Tiziano Vecellio (Pieve di Cadore, Belluno, Véneto, hacia 1477/1490-Venecia, 27 de agosto de 1576), fue el pintor italiano más influyente de la escuela veneciana del siglo XVI y famoso por su maestría en el uso decolores vivos y luminosos: en la obra de Tiziano se llega a la cumbre de la cultura y el espíritu de la rica Venecia de la primera mitad del siglo XVI, luz,música, color, suavidad, paganismo, amor, ternura, revolotean impalpables en las obras del gran maestro.
Con sólo 10 años de edad, Tiziano y su hermano mayor Francesco, marcharon a Venecia donde ingresaron como aprendices en el taller de Sebastiano Zuccato. Gracias a su innato talento, en sólo tres o cuatro años, logró entrar en el taller del ya anciano Giovanni Bellini, en ese momento el artista más reconocido en Venecia.
En dicho taller, coincidió con un grupo de jóvenes que serían la primera generación de pintores de la Escuela Veneciana: Giovanni Palma da Serinalta, Lorenzo Lotto, Sebastiano Luciani, y Giorgio da Castelfranco, conocido como Giorgione, entre otros (Tiziano y Giorgione, en esta época, estuvieron asociados, por lo que la dificultad de distinguir sus primeras obras es grande).
Cuando en 1510 la epidemia de peste se extendió por Venecia y acabó con la vida de su compañero Giorgione, Tiziano marchó a Padua, donde realizó un buen número de frescos. En 1512 volvió de Padua a Venecia, donde comenzó a establecer una red de relaciones que lo llevaría a la cúspide del grupo veneciano de artistas. Pronto obtuvo trabajo dela Fondaco dei Tedeschi, consiguió de esta La Sanseria o Senseria (un privilegio muy codiciado por los artistas emergentes), y llegó a ser superintendente de las obras gubernamentales, cargo de pintor oficial de la República de Venecia, que le reportaría suficiente remuneración y otros privilegios añadidos. Ostentaría el cargo ininterrumpidamente durante sesenta años, hasta su muerte.
Las buenas relaciones que mantuvo con la corte de Mantua le proporcionaron valiosos contactos que le supondrían su consagración como retratista: en 1530 pudo pintar a Carlos I de España, que se había desplazado a Bolonia con motivo de su coronación imperial como Carlos V. Haría varios retratos más del emperador (probablemente sus retratos más conocidos), de su familia y de su hijo Felipe II.
Reconocido por sus contemporáneos como «el sol entre las estrellas», en homenaje a la línea final del Paraíso de La Divina Comedia de Dante Alighieri, Tiziano es uno de los más versátiles pintores italianos, igualmente capacitado para ejecutar retratos, paisajes (dos de los temas que le lanzaron a la fama), escenas mitológicas o cuadros de temática religiosa. Tuvo una larga y dilatada carrera, y su obra atravesó muchas y diferentes etapas, en las que su estilo cambió tan drásticamente que algunos críticos tienen problemas para creer que los cuadros de su primera etapa y los de las posteriores hayan salido de la misma mano.
Sin embargo hay características comunes en todas ellas: los colores vívidos y luminosos, de pincelada suelta y delicados tonos en los modos cromáticos en sus pinturas que no tienen precedentes en toda la Historia del Arte en Occidente.
En su obra, se puede comprobar perfectamente el cambio de estatus producido durante el Renacimiento, pasando de ser artesanos a convertirse artistas, reconocidos socialmente.