURA GIOVANETTI […]